samedi 30 avril 2022

Cours de conversation en espagnol du 29 avril

 1332. Expresiones incomparables

Hoy hablamos de expresiones incomparables.

¿Cómo vamos a ver las frases que hemos preparado para hoy? Pues, como siempre, en contexto, con una historia que tiene como protagonistas a dos amigos que se comparan con otras personas. Los protagonistas son Yolanda y Carmelo. Ya sabes, presta especial atención a las frases que contengan la palabra clave del día, en esta ocasión, comparación, o cualquier otra palabra de la familia léxica. ¡Vamos allá!

“Yolanda y Carmelo son dos amigos que están en la edad del pavo; están en la adolescencia. Como a cualquier persona, más aún en la adolescencia, a estos amigos les gusta compararse con otros. A Carmelo le gusta compararse con Pol, un compañero de clase que tiene un gran talento tocando instrumentos. A Carmelo le gustaría tener su habilidad. En cambio, Yolanda, suele compararse con Mireia, una chica muy talentosa con los deportes. Hace unos días, Yolanda y Carmelo hablaban sobre ellos: “Amigo mío, sabes que soy buena nadando, pero ni punto de comparación con Mireia, me gustaría ser tan buena como ella, parece un delfín en el agua”, a lo que Carmelo le respondió: “Yolanda, en realidad no sabes nadar, ¿por qué dices que eres buena en natación? ¡La última vez que te metiste en la piscina tuve que rescatarte!”. “Es verdad, Carmelo, tengo que mejorar, pero déjame soñar”, le dijo Yolanda. Por su parte, Carmelo le dijo a su amiga: “Aunque toco bien el piano, tengo que seguir mejorando para acercarme al nivel de Pol. Pronto estaré a su nivel”. Yolanda, le respondió: “Carmelo, deja de decir tonterías, llevas tocando el piano dos semanas, no sabes ni leer una partitura”. “Bueno, Yolanda, no te rías de mí, acabo de empezar, pero sabes que aprendo rápido”, contestó Carmelo. Los amigos continuaron reflexionando y animándose. Carmelo decía: “Bueno, es verdad que las comparaciones son odiosas, todavía tenemos mucho que mejorar, pero pronto podremos alcanzar el nivel deseado, solo necesitamos seguir con esta motivación y trabajar duro”, y Yolanda continuaba: “Exacto, en comparación con ellos aún no somos buenos, pero en poco tiempo esto cambiará. Ayer mismo empecé a tomar clases con un monitor de natación. Se llama Miguel Fels, es muy bueno, así que pronto empezaré a ver los resultados”. Carmelo, sorprendido al escuchar que Yolanda había contratado a Miguel Fels, le dijo: “¿En serio? ¿Miguel es tu monitor? Ese hombre es incomparable, es el rey de la natación en el barrio, no hay nadie mejor que él. Voy a abandonar mi sueño de convertirme en un gran músico, a partir de mañana voy contigo a entrenar, mi nuevo objetivo será convertirme en el próximo Miguel Fels”. 

Vale, parece que Carmelo cambia de objetivos muy rápidamente, va a dejar aparcado su sueño de convertirse en músico para convertirse en nadador. Muy bien, Carmelo, sigue buscando tu camino en la vida. Y Yolanda, ojalá que muy pronto tú también nades como un delfín. 

Dicho esto, vamos a ver las frases o construcciones vistas en esta historia. Han sido cinco, así que, ¡vamos a por ellas!  

Compararse con

La primera construcción tiene el verbo reflexivo compararse y la preposición con. Como resultado tenemos compararse con y la hemos visto en este fragmento de la historia: “A Carmelo le gusta compararse con Pol, un compañero de clase que tiene un gran talento tocando instrumentos. A Carmelo le gustaría tener su habilidad. En cambio, Yolanda, suele compararse con Mireia, una chica muy talentosa con los deportes”. 

Carmelo se compara con Pol, mientras que Yolanda se compara con Mireia. Aunque parece obvio, la estructura compararse con significa medirse con otros, es decir, analizar algo o a alguien y establecer sus semejanzas o diferencias. 

Veamos algún ejemplo más. Imagínate, estás fuerte y tienes unos bíceps muy grandes, tan grandes como mi cabeza. No obstante, tu vecino tiene unos bíceps más grandes que los tuyos. Entonces, es posible que te compares con tu vecino, que compares tus bíceps con los suyos. Recuerda, ¡el tamaño no importa! 

Ni punto de comparación

Bromas aparte, vayamos a por nuestra siguiente estructura del día. En este caso, hablamos de la frase ni punto de comparación. Esta frase la encontramos en el siguiente fragmento: “Amigo mío, sabes que soy buena nadando, pero ni punto de comparación con Mireia, me gustaría ser tan buena como ella, parece un delfín en el agua”.

Ni punto de comparación es una frase utilizada para cosas o personas muy distintas entre sí, habitualmente cuando se habla de su calidad. De esta manera, decimos que dos elementos no tienen nada en común para ser comparados, especialmente en lo referido a la calidad.

Por ejemplo, si me dan a elegir entre una buena tarta de chocolate o un plato de brócoli, tengo que decirte que para mí la elección es muy fácil, no hay ni punto de comparación entre estas dos opciones, me quedo con la tarta de chocolate. 

Otro ejemplo. Eres una persona enamorada de la playa, así que en caso de que tengas la opción de elegir entre playa o montaña, dirás: “La playa es mucho mejor, ni punto de comparación, la playa es la mejor opción de todas para las vacaciones”. 

Las comparaciones son odiosas

Dicho esto, vamos a por la tercera frase del día. En este caso, hablamos de: las comparaciones son odiosas. En la historia, se decía lo siguiente: “Bueno, es verdad que las comparaciones son odiosas, todavía tenemos mucho que mejorar, pero pronto podremos alcanzar el nivel deseado, solo necesitamos seguir con esta motivación y trabajar duro”. 

Esta es la manera de animarse que tienen Yolanda y Carmelo. Aún no tienen el nivel de sus admirados Mireia y Pol, pero tienen la esperanza de que esto cambie algún día. 

¿Qué quiere decir esto de que las comparaciones son odiosas? Pues esta es una frase que viene a decir que no conviene comparar nada, porque cada cosa o cada persona tiene sus propias características y si te comparas, siempre vas a poder encontrar a alguien mejor que tú en todo, siempre habrá gente mejor que tú y esto te puede desmotivar. Yolanda y Carmelo no se deberían comparar con Mireia y Pol, porque aunque tengan distintos niveles, todos tienen buenas cualidades, simplemente unos tienen esas cualidades más desarrolladas que los otros.

Volviendo al ejemplo del que te hablaba antes, el ejemplo de la playa y la montaña. Es posible que las comparaciones sean odiosas entre la playa y la montaña; ninguna opción es mejor que la otra, simplemente cada una tiene sus puntos a favor y también sus puntos en contra. 

En comparación con

Y bien, vayamos a la cuarta frase del día. En este caso, tenemos una estructura similar a la primera que hemos visto hoy, similar a compararse con, pero, en este caso, no tenemos un verbo pronominal, un verbo reflexivo, sino que tenemos un nombre comparación, precedido y seguido de dos preposciones. Hablamos de en comparación con. Hemos oído esto cuando Yolanda decía lo siguiente: “Exacto, en comparación con ellos aún no somos buenos, pero en poco tiempo esto cambiará”. 

No hemos incluido esta estructura por su dificultad ni por ser especial, simplemente es una estructura que a algunos estudiantes se les resiste y queríamos revisarla. Aquí, también vamos a comparar dos elementos. Veamos un par de ejemplos. 

Para algunas personas, un bocadillo de jamón es mejor que un bocadillo de chorizo. Entonces, podemos decir que, para esas personas, un bocadillo de jamón es muy sabroso en comparación con uno de chorizo.

Imagínate ahora que has montado dos armarios en casa; uno en el salón y otro en el dormitorio. Bien, pues en caso de que el armario del salón esté mejor montado, podrás decir: “En comparación con el armario del dormitorio, el armario del salón está muy bien montado”. Espero que el armario del dormitorio resista y no se derrumbe en mitad de la noche… ¡Qué miedo!

Ser incomparable

Y, por último, hablamos de cosas incomparables. Vamos con la frase ser incomparable. Una frase que hemos oído aquí: “¿En serio? ¿Miguel es tu monitor? Ese hombre es incomparable, es el rey de la natación en el barrio, no hay nadie mejor que él”. 

Evidentemente, algo o alguien que es incomparable, no se puede comparar. Podemos decir que algo o alguien incomparable no se puede comparar, no es equiparable, especialmente por tener cualidades muy buenas. 

Pongámonos en situación. Estás en un hotel de cinco estrellas y estás disfrutando muchísimo de la estancia. Si es la mejor experiencia que has tenido jamás en un hotel, podrás decir que esa experiencia es incomparable a cualquier otra experiencia que hayas tenido antes.

Un ejemplo más. Tienes un amigo genial, maravilloso. Siempre te ha apoyado y nunca te ha fallado. De esa manera, indudablemente, se puede decir que ese amigo es incomparable, es decir, es un amigo fantástico y no se puede comparar con ningún otro. 

Bien, no está bien que lo diga, pero… ¡nos ha quedado un episodio incomparable! Vale, a lo mejor estoy exagerando, pero esperamos, al menos, que ahora puedas utilizar estas palabras relacionadas con las comparaciones de una manera más natural. Ahora, antes de acabar, podemos recordar lo que hemos practicado hoy. Se trata de: comprarse con, ni punto de comparación, las comparaciones son odiosas, en comparación con, y por último, ser incomparable. 

vendredi 22 avril 2022

Cours de conversation en espagnol du 22 avril

 1326. Vicente Aleixandre

Hoy hablamos de Vicente Aleixandre.

Las entregas de premios, o más bien, los premios en sí, son algo complejo que van más allá de los premiados. Y es que a veces, no digo siempre, existe la impresión de que detrás de algunos premios hay otros intereses más allá del propio valor del premiado. Así, hay veces que en una entrega de premios de cine se dice que ha ganado una película y no otra porque hay intereses económicos detrás del hecho de que gane esa película en concreto. O por ejemplo, en el Festival de Eurovisión, en ocasiones muchos países no votan tanto en cuanto a la calidad de la música, sino que votan a sus países vecinos y amigos.

Pues bien, en este episodio dedicado a un Premio Nobel español parece ser que no solo se premió su calidad, que era infinita, sino que se quiso reconocer algo más que tenía que ver con la política española. El premio Nobel fue para el magnífico poeta Vicente Aleixandre, uno de los máximos representantes de la Generación del 27, y se le concedió en 1977, después de años complicados políticamente para España. Y así, en su crónica para el periódico ABC, el corresponsal en Estocolmo decía: “La sangre de la Guerra Civil española se ha secado en Suecia. Después de casi cuarenta años de profundo divorcio mental, mucho más extenso, triste y desalentador que la distancia física que separa a Suecia de España, el Instituto Nobel se suma a las esperanzas sin límites de millones y millones de españoles, de millones y millones de europeos, por el futuro de nuestro país, rindiendo tributo y dando eco universal a uno de los mejores poetas que ha formado España: Vicente Aleixandre”. Pues eso, hoy vamos a conocer al gran Vicente Aleixandre, uno de los grandes poetas olvidados de la Generación del 27.

Vicente Aleixandre y Merlo nació en la ciudad de Sevilla en el año 1896, pero lo cierto es que nació allí un poco por casualidad, ya que su padre estaba destinado en la ciudad de Sevilla por motivos profesionales, era ingeniero de ferrocarriles. A los dos años se trasladó con su familia a Málaga, ciudad en la que pasaría parte de su infancia hasta que se trasladó con su familia a Madrid en 1909.

La ciudad de Málaga fue muy importante para él y le marcaría para siempre. De hecho, a Málaga le dedica uno de sus poemas más famosos, Sombra del paraíso, y a la ciudad la llama “el Paraíso''. Además, esta ciudad le marcaría en algo más, ya que al criarse junto al mar, ese mar estaría presente en toda su obra de manera importante.

En la capital de España estudió bachillerato y más tarde empezó estudiar Derecho y Comercio. Un momento clave de su vida es 1917, momento en que conoce a Dámaso Alonso, un importante escritor español. Curiosamente lo conoce en un pueblo de Ávila en el que ambos veraneaban. Gracias a este nuevo contacto logra conocer a grandes genios de la literatura como Bécquer, Machado, Juan Ramón Jiménez y, sobre todo, a su gran influencia en ese momento, Rubén Darío. Y como él mismo dice: “Descubrí la poesía en el verbo de un americano Darío. Aquella palabra de América fue más que un bautismo, la posibilidad de un verdadero nacimiento.”. Y a partir de ese momento tuvo una gran necesidad de escribir poesía, y eso hizo. Pero no se lo contó a nadie, durante estos primeros años en los que estaba empezando a escribir lo mantenía en secreto.

Finalizó sus estudios y comenzó a trabajar de profesor de derecho Mercantil en el año 1920 en la Escuela de Comercio de Madrid, y estaría ejerciendo ese cargo hasta 1922. Pero lo cierto es que en esa época ya había publicado algo de su cosecha. Sí, sé que te dije antes que mantenía su escritura en secreto, pero como bien sabrás, los secretos al final siempre salen a la luz. En su caso, sus amigos más íntimos descubrieron sus escritos encima de su escritorio cuando estaban en su casa y él fue a cambiarse. Lo animaron a escribir, y así empezó a publicar en revistas.

En los años veinte empezó a tener serios problemas de salud. En 1925 tuvo una tuberculosis renal que terminó con la extirpación de un riñón años más tarde. La cuestión es que esta enfermedad le impedía trabajar y lo obligó a estar mucho tiempo en la cama, momento que aprovechó para escribir mientras se recuperaba. Como curiosidad te diré que esto de escribir en la cama se le quedó como costumbre, y de hecho, según se cuenta, cuando recibió el Premio Nobel un periodista sueco le pidió si podía entrevistarlo en su rincón de escritura, y Vicente Aleixandre le dijo que era imposible, porque él siempre escribía en la cama.

Finalmente, este trabajo durante su convalecencia dio sus frutos porque empezó a publicar sus poemas en la prestigiosa Revista de Occidente, cosa que le hizo alcanzar fama y así conocer a otros grandes de su generación como Lorca, Cernuda o Alberti.

Su primer libro, Ámbito, lo publicó en 1928 y más tarde llegarían Espadas como labios, publicado en 1932, y La destrucción o el amor, en 1935. Por este libro recibió el Premio Nacional de Literatura.

Nos estamos acercando a ese momento tan oscuro de nuestra historia como fue la Guerra Civil, y Vicente fue de los pocos que permaneció en España. Por dos motivos: porque las autoridades no le permitieron salir por estar en edad militar, y más tarde, por su delicado estado de salud. La guerra fue un momento complicado para él, así lo cuenta: “Yo no pude vender mis libros. Yo no pude publicar nada. Yo no pude ser siquiera mencionado. Estuve cuatro años condenado al silencio forzoso. Solamente me acuerdo una vez que un crítico quiso nombrarme, como no me podía nombrar, me aludió diciendo el autor de La destrucción o el amor. Sabiendo que el censor no iba a saber quién era el autor de La destrucción o el amor”.

Una vez pasa la guerra, Vicente Aleixandre vuelve a su casa, que había sido reconstruida después de la guerra, y es la casa conocida en la época como La Velintonia. Y es que esa casa fue el hervidero de la Generación del 27, porque los poetas de esa generación ya asistían a visitarlo antes de la guerra y siguieron asistiendo después de la guerra, los que quedaban, claro, porque muchos escritores se exiliaron fuera de España y otros, como Lorca, nunca volvieron porque fueron asesinados en la guerra.

Después del silencio de la guerra, Vicente publica en 1944, Sombra del paraíso, que está marcada por un profundo sentimiento de melancolía, algo bastante lógico después de la guerra. En 1949 fue elegido miembro de la Real Academia Española y se le asignó la letra “O''. Es a partir de este momento en que se convierte en un referente y un protector para las futuras generaciones de escritores, ya que siempre intentó apoyar a los jóvenes escritores. La culminación de su obra la realiza con los libros, Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento.

En el año 1977 recibe el Premio Nobel de Literatura y se le concedió “por una obra de creación poética innovadora que ilustra la condición del hombre en el cosmos y en nuestra sociedad actual, a la par que representa la gran renovación, en la época de entreguerras, de las tradiciones de la poesía española”. Y lo cierto es que también se le concedió a él en nombre de toda una generación, la Generación del 27, y como dijo el escritor Dámaso Alonso: “Desde el punto de vista literario era el reconocimiento a toda la Generación del 27, un grupo con un esplendor que no se ha vuelto a ver, a pesar de que todo el siglo XX español es de una gran brillantez poética”.

Aleixandre no pudo asistir a recoger el premio por problemas de salud, pero dijo esto sobre el premio: “El poeta está siempre formulando una pregunta y el lector siempre va a su vez manifestando una muda respuesta que percibe en su espíritu el escritor. Pues bien, el Premio Nobel, con su grandeza, ha significado para mí la respuesta simbólica de un mundo completo de lectores”.

Vicente Aleixandre murió el 14 de diciembre de 1984 en la clínica Santa Elena, en Madrid, debido a graves complicaciones renales y fue enterrado en el cementerio de La Almudena, en Madrid.

Vicente Aleixandre es un poeta que merece la pena revisar y quizá descubrirlo, porque es un gran olvidado. Su poesía pasó por varias etapas, desde el surrealismo, del que fue el máximo exponente en España, pasando por una etapa más humana, más cotidiana, quizá por haber vivido y pasado las calamidades de la guerra, hasta llegar a una etapa donde asume la vejez y la muerte próxima.

Fue un gran poeta, y voy a terminar el episodio de hoy con una frase suya que me gusta mucho, dice así: “Ser leal a sí mismo es el único modo de llegar a ser leal a los demás”.

samedi 9 avril 2022

Cours de conversation en espagnol du 8 avril

Bajo la dirección de  Irene 



Es una de las fiestas más importantes y populares de España.
La Semana Santa más conocida es la de Sevilla.
 No hay una fecha concreta, cada año cambia.
   
Se celebra la pasión y la muerte de Cristo
España es un país de tradiciones y de religión católica.
 Los habitantes de los barrios se organizan en «cofradías» y «hermandades» para hacer las «procesiones»
   
Las personas que van delante se llaman « nazarenos »
Se cubren la cara para hacer penitencia (para pedir perdón)
« Las procesiones» salen de diferentes puntos de la ciudad hasta la catedral.
    
   La parte central de la « procesión » se llama « El paso ». Está compuesta por una plataforma dónde se instalan las estatuas que son figuras de la biblia
     
El objetivo de la « procesión » es transportar « El paso » a la catedral y pesa mucho.
 « Los costaleros »
trasportan « El paso » sobre sus cuellos. Ellos están colocados debajo del paso.
   
En la calle dónde pasa « la procesión », algunas veces, hay personas que esperan en el balcón para cantar « una saeta ». Canción tradicional en honor a Jesús o María.
La Semana Santa es un evento religioso pero también social.
Hay personas famosas que vienen a verla como Antonio Banderas.
    
« La mantilla » es el accesorio típico de pelo para las mujeres durante Jueves y Viernes Santo.

« Las torrijas » son los dulces típicos durante estas fiestas.
  
Receta de Torrijas
Ingredientes- N.o de personas: 4
   • 1 litro de leche
• Piel de un limón (sin la parte blanca)
• 1 rama de canela
• 2 cucharadas soperas de azúcar •
• 2 huevos batidos • Aceite de oliva
• Canela en polvo • Azúcar
        1 barra (con miga compacta) cortadas en rebanadas de 2-3 cm
  Preparación: 5 minutos › Cocinado: 20 minutos › Listo en :25 minutos

Calentar suavemente la leche en un cazo con la piel de limón y la rama de canela, sin dejar que hierva. Agregue el azúcar y mezcle regularmente Retirar la leche del fuego y verter en un bol utilizando un colador. Dejar enfriar y luego sumergir las rebanadas de pan en él.
Sumergir el pan en los huevos batidos.
Calentar unos 2 cm de aceite en una sartén grande. Freír las rebanadas de pan por ambos lados hasta que estén doradas.
Escurrir sobre papel de cocina y espolvorear generosamente el pan con la mezcla de azúcar y canela, mientras aún está caliente.
 

vendredi 1 avril 2022

Cours de conversation en espagnol du 1 avril

 1311. Contradicciones (sí, pero…)

Hoy hablamos de contradicciones.

Roi: Hola, Paco. ¿Qué tal?

Paco: Muy buenas, Roi. Muy buenos días, queridos oyentes. ¿Cómo estamos?

Roi: Pues, muy bien, aquí estamos. Pero bueno, Paco, antes de empezar el episodio de hoy, queríamos hablar un poquito de la guerra, ¿no? De la guerra en Ucrania; porque tú vives en Polonia, estás relativamente cerca de la frontera, a unas horas, más o menos. Entonces, quería preguntarte, ¿no? ¿Qué tal por ahí? Qué tal por Polonia, ¿cómo estás viendo esta crisis?

Paco: Vale, pues, Roi, me gusta que me preguntes sobre esto, porque... Bueno, podemos hacer un paréntesis y comentar un poco esto, ya que siempre estamos aquí para reírnos y para pasarlo bien, también lo vamos a hacer dentro de unos minutos. Pero es difícil obviar o no hablar de esto, y más aún, como bien dices, viviendo tan cerca y viendo la situación que está sucediendo en nuestro país vecino.

Roi: Claro. Entonces, tú que vives ahí en Polonia ya desde hace unos años, Paco, puedes ver... Pues, me comentabas el otro día, ¿no? Fuera de micrófono me comentabas, pues... todas las historias tristes, gente, bueno, de los millones de refugiados que están llegando a Polonia. De gente de Ucrania que vivía en Polonia pero se ha marchado a Ucrania a luchar en la guerra... Entonces, estás viendo la guerra bastante de cerca, ¿no? O al menos las consecuencias de la guerra.

Paco: Eso es, ¿no? Porque la cantidad de desgracias, de situaciones que están sucediendo en el país, en Ucrania, también las vemos por aquí. Y es muy triste que sucedan, y al final, pues, ves la cantidad de refugiados que llegan aquí, o los ucranianos que trabajan por aquí y se van para allá a luchar. O también ves cómo la gente, el pueblo polaco se está volcando con la ayuda, ¿no?, hacia los refugiados, familiares, amigos, conocidos, ayudando en todo lo que es posible. Entonces, son... son historias tristes, pero al mismo tiempo, bueno, tienes un poco de fe en la humanidad con esto.

Roi: Claro, porque al final se ve toda esa gente que está ayudando en todo lo que puede y aportando su granito de arena. Entonces, mucho ánimo para toda la gente en Ucrania que está sufriendo esta guerra. Y, de hecho, tenemos oyentes en Ucrania, así que, quizá algunos estáis escuchando esto. No hay palabras que podamos decir realmente, ¿no?, para que os sintáis mejor, no hay palabras que valgan para esta cosa tan terrible. Pero bueno, mucho ánimo para todos y... y esperemos que se acabe esta atrocidad, ¿no, Paco? Esperemos que cuanto antes la guerra acabe.

Paco: Esperemos que sí, esperemos que todo acabe pronto. Y... nada, yo desde aquí darle un abrazo muy fuerte, especialmente a un amigo que tengo de ahí, desde aquí aprovecho también para mandarle un saludo muy fuerte a mi amigo Artem, ¿vale?

Roi: Vale, pues, un saludo para él. Y, bueno, Paco, tenemos que dejar ya esta historia triste, porque... es nuestro trabajo, Paco, el trabajo de payasos que a veces hacemos. Y nuestro trabajo es un poco... sí, enseñar español, ayudar a la gente a que aprenda español y mejore su nivel; pero también entretener y hacer que la gente se divierta y hacer que la gente se ría. Y, entonces, ahora vamos a empezar ya con las bromas, vamos a empezar ya con algo alegre y vamos a intentar entretener a toda la gente para intentar evadirnos un poco de estos problemas.

Paco: Claro que sí, vamos a intentar desconectar. Y me ha gustado mucho eso que has dicho, que somos como payasos, algunas veces sí... Y orgullosos de ser payasos, ¿no?

Roi: Uhm, sí. A veces los payasos, pues, son muy importantes, ¿no?, para la gente que está sufriendo. Así que, Paco, hoy vamos a hablar de contradicciones. De hecho, ya el inicio de este episodio es una contradicción en sí misma porque hemos empezado hablando de algo muy triste, como es la guerra en Ucrania; y ahora vamos a empezar a hacer bromas, a reírnos. Entonces, es un episodio muy contradictorio, ¿no? Empiezas muy triste, muy triste, y vamos a acabar como riéndonos mucho.

Paco: Eso es. Bueno, al final la vida en sí misma es contradictoria.

Roi: Así es. Así que, vamos a hablar de contradicciones, de cosas que parecen

una cosa, pero luego son otra cosa, ¿no? O cosas que sí, pero no.

Paco: Sí, pero no, eso es. Vamos a echar unas risas con estas cosas, unas risas pero también vamos a indignarnos, porque hay cosas indignantes. Y esto es... nos ha venido la idea de hablar de esto debido a una situación que tuvimos, ¿hace un par de semanitas fue, Roi?

Roi: Uhm, sí...

Paco: Un par de semanas o tres, en un episodio en el que me puse a criticar lo que pasa en los supermercados, con las bolsas de plástico, con la cantidad de plástico que hay y la contradicción que hay en eso.

Roi: Claro. Y que tú, al final te esfuerzas, Paco, vas con tus bolsas, eh... eco friendly, tus bolsas reutilizables, luego llegas al supermercado y todo lleva plástico; entonces, te das cuenta de que tus esfuerzos no... no merecen la pena, porque no valen para nada casi.

Paco: Eso es. Somos como hormiguitas, hacemos pequeñitos esfuerzos, que al final no sabemos si valen para tanto o no, llevamos las mismas bolsas de hace ya unos cuantos años. Pero luego te das cuenta que el plástico nos rodea, está en todas partes. 

Roi: Sí, sí... Entonces, es... bueno, es absurdo, no lo sé. Pero bueno, hay que decir que en ese episodio, muchos oyentes dejaron comentarios. Y por cierto, en el futuro vamos a hacer un episodio utilizando los comentarios que habéis dejado los oyentes, así que, muchísimas gracias por los comentarios. Pero hoy, el episodio de hoy, tiene origen en uno de esos comentarios, en el comentario de Miguel. Y Miguel nos dijo que tu anécdota, Paco... la historia de que llevas tus propias bolsas al supermercado y luego todo está lleno de plástico, le recordó a una cuenta de Instagram que se llama “Sí, pero”, en inglés “Yes, but”. Y, bueno, Miguel nos dejó el enlace de la cuenta de Instagram, hemos echado un vistazo a las imágenes y están geniales, la verdad, hay muchas muy buenas. Y hemos pensado: “Oye, podemos hacer un episodio comentando algunas de estas imágenes que describen una contradicción que podemos vivir todos en el día a día”.

Paco: Claro, porque hay muchas contradicciones. Y, Roi, creo que, incluso, nosotros mismos somos una contradicción. Decimos que nos gusta esto, pero luego no lo hacemos; opinamos una cosa sobre un tema y luego cambiamos de opinión. Es bueno, incluso, ser contradictorio.

Roi: Bueno, no sé si es bueno...

Paco: Hay que ser flexibles, hay que adaptarse a las circunstancias.

Roi: Eso sí, hay que ser flexibles. Y a lo mejor, tú opinión de algo de hace tres años, ya no es la opinión que tienes ahora, y eso, puede estar bien, ¿no?, cambiar. Y a veces ocurren contradicciones porque tampoco podemos estar siempre pendientes al cien por cien de que todo lo que hacemos es coherente. Bueno, todos tenemos contradicciones, es lógico, es la vida. Y bueno, vamos a la primera imagen que hemos seleccionado; lo primero que hay que decir, ya lo dije antes, es una cuenta de Instagram que se llama “Yes, but”, es en inglés, y vamos a dejar el enlace, porque al final estamos describiendo imágenes de esta cuenta de Instagram que son de un diseñador gráfico. Así que, oye, estas imágenes las podéis ver en su cuenta de Instagram y podéis seguirlo, que está muy bien y hace muy bien contenido.

Paco: Está bien mencionar el trabajo del que nos estamos beneficiando... hay que ser justos.

Roi: Claro, porque al final, vale, estamos creando un podcast, pero bueno, estamos describiendo imágenes que ya han sido creadas por una persona muy creativa, hay que decirlo. Vale, pues, la primera imagen, Paco, la primera que hemos seleccionado, es precisamente tu vida es una representación de tu vida, ¿no?

Paco: La primera imagen es una imagen que realmente me indigna, es lo que hace que mis días sean más duros. Y es que, bueno, es una bolsa, una bolsa de tela, una bolsa biodegradable, y a la derecha tenemos esa bolsa biodegradable pero con mucho plástico en su interior, detergente... no sé, una botella de aceite. Diferentes cosas de plástico.

Roi: Claro. Entonces, bueno, no sé si lo hemos mencionado, pero en estas imágenes siempre se ven dos. Una imagen se ve lo que es lo que tú haces. Y en la otra imagen, al lado derecho, se ve la contradicción, el por qué lo que tú haces es un poco contradictorio. Entonces, como tú dices, ¿no? En una imagen la bolsa supereco friendly, y en la otra bolsa eco friendly llena de productos que no son... eco friendly, que no son buenos para el medio ambiente.

Paco: Me gusta esa palabra en inglés, eco friendly. ¿Pero en español cómo sería? ¿Cómo podríamos...? Quizás amigable con el medio ambiente.

Roi: Es que, no lo sé, yo dije esa porque no se me venía otra a la cabeza. Sí, buena para el medio ambiente, quizá, ¿no?

Paco: Respetuosa.

Roi: Ecológica.

Paco: Entonces... ahí está, queremos españolizar esas palabras.

Roi: Sí, pues, bueno, una bolsa ecológica, por ejemplo, ¿no? O buena para el medio ambiente.

Paco: Eso es. Pues, ahí tenemos la contradicción, queremos ser muy ecológicos, pero no lo seguimos a rajatabla, parece que nos cuesta, nos cuesta. O a lo mejor no es tanto nuestra culpa, también es culpa de los supermercados. Bueno, no sé, es un debate muy amplio. Pero, Roi, pasamos a la segunda imagen, porque tenemos una nueva contradicción, en este caso hablamos de correr, esta gente que corre por la ciudad tan alegre, que también... pues, eso, se cuida, quiere mantenerse en forma.

Roi: Claro. Gente muy... bueno, que tiene un estilo de vida muy saludable, entonces, a lo mejor sale a correr todos los días. Entonces, en la primera imagen vemos a una chica con ropa deportiva y que está como corriendo, vemos que está corriendo. Pero en la segunda imagen, que es la contradicción, Paco, podemos ver que esta chica está corriendo en medio de muchos coches, en una ciudad con mucha contaminación, con mucha polución. Así que, no sé si es tan sano.

Paco: Yo le recomendaría a esta chica que se quedase en su casa tirada en el sofá viendo una película, porque respirar esos humos, respirar ese dióxido de carbono no creo que sea muy bueno para los pulmones.

Roi: Pues sí, pues sí. Entonces, aquí otra contradicción, ¿no? Que a veces, bueno, hacemos una actividad saludable, como es hacer deporte, pero por el propio entorno, tiene un lado que no es saludable, en este caso sería respirar mucho... mucho humo de coches, de fábricas y de todo esto.

Paco: Entonces, aquí la solución quizás sea ir a correr al campo, o simplemente irse a un gimnasio. ¿Qué te parece?

Roi: Uhm, irse al gimnasio es una buena opción, a lo mejor ahí la calidad del aire es mejor y puedes hacer mucho deporte, ¿no? Puedes correr, puedes levantar pesas, puedes hacer muchas cosas. Pero el gimnasio también es un sitio donde puede haber muchas situaciones contradictorias, Paco, ¿a que sí?

Paco: Seguro, seguro que sí. Y esto lo dices por experiencia, ¿no? Porque yo sé que tú has ido mucho al gimnasio... En realidad, yo no puedo contar o hablar mucho de este tema, porque no tengo mucha experiencia. Pero quizás tú sí.

Roi: Sí, yo tengo más experiencia, he ido algunas veces al gimnasio. Y ahora vamos a hablar de una imagen, vamos a describir una imagen con una contradicción en la que yo me veo bastante representado, Paco.

Paco: Eh... venga. No sé, no sé lo que me vas a decir, cuéntame.

Roi: Vale. Pues, en la primera imagen se ve a una chica, de hecho, es la misma chica de antes, o parecida, porque ves esta imagen de una chica con unas mallas, un sujetador deportivo, es decir, ropa deportiva; y está levantando una pesa, está haciendo... no me acuerdo ahora el nombre de este movimiento. Pero bueno, está levantando unas pesas bastante... bastante pesadas parecen, Paco. Entonces, ves que está ahí esforzándose al máximo.

Paco: Lo está dando todo. Incluso, puedes ver esa cara con mucha intensidad, con mucha... no sé, chapó por ella.

Roi: Sí, sí, sí, se está esforzando muchísimo. Pero, en la segunda imagen, en la contradicción, se puede ver una mano pulsando un botón de un ascensor. Ay, ay, ay... esta chica que hacía tanto deporte llegó al gimnasio en ascensor. O quizá en su día a día utiliza el ascensor en lugar de las escaleras.

Paco: Uf, bueno, esto no es tan raro, Roi. La verdad, es que, conozco algunas personas que van al gimnasio y tienen el gimnasio quizás a unos diez minutos caminando.

Paco: Pero van en coche. Entonces, ¿qué pasa?

Roi: ¿Qué pasa, qué pasa? Y... me conoces a mí, ¿no?

Paco: He dicho: “Conozco algunas personas”. Roi, tú, tú eres de esos.

Roi: Sí, a ver, que conste que... cuando antes iba al gimnasio estaba a unos quince minutos caminando, ¿vale? Entonces, como no me sobraba mucho el tiempo, es cierto que... caía en esta contradicción, entonces, iba en coche al gimnasio y así me ahorraba diez minutos ir, diez minutos volver y me sentía más productivo. Pero claro, ir caminando hubiera sido lo mejor, porque... si hubiera ido caminando, hubiera hecho un poquito de ejercicio, que está muy bien para la salud.

Paco: Y luego cuando estabas en el gimnasio, ¿qué hacías? ¿Te ponías a caminar en la cinta?

Roi: Guau, eso sería la mayor contradicción del mundo, eh. No, hacía pesas, hacía pesas, pero... pero tienes mucha razón, eh. Y, de hecho, creo que esta es una contradicción enorme que mucha gente hace, ¿no? O... o en la que mucha gente se encuentra; porque muchísima gente va al gimnasio, se... bueno, está ahí dos horas haciendo muchísimo deporte. Pero luego tiene que elegir entre escaleras mecánicas o escaleras normales, y va por las mecánicas. Tiene que elegir entre escaleras o ascensor, y va por el ascensor. Y, claro, esos pequeños detalles pueden hacer que hagas mucho más ejercicio durante el día a día y va a ser buenísimo para tu salud. Entonces, es un poco contradictorio, creo yo.

Paco: Estas cosas siempre me han llamado la atención, porque últimamente, que, por ejemplo, estamos haciendo que nuestras casas sean más inteligentes. Entonces, no queremos levantarnos de la silla para encender la luz, o no queremos regar las plantas, así que, pues una maceta inteligente. Pero luego... queremos ir al gimnasio, o luego salimos de casa para hacer ejercicio, y en casa no queremos movernos. Esto es, vamos, esto es una vergüenza, me estoy indignando aquí, estoy poniéndome nervioso, Roi.

Roi: La verdad, es que, sí que... Bueno, los seres humanos somos espectaculares, ¿no? Somos increíbles, tenemos cada... cada cosa, porque es eso. Y yo soy un poco así, eh, veo estas tecnologías inteligentes de: “Ah, ya no tengo que levantar la persiana, puede ir automáticamente”. Entonces, ya me ahorro tener que tirar de la persiana para levantarla. Pero luego voy al gimnasio y tiro de una polea, ¿no? Que es lo mismo... Entonces, hombre... abre las persianas y ya no tienes que ir al gimnasio.

Paco: O esto de que ya, por ejemplo, no queremos barrer o fregar el suelo de nuestra casa, porque hay... o tenemos estos robots aspiradoras. Vale, bueno, también está bien un poco moverse por la casa... no sé, mover un poco un palo, mover los brazos... Bueno, he dicho palo, pero me refiero a la escoba o a la fregona.

Roi: Claro... Hombre, si intentas limpiar tu casa solo con un palo... sin nada más, no va a funcionar.

Paco: Es difícil, es difícil. No, bueno. Entonces, somos una contradicción, está bien que sea así, quizás... gracias a eso tenemos estas conversaciones tú y yo.

Roi: Claro, gracias a cómo el ser humano, podemos reírnos aquí y hablar de esta situaciones que... que a todos nos ocurren, unas u otras, pero todos acabamos siendo contradictorios en alguna ocasión en nuestra vida.

Paco: Totalmente, Roi. Quería preguntarte, tú tienes una mascota, tienes un perrito, ¿sí?

Roi: Sí, tengo una perrita.

Paco: Una perrita, ¿pero no tienes ningún gato?

Roi: No, no tengo gatos. De hecho, a mi perra no le gustan nada los gatos, así que, no sería posible, alguno de los dos, el gato o la perra, tendría que salir victorioso de esa pelea.

Paco: Uy, uy, uy... Vale, pues, entonces, te preguntaba esto porque nuestra siguiente contradicción está relacionada con el mundo gatuno, con el mundo de las mascotas. Y es que algunas personas les compran como plataformas o algunos juguetes... no sé muy bien cómo describir eso, pero una plataforma a la que los gatos se pueden subir. ¿Sabes a lo que me refiero?

Roi: Sí, sí, tienen varios niveles, es así de un material... agradable, como si fuera tipo alfombra o algo así; los gatos pueden subir, pueden restregarse, pueden saltar de un lado a otro. Están muy bien. Yo si fuera gato, Paco... me compraría esto.

Paco: Bueno, convencerías a tu dueño para que te comprase eso, porque tú como gato no tendrías dinero.

Roi: Cierto, cierto. Pobres gatos, eh, no tienen independencia económica.

Paco: Pues, claro... Los dueños compran esa plataforma tan chula y luego el gato no quiere subirse ahí, el gato prefiere jugar con una caja, meterse en una caja.

Roi: Así es. Tú te gastas un dineral en esta plataforma, que es la primera imagen, podemos ver la plataforma de los gatos. Y la contradicción, en la segunda imagen, es un gato metido en una caja de cartón que no vale ni tres euros.

Paco: Esto algunas veces pasa, ¿no? Le compras a tu perro algún juguete y luego quiere jugar con... con un palo.

Roi: Sí, así es. De hecho, yo, con nuestra perra, sí que es cierto que cuando le compramos juguetes juega con ellos y le gustan los juguetes. Pero también le gustan mucho, por ejemplo, mis chancletas, Paco, de hecho, muchas veces prefiere las chancletas a los juguetes. Entonces... da igual, es mejor que le des una chancleta y ya está, ¿sabes? Empieza a morderla, tirarla por ahí... Y se divierte muchísimo.

Paco: Pero si no me equivoco, creo que los perros son muy sensibles a los olores. Entonces, ¿tu perrita quiere jugar con tus chancletas?

Roi: Quizá es por eso, ¿no? Porque le huelen fuerte y le huelen como a un hueso de un animal muerto.

Paco: O a queso. No sé si a los perros les gusta el queso.

Roi: Uhm, a la mía sí, a la mía le gusta. Pues... bueno, me ha gustado esta pullita que me has lanzado, me ha hecho bastante gracia. Vale, pues, vamos ahora a la siguiente imagen. Y esta también es una imagen, Paco, en la que nosotros nos podemos ver un poco identificados. Porque en la primera imagen se muestra a un hombre, a un señor, con un portátil, sentado en una especie de hamaca en la playa, en una playa paradisíaca, así que, vemos a este tío trabajando en una playa paradisíaca, ¿no?, una playa maravillosa. Y está trabajando en bañador pero en la parte de arriba lleva una camisa, entonces, está bien vestido para la llamada... para la clase de español está bien vestido.

Paco: Lo que pasa, es que, no solo tiene una camisa, sino que también tiene una corbata; entonces, no sé si... esa clase de español va a ser demasiado oficial.

Roi: Así es como estás tú en la clase de español, ¿no, Paco? Tú estás en medio, pues, en la playa, estás en la playa, pero en la parte de arriba tienes una camisa y una corbata para ser un profesor elegante.

Paco: Por supuesto. La única diferencia, es que no llevo corbata, llevo pajarita, ya sabes que me gustan mucho las pajaritas; entonces, esa es la diferencia. Pero no, Roi, realmente... eso no es tan bonito como parece, eh.

Roi: No es tan bonito, porque ahora vemos la segunda imagen donde se ve un poco la contradicción. Y es que nos aparece la imagen de la batería del portátil que pone que le queda un tres por ciento y solo dos minutos. Así que, eso... tan maravilloso de trabajar desde la playa no es como se pinta en Instagram o en las fotos que la gente comparte, eso no se puede hacer.

Paco: Bueno, y ya no solo por la batería, al fin y al cabo, puedes llevarte una batería externa. El problema es que puedes encontrarte otros inconvenientes, por ejemplo, el sol o los mosquitos... Bueno, no sé si hay muchos mosquitos en la playa.

Roi: No lo sé... pero sí. Por ejemplo, el sol, yo el otro día intenté trabajar estando al sol, porque hacía sol, y dije: “Voy a ponerme al sol mientras trabajo”. No pude, Paco... lo intenté tres minutos, pero claro, cuando hace mucho sol la pantalla no se ve, no ves lo que hay en la pantalla.

Paco: Es que estas cosas están muy idealizadas, sí, todos soñamos contra trabajar, con nuestro portátil en la playa, en la piscina, con un cóctel. Pero la realidad es bien diferente; luego te molesta el viento, te molesta el sol, te molestan unos niños que están corriendo y tirándote arena a la cara.

Roi: Claro. Y no estás cómodo, al final, a mí me gusta tener mi escritorio con mi espacio, mi pantalla grande para poder ver bien las cosas. Claro, ¿tú qué pretendes? ¿Estar en una silla o en una hamaca con el portátil? Eso está muy bien para la foto de Instagram o si tienes que hacer algo en cinco minutos, pero trabajar unas cuantas horas es inviable, no se puede hacer.

Paco: Estoy contigo, no se puede hacer, dejémonos de idealizar algunas cosas. Y otra cosa que está muy idealizada en esta sociedad, es el tema de los tatuajes. Tú tienes quince tatuajes, si no recuerdo mal, Roi. Yo tengo uno, y... ¿Qué opinas de los tatuajes?

Roi: Bueno, Paco... Estás faltando a la verdad, eh, estás faltando a la verdad. Paco: No, no tienes quince, tienes...

Roi: Cuarenta y siete.

Paco: Cuarenta y siete, eso es... Eres un malote.

Roi: Pero todos en la nalga derecha, ¿vale?

Paco: ¿Cuarenta y siete en la nalga derecha? Tienes una nalga grande,

entonces.

Roi: O son pequeñitos los tatuajes. Bueno, es broma, yo no tengo ningún tatuaje, Paco. Y tú, creo que tienes... alguno, ¿no? Un par de ellos, si no me equivoco.

Paco: No, solo tengo uno, no soy tan malo como piensas. Roi: Claro... No eres malote, eres malito.

Paco: Solo tengo uno. Pero claro, hablamos de los tatuajes, porque aquí también nos encontramos algunas contradicciones. Por ejemplo, vemos una imagen en la que hay una persona que tiene una serpiente muy peligrosa o atacando en el brazo, en la mano también.

Roi: Tatuada.

Paco: Sí, sí, tatuada, no la tiene enrollada o enroscada por el brazo, no, no,

tatuada. Roi: Vale.

Paco: Pero... luego, en la segunda imagen vemos a esa misma persona siendo atacada por una serpiente y subida a una silla gritando, en pánico, realmente una imagen muy lamentable.

Roi: Claro, no sería lamentable si esta persona no tuviera ese tatuaje, porque tú puedes tenerle miedo a una serpiente, no hay problema. Pero claro, esta persona es la típica que se tatúa muchas cosas para dar mucho miedo, ¿no?, o que parece así... “Uy, cuidado, ese tío es muy peligroso, tiene muchos tatuajes de serpientes”. Pero luego... no, no es peligroso y no es nadie así... valiente, no es valiente, Paco.

Paco: Vale. Y, bueno, es normal tener miedo a las serpientes, pero, por favor, no te pongas un tatuaje de una serpiente. O, bueno, que haga lo que quiera, no quiero meterme en la vida de las otras personas, pero quizás sería más razonable que se pusiese como... no sé, que se pusiese en el brazo una mariposa... o un hámster.

Roi: Claro, algo más tranquilo.

Paco: Eso es. Algo más tranquilo, por lo menos, ¿no?

Roi: Sí, es eso, las contradicciones sobre los tatuajes. Porque al final la gente se tatúa a veces, ¿no? Sin pensarlo mucho, simplemente porque es bonito. Y... yo qué sé, lo típico que te tatúas unas letras japonesas o chinas, y crees que dice una cosa, pero luego en realidad dice otra. O te tatúas algo así como este hombre, ¿no?, muy peligroso; pero luego en realidad tú eres un cacho de pan, eres una persona super... no sé, adorable, amable... Pero luego vas tatuado con unos tatuajes que dices: “Uy, pareces peligroso, pero no”. Entonces, hay muchas contradicciones.

Paco: Por supuesto que sí, Roi. Eh... ya que hablamos de tatuajes. Estoy pensando en tatuarme la cabeza.

Roi: ¿Qué dices?

Paco: Ponerme pelo con tatuajes.

Roi: ¿Sí? ¿Existe eso? Bueno, sí, he visto algunas personas que se ponen como puntitos, pero no sé...

Paco: ¿Sabes por qué? Porque... es que, tengo problemas en la piscina, en la piscina no sé si ponerme gorro o no... porque es un dilema el que tengo.

Roi: Claro, porque al final, nos obligan a poner un gorro en la piscina para evitar que caiga... bueno, que se llene de pelo el agua.

Paco: Pero no nos ponemos protección en la barba, o en el pecho. Yo qué sé, en diferentes partes del cuerpo, solo en la cabeza. ¿Y si estamos calvos? ¿Qué pasa?

Roi: Claro, claro. Y al final, tú te lo pones o no te lo pones, Paco.

Paco: En alguna ocasión, en alguna ocasión. No tengo como una regla muy fija ahí, algunas veces me lo pongo, otras veces no. Es que, hablamos de esto porque es la siguiente contradicción. Pues, hablamos de la siguiente imagen en que... bueno, pues, se ve a un hombre calvo ahí, pues... junto con unos amigos, unos compañeros, unos familiares, y ellos tienen pelo, ¿vale? Muy bien. En cambio, luego cuando estos amigos y él van a la piscina, pues, los amigos se ponen el gorro, pero él no, él no se pone el gorro, se queda ahí, claro... ¿Para qué se va a poner el gorro?

Roi: Claro. Que, a ver, no es que sea una contradicción, ¿no? Pero es una situación así... curiosa, podríamos decir.

Paco: Claro. Entonces... las personas calvas, ¿qué deberían hacer, Roi? Según tu opinión.

Roi: Pues, según mi opinión, no deberían llevar gorro, porque no tiene sentido, es un engorro... podríamos decir. Para una persona calva es un engorro llevar gorro en la piscina, porque, ¿para qué? No tiene sentido ninguno.

Paco: Es un fastidio. Y, además, luego se quedan las marcas, no es algo tan cómodo... No sé, debería ver alguna legislación más estricta, porque... yo siempre voy con ese dilema a la piscina.

Roi: Y es normal, Paco, porque, de hecho, te voy a hablar de una persona que conozco, que también pues es un hombre calvo. Él fue a la piscina y dijo: “No me voy a poner el gorro porque no tengo pelo, entonces, no pasa nada, no hay posibilidad de que caiga pelo en la piscina porque ya... vengo de casa sin él, ¿no?”. Pues, él fue a la piscina, se metió y el socorrista, o la persona encargada de gestionar la piscina le dijo: “¡Oiga, póngase el gorro!”. Y él: “Pero si no tengo pelo...” — “Lo siento, son las normas”.

Paco: Son las normas, son las reglas. Y el socorrista, al fin y al cabo, lo que está haciendo es aplicar las reglas, no está haciendo nada malo.

Roi: Claro...

Paco: Pero, por favor, un poco de sentido común. No discrimines a los calvos

de esa manera.

Roi: Estás indignado, eh, Paco.

Paco: Sí, sí, sí. Hoy es el día de la indignación.

Roi: Sí, pero es... es absurdo, ¿no? Las reglas están bien, pero hay ocasiones en las que no hay que cumplirlas porque no tienen sentido, joe... Es que... de verdad, me enfado, yo también me enfado, Paco, porque esto me parece absurdo. Obligarte a ponerte un gorro cuando, si no tienes pelo, no vas a... echar pelo, ya está.

Paco: Como decía antes, esos gorros deberían ser obligatorios también para las barbas, porque cuidado, algunos llevan la barba muy larga.

Roi: Uhm, o para el cuerpo. Yo tengo bastante pelo en las piernas, por ejemplo... no me obligan a ponerme unas medias o un neopreno.

Paco: Imagínate... Entonces sí, por supuesto, desde aquí, desde Hoy Hablamos, empezamos esta iniciativa, vamos a ver si podemos cambiar estas reglas a nivel mundial... no solo de nuestra ciudad.

Roi: Por favor, que no sean tan estrictos con esto, que es una tontería. Pues, nada, Paco, estas son las imágenes que traíamos para hoy. Y, bueno, a lo mejor en el futuro podemos comentar otras.

Paco: O no... Vamos a ver.

Roi: O no...

Paco: Vamos a ver si... nos contradecimos.

Roi: Eso es. Y, queridos oyentes, si habéis pensado o se os ha ocurrido alguna contradicción que habéis vivido en vuestra vida, dejad un comentario en este episodio y contadnos vuestras anécdotas.

Paco: Ahí está. Las mejores anécdotas...

Roi: No, Paco, no hay coche, eh... Que ya... que ya... que no quiero tener que

ir andando, hombre...

Paco: No, no... Ya, ya... Siempre lo mismo, tenemos que cambiar. Bueno, pues, nada, Roi, llega el momento de despedirnos. Pero... vamos a intentar mejorar como personas y evitar estas contradicciones.

Roi: Sí, lo intentaremos, pero no lo conseguiremos, Paco, porque el hombre... el ser humano es contradictorio.

Paco: O sí, quizá lo conseguiremos, quiero llevarte la contraria, Roi. Roi: Me gusta, me gusta.

Paco: Nada, si quieres lo dejamos aquí y voy a desearte una buena semana por ahí.

Roi: Igualmente, lo mismo, Paco. Nos vemos la semana que viene. Cuídate mucho. Adiós.

Paco: Venga, un abrazo para todos. Hasta luego.

samedi 26 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 25 mars

 1309. La sequía en España

Hoy hablamos de la sequía en España.

La lluvia, qué cosa más simple y a la vez tan compleja, ¿verdad, oyente? Sabemos lo qué es la lluvia, todos hemos visto llover y es algo que sucede en la naturaleza sin que podamos controlar que ocurra y normalmente no le damos la mayor importancia. Bueno, en realidad la mayoría de las veces nos molesta porque nos arruina planes. Sí, la lluvia es ese tipo de cosas que no valoramos lo suficiente. Y antes te he dicho que no podemos controlar la lluvia, pero no es del todo cierto, no podemos controlar que llueva cuando queramos, pero sí que podemos hacer que no llueva, y de hecho, como humanos lo estamos consiguiendo, estamos consiguiendo que llueva menos debido al cambio climático. Entre muchas consecuencias del cambio climático, una es el aumento de la frecuencia de las sequías.

¿Qué es una sequía? El tema de la sequía es muy complejo, pero de manera fácil de entender podemos decir que hay sequía cuando un territorio sufre durante un tiempo extenso una falta de agua, ya sea por falta de lluvias, porque no se han manejado bien los recursos que había o porque se ha necesitado más agua de lo habitual. La sequía es como el cuento de Pedro y el lobo, ya sabes, ese cuento en el que Pedro decía que venía el lobo y era mentira, esto lo decía varias veces. Entonces, después de unas cuantas veces diciendo la mentira luego nadie lo creía y cuando era verdad, cuando el lobo llegó, nadie lo creyó. Y digo esto porque la sequía en realidad no llega de un día para otro, sino que es algo lento, que va ocurriendo poco a poco, y de repente, un día nos la encontramos de frente, pero es una amenaza que está latente. Y es que para que se produzca una sequía lo primero que tiene que pasar es que no llueva y esto lleva a que los embalses tengan menos agua, esto lleva a que la agricultura de secano empiece a notar las consecuencias, luego los regadíos y la producción hidroeléctrica y, por último, las consecuencias llegan a las ciudades, pues la sequía obliga a los ayuntamientos a aplicar restricciones sobre el consumo de agua de la ciudadanía. Este es el ciclo básico de cualquier sequía en un país desarrollado.

Lo que pasa es que España es un poco más complejo en esto de las sequías, porque dentro de nuestro país existen grandes diferencias climáticas. En el norte llueve bastante, pero el sur es bastante más cálido y seco, por ponerte un ejemplo. Es por eso que, aunque hablemos del país en su generalidad, es cierto que en España podemos distinguir varios tipos de sequías según el área al que afecte. De esta manera podemos hablar de sequías cantábricas, que son muy poco frecuentes y son las que se dan en la vertiente cantábrica o el noroeste del país; las sequías surestinas, que son las más habituales y son las que se dan en el sur; las sequías en Cataluña, que son cortas pero intensas; y sequías ibéricas, que afectan a la práctica totalidad del país y con una duración prolongada.

En el momento que preparamos este episodio, un par de semanas antes de publicarlo, España se encuentra en grave riesgo de sequía, ya que los pantanos hoy día tienen en torno a un 25% menos de agua de lo normal, y si se toma como referencia el periodo comprendido entre 1981 y 2010, ha llovido un 36% menos de lo normal y las previsiones a largo plazo no dan mucha esperanza. Estadísticamente el 75% de las lluvias en nuestro país se dan entre octubre y abril, una vez pasado el mes de abril es bastante difícil que llueva, y las previsiones dicen que en estos dos meses que quedan va a llover por debajo de la media. De hecho, uno de los puntos calientes de la sequía es la cuenca del Guadalquivir, donde ya desde noviembre está declarada la situación de sequía extraordinaria en el 80% de la cuenca. Pero esto no es ahora, sino que llevan en una situación complicada desde hace un año, no solo por la falta de lluvias sino también por la gestión que se ha hecho del agua. Otro punto donde ya se habla de sequía en España es en Alt Empordà, que se encuentra en Girona, donde la Agencia Catalana del Agua declaró en octubre la alerta por sequía en los 22 municipios que se proveen del acuífero de la zona.

Pero la situación de España con la sequía se da por varios motivos, no es solo la falta de lluvia. Es también que en España hay varios factores que hacen que las sequías sean viejas conocidas. Por un lado, las sequías son cíclicas y, por otro lado, hay un fenómeno climatológico que hace que en España se produzca esta falta de lluvias. El fenómeno del que hablamos es el conocido como la Niña que es un enfriamiento cíclico y anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial que provoca una falta de lluvias tanto en nuestro país como en otros países.

En nuestro país las sequías se dan de manera cíclica y, de hecho, en España se produce una sequía cada ocho o diez años aproximadamente. Y parece ser que esto tiene que ver con la situación geográfica de la Península Ibérica, ya que no solo estamos en una zona templada del planeta, sino que estamos en medio de una serie de masas, la fría del atlántico y la cálida de África.

De hecho, las grandes sequías a las que se ha visto España azotada fueron, por ejemplo, la que se dio entre 1749 y 1753 y que fue la primera gran sequía, donde pasaron cosas extremas como que se secara el río Tormes. La que se produjo entre los años 1944 y 1946 está considerada una de las peores que ha vivido nuestro país. Según la Agencia Estatal de Meteorología, los registros de lluvias ese tiempo fueron los más bajos desde que se tuvo constancia hasta 2003. Para que te hagas una idea, en esa sequía el río Ebro, que es el río más caudaloso de España, prácticamente desapareció. En la sequía que fue desde el año 1979 hasta 1983 pasaron cosas como que la ciudad de Sevilla cortaba el agua a sus ciudadanos unas 10 horas al día. La de los años 1991 a 1997 fue bastante grave y muchos municipios de España sufrieron restricciones de agua. Y fíjate cómo fue de grave la sequía que se llegó a plantear evacuar a la ciudad de Sevilla por la falta de agua. Y la última gran sequía antes de la que tenemos ahora fue en 2017 y en este caso algunos de los lugares más afectados fueron los que históricamente tienen más agua como Galicia o el País Vasco.

Y la gran pregunta es, ¿estamos preparados para afrontar una sequía? ¿Hay medidas para apaciguar una sequía? Después de la sequía de 1997 se creó un Plan Hidrológico Nacional en el año 2001, plan que contemplaba un sistema de indicadores de sequías, planes especiales y de emergencia e incluso medidas más drásticas, como el trasvase del Ebro, cosa que nunca se produjo pero que sigue creando polémica. Pero, según los expertos, este plan está un poco anticuado y necesita una renovación acorde con la situación actual donde, como dijimos antes, hay cosas como, el cambio climático, que están provocando menos lluvias. Además, como ya vimos, las medidas las tomamos una vez que nos encontramos de cara con la sequía, no con previsión. De hecho, algunas Comunidades Autónomas, como Andalucía, están tomando medidas para hacer frente a la falta de agua sobre todo en la agricultura y tarde o temprano llegarán las restricciones a los ciudadanos si sigue sin llover.

Según dicen los expertos uno de los grandes problemas que tenemos con el tema del agua en España es la mala gestión de la misma, y como dice Julio Barea, responsable del área de aguas de Greenpeace: “Parecemos Finlandia, autorizando cada vez más usos”. Y es que donde más agua gastamos en nuestro país es en los regadíos, ya que consumen el 80 % de agua embalsada. Estos cultivos se han ido modernizando en los últimos tiempos, pero como dice Leandro del Moral, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla: “No ha ido acompañada de una reducción neta del uso de agua (...) Lo que se ahorra con la modernización no se deja en los embalses, sino que sirve para aumentar la superficie de riego en otros lugares”. En definitiva, el catedrático concluye así: “No se gestiona bien un recurso que cada vez va a ser más escaso”.

Y lo cierto es que parece que estamos abocados a una sequía general que de forma particular ya está afectando a algunas zonas de España y que, previsiblemente, en el futuro cercano, provocará restricciones del agua para el uso humano. En esta ocasión parece que ya tenemos al lobo delante, pero sería interesante tomar medidas para que la próxima vez que llegue el lobo podamos enfrentarnos a él.

samedi 19 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 18 mars

 1301. Noticias en español


El método Kaizen: la regla del minuto que te ayudará a ordenar tu casa

Hay gente que conforme se hace más mayor empieza a gustarle más tener su casa ordenada, e incluso puede relajarse viendo programas de esos en los que ordenan cosas. De hecho, algunas personas dicen que el orden en casa es un reflejo de nuestro orden mental. Y de orden es de lo que va nuestra primera noticia de hoy.

Todos estamos de acuerdo en que ordenar la casa es algo que hay que hacer, pero también es verdad que para ordenar se necesita tiempo. Y es por eso que los japoneses han inventado un método de ordenar la casa que se basa en la regla del minuto y que se llama método Kaizen. En realidad este método es un método de trabajo centrado en la mejora continua, pero se puede aplicar al hecho de ordenar la casa. ¿Y en qué consiste este método? Se basa en el esfuerzo y la constancia, lo que busca es asimilar esas tareas de ordenar en poco tiempo y hacer que se convierta en un hábito. Para ello este método se basa en repetir una tarea durante 60 segundos todos los días hasta que se convierta en una rutina.

El padre de este método es Masaaki Imai y dice que para que esto se lleve a cabo y conseguir el éxito, es decir, conseguir que algo se convierta en un hábito, hay que tener en cuenta una serie de reglas antes de empezar. No buscar excusas, no perseguir la perfección, las dificultades despiertan la sabiduría, buscar las causas y las soluciones, corregir los errores y pedir ayuda a varias personas.

La primera fase de este método se llama Seire, y básicamente dice algo bastante obvio, que las cosas que no utilizamos son las que más desordenan, y por ello esta fase se basa en eliminar lo innecesario. La segunda fase se llama Seiton y una vez eliminado lo que no se necesita, tenemos que aplicar lo siguiente: "cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa". La tercera fase, Seiso, se inicia una vez ordenado todo, y es la limpieza. Esta fase se basa en la idea de seguir una rutina de limpieza todos los días para que sea más fácil y no se acumule suciedad. La cuarta fase es Seiketsu, que significa estandarizar, es decir, convertir los pasos anteriores en rutina diaria. Y la última fase es Shitsuke que significa disciplina, es decir, que cada día será más fácil y más eficiente el proceso de ordenar y limpiar si lo haces con disciplina.

Y como te he dicho antes, aunque este método en esta ocasión lo aplicamos a ordenar tu casa, en realidad se puede aplicar para mejorar cualquier aspecto de tu vida.

Los Oscar Fan Favorites: nueva categoría de los Oscar

Vamos con la segunda noticia. Hay una expresión que dice que nunca llueve a gusto de todos, que hace referencia a que nada en este mundo pone a todo el mundo de acuerdo. Y creo que una de las cosas en las que es humanamente imposible que se ponga el mundo de acuerdo es con las entregas de premios. De una de esas entregas de premios es de lo que vamos a hablar en nuestra segunda noticia de hoy.

La entrega de premios de la que vamos a hablar es de los Oscar y no miento si digo que siempre hay personas que no están de acuerdo con los premiados. Y claro, en ocasiones existe discrepancia entre críticos o académicos y el público en general. Aquí podríamos decir que el criterio de los críticos tampoco se puede juzgar, porque son muchas personas votando y tendrán sus razones para que sean esas películas las nominadas y no otras. También es cierto que hay muchas críticas a que las películas nominadas y premiadas casi siempre responden a unos estándares, y a la Academia de Hollywood le cuesta abrirse a otras opciones. Pero claro, esto tampoco quiere decir que porque una película sea muy taquillera sea muy buena y merezca más premios, no sé, es un tema complejo.

El caso es que la Academia es consciente de esta desvinculación de los premios y los gustos de la gente, cosa que ha hecho que las audiencias de los Oscar caigan en picado año tras año, y es por eso que han decidido inventarse algo nuevo para la gala de este año. Y es que han decidido abrir una votación al público y en la gala habrá un reconocimiento a la película más votada en Twitter, eso sí, quieren dejar claro que es un reconocimiento, en ningún caso es un premio oficial.

De esta manera, los usuarios de Twitter pueden votar su película favorita bajo el hashtag #OscarsFanFavorite y también seleccionar la escena con la que más disfrutaron este año con el hashtag #OscarsCheerMoment. Los mejores mensajes se pondrán en la gala, y entre los participantes se sortearán tres viajes a la ceremonia del año que viene y los ganadores podrán presentar un premio.

La vicepresidenta de la academia, Meryl Johnson, dijo lo siguiente: “Los Óscars son una oportunidad de unir a personas de todo el mundo con su amor por el cine y a través de estas actividades los usuarios de las redes sociales ahora tienen más oportunidades de interactuar con la gala en tiempo real, formar comunidad y ser parte de la experiencia".

Aunque bueno, también podríamos decir que parece más bien una medida desesperada para evitar que no baje la audiencia y poder recuperar al público. Está bien que el público vote, pero yo creo que el encanto de estas galas es no estar de acuerdo con las ganadoras y quejarse de los resultados, ¿no te parece?

El increíble negocio clandestino de un niño de 14 años en su colegio: "Está ganando diez euros al día"

Llegamos a la última noticia del día. Cuando echo la vista atrás y me acuerdo de mis años de instituto o incluso del colegio, pienso que el patio del colegio era una representación de lo que luego sería la vida. Personas que eran matones y conseguían cosas a base de miedo, personas que se sentaban en los márgenes del patio para no molestar, grupos grandes, grupos pequeños, personas que eran líderes y personas solitarias, en fin, una representación de lo que luego te encuentras ahí fuera. Y en la última noticia de hoy vamos a conocer la historia de un niño o un chaval que demostró que el patio del colegio puede ser el lugar perfecto para crear una startup.

Esta historia la hemos conocido por Mumsnet, un foro de internet para padres y madres, donde una madre ha contado la historia de su hijo de 14 años. La mujer ha explicado que su hijo "tiene más dinero en efectivo de lo que permite su cartera". ¿Y cómo lo ha logrado? Pues porque con sus 14 años vio que en el colegio había un nicho de mercado para un negocio y ha creado su propio negocio en el recreo y en el descanso de comida en su instituto. ¿Pero qué negocio ha montado? Un puesto de chucherías, oyente, así de simple. Si es que muchas veces la grandeza está en la sencillez.

Este chico se dio cuenta de que la mayoría de los alumnos llegan en autobús, este autobús los recoge en su casa y los deja en el instituto, pero no es su caso, él no va en el autobús, él va andando. Y se dio cuenta de que durante ese trayecto él puede hacer algo que sus compañeros no pueden, comprar chucherías. La madre nos cuenta esto: "Compra golosinas de camino al colegio y las vende al doble de precio a los que están dispuestos a pagarlas".

La verdad es que el chico es listo, porque ha visto un filón y ha logrado satisfacer una necesidad de sus compañeros, de tal manera que incluso le hacen pedidos. Esto nos cuenta su madre: "en las últimas tres semanas, su 'negocio' se ha expandido rápidamente y ya tiene muchos seguidores en la escuela, y actualmente está ganando unos diez euros al día. No puedo creer las cantidades".

Y lo más curioso de este tema es que una vez que la madre lo planteó, los demás padres no se escandalizaron ni nada parecido, sino que les pareció que era muy inteligente lo que estaba haciendo, y de hecho, están preocupados porque pillen al chico y le cierren sus actividades clandestinas de venta de chucherías. Pero lo cierto es que si se mira el reglamento del centro, parece ser que no hay nada que lo prohíba, así que no debería haber problema. Quizá el único problema que puede tener el chico es que el Gobierno se interese por sus actividades económicas y le pidan que cumpla con sus obligaciones fiscales como empresario, pero bueno, esperemos que no sean muy estrictos con él.

Lo cierto es que la única verdad es que esto confirma que el patio es un ejemplo de la vida, y en este caso tenemos al empresario que empieza por chucherías y puede terminar saliendo en la revista Forbes como uno de los empresarios del año. Quién sabe.

vendredi 11 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 11 mars

 1298. ¿Qué dirías en estas situaciones cotidianas?


Ahora, en este episodio, Paco y yo veremos qué podemos decir, qué palabras o frases podemos emplear en algunas situaciones cotidianas.
Hoy hablamos de frases y palabras cotidianas.

Roi: Hola, Paco. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Paco: Hola, Roi. Hola, queridos oyentes. Pues, eh... estoy aquí entusiasmado a ver qué nos depara este nuevo episodio. ¿Y tú, Roi? ¿Qué pasa? ¿Qué te cuentas?
Roi: Pues, yo también estoy muy bien, estoy muy bien. Pero para empezar, Paco, voy a... voy a ponerte en un dilema, o bueno, voy a mostrarte una situación y quiero que me digas que dirías tú en esta situación.
Paco: Vale, vamos allá.
Roi: Pues, imagínate que estás caminando hacia tu coche, has aparcado tu coche en la calle, estás caminando hacia el coche porque vas a ir a... a dar una vuelta con el coche. Y de repente ves un hombre que rompe la ventanilla, entra en tu coche y empieza a arrancarlo. ¿Qué le dices?
Paco: Le diría: “Disculpe, caballero. ¿Sería tan amable de dejar de intentar robarme el coche?”.
Roi: La verdad es que eres un tío educado, eh...
Paco: Le diría: “¡Hombre! ¡¿Qué haces?! ¡Voy a llamar a la policía!”. Bueno, como ves, me pongo nervioso porque me estoy imaginando en esa situación, me empezaría a temblar la voz... No sé ni siquiera si le diría nada, creo que saldría corriendo.
Roi: Bueno, pues, no lo sé. Pero hoy no vamos a hablar de ese tipo de situaciones, ya en un episodio del futuro sí que podemos hablar de situaciones más violentas o agresivas, qué cosas podemos decir, qué insultos podemos... podemos decir a estas personas, a estos ladrones. Pero hoy sí que vamos a hablar de algunas situaciones cotidianas, ¿no, Paco? De qué diríamos en unas situaciones muy cotidianas, muy normales.
Paco: Eso es, situaciones tan normales como ir a la panadería, ir a un restaurante, ir al mecánico, bueno, lo que sea, o que se nos ocurra dentro de un ratito. Pero antes de eso tenemos que decir un par de apuntes, ¿no, Roi?
Roi: Sí, sí, tenemos que... decir como un aviso, como cuando ponen en las que películas que son para mayores de dieciocho años o películas que contienen así escenas raras o imágenes que te pueden dar un ataque de epilepsia. Pues, al igual que en esos sitios ponen el aviso, nosotros también, para que no se malinterprete lo que vamos a decir, ¿no? Entonces, tenemos que decir hoy las palabras o las formas de expresarnos son cosas que diríamos nosotros, entonces no significa que todo el mundo lo diga así. Sí que mucha gente lo dice igual que nosotros, pero es algo personal.
Paco: Es personal porque, como hablábamos antes y hablamos el otro día en algún episodio, que tenemos cierta tendencia a utilizar el imperativo cuando pedimos algo, pero al mismo tiempo añadimos ‘por favor’, entonces, también somos educados. O simplemente elegimos un verbo o una estructura diferente a la que pueda elegir otra persona, claro, no somos robots todos somos diferentes.
Roi: Claro. No quiere decir que tú y yo, Paco, tengamos nuestro propio lenguaje que es exclusivo y que sólo nosotros en España hablamos de esta forma. No, pero solo quiere decir que si hay alguien que usa algo distinto a nosotros también puede estar bien, no significa que lo que nosotros digamos sea solo lo correcto sino que es una forma de decir las cosas y nosotros lo decimos de esta forma; pero otras personas pueden usar otros verbos, otras construcciones y todas pueden ser válidas.
Paco: Después de excusarnos, después de justificarnos... ¿Qué te parece si empezamos, si vamos al lío?
Roi: Vamos al lío, . Entonces, oyentes, si queréis sonar como Paco y Roi comprar o de pedir algo en un sitio, este es vuestro episodio.
Paco: No sé si recomendamos que la gente suene como nosotros... Bueno sí, sí, sí, igualmente, como decíamos vamos a ser educados y vamos a utilizar frases típicas. Así que vamos allá.
Roi: Vamos allá, vamos allá. Entonces, por ejemplo, típica situación supermercado, en el supermercado ¿no? Todos vamos al supermercado, entonces ahí hay momentos en los que tienes que hablar... es así.
Paco: Hay momentos en lo que hay que hablar; pero... ya ni siquiera eso, Roi, porque puedes ir al autoservicio, a la parte de autoservicio, entonces, no tienes que tener contacto con el dependiente.
Roi: Es verdad, tienes razón. Ahora hay las cajas estas automáticas, no sé cómo se le llama, pero donde te pasas tú tus propios productos, tú lees el código de barras con la máquina, le das al botón de pagar, lo haces todo tú, ¿ves? Esas máquinas en realidad las crearon para la gente que no sabe cómo relacionarse con... con la persona que está en caja ¿no? Entonces, dijeron: “Bueno, para esa gente que no sabe cómo relacionarse vamos a poner robots, que no hay que... no tienen sentimientos, no hay que hablarles”.
Paco: O para las personas más introvertidas. O para las personas que están viviendo en otro país y no saben el idioma, ya sabes.
Roi: También.
Paco: Entonces... sí, sí, sí, está muy bien.
Roi: Vale. Pues, Paco, eh... para esa situación no hay ningún problema. Pero si eres una persona muy tradicional y todavía vas a esas cajas en las que hay personas, imagínate que estás ahí con tus productos y ves que te llevas varios productos, varias cosas y necesitas una bolsa para llevarlos, que sabes que antes eran gratis y ya te las daban de forma automática, ¿no? Pero ahora, amigo, hay que pagarlas, entonces... ¿Qué le dices? ¿Cómo pides una bolsa a la cajera o al cajero?
Paco: Vale. Pues, eh... le pediría la bolsa diciéndole algo así como: “¿Me das una bolsita?”. Incluso con el diminutivo, no ‘bolsa’, sino ‘bolsita’; entonces: “¿Me das una bolsita, por favor?”.
Roi: Vale, me gusta, sí. “¿Me das una bolsa?”. “¿Me das una bolsita?”. Usamos el verbo ‘dar’, este es nuestro caso personal, ¿vale? A lo mejor otra persona dice: “Por favor, ponme una bolsita”. No sé, se pueden usar otras alternativas pero nosotros utilizaremos el verbo dar.
Paco: Y en realidad no es ‘dar’, porque normalmente no te dan la bolsa, no te la regalan, sino que tienes que pagarlas.
Roi: Claro, porque ‘dar’ suele significar que yo cojo algo y te lo entrego a ti pero no te pido nada a cambio, ¿no? Te lo doy, te lo entrego. Pero bueno, no sé, son estas cosas. ¿Pero sabes por qué es esto, Paco?
Paco: Porque en el pasado eran gratis, ¿no?
Roi: Claro, es que en el pasado no se cobraban, entonces, en el pasado te
daban las bolsas de plásticos, ahora no.
Paco: Eso sí, tenemos que hacerle un favor al medio ambiente y también a nuestro bolsillo. Y es que lo ideal no es pedir una bolsa, sino que lo ideal es llevar las bolsas de casa, eso es lo que suelo hacer yo; pero al mismo tiempo me genera cierta frustración... me genera cierta frustración, si me permites quejarme, porque... yo normalmente me llevo las bolsas al supermercado, ¿vale?
Roi: Sí...
Paco: Para no pedir más, no utilizar más. Pero luego te das cuenta de que en el supermercado todo, todo, todo está repleto de plástico... Así que, ¿cuál es la función? ¿Ganar dinero también con las bolsas de plástico? Porque nos damos cuenta de que no es una forma de ahorrar o de cuidar el medio ambiente... si todo está lleno de plástico en el supermercado.
Roi: Estás indignado, eh, Paco... Te veo enfadado.
Paco: Me he puesto rojo, necesito beber agua, estoy enfadado, sí, sí, sí...
Roi: Claro, el pobre Paco hace el esfuerzo de llevar sus propias bolsas para no tener que comprar bolsas de plástico; pero llega allí y está todo lleno de plástico... No sé, Paco.
Paco: Es indignante, realmente, sí, sí, sí. Estas empresas quieren culparnos a los consumidores, quieren que parezca que somos nosotros los culpables del cambio climático... Bueno, quizás también tenemos una parte de culpa, claro.
Roi: Todos sabemos que el culpable es Bill Gates, Paco. Yo siempre que... quiero buscar un culpable, el culpable es Bill Gates y ya está. Bueno, Paco, que este no es el tema del episodio de hoy...
Paco: No, no, que nos desviamos... Vamos allá.
Roi: Hoy no hablamos del cambio climático. Hoy hablamos de formas de decir cosas en situaciones cotidianas. Entonces, vale, ya... el verbo ‘dar’ para la bolsa es habitual, ¿no? Venga, Paco, vamos ahora a una carnicería. Quieres doscientos gramos de jamón. ¿Cómo los pides?
Paco: Venga, pues, seguimos hablando de cosas que afectan al cambio climático, Roi, muy bien. Vamos a la carnicería... Y es que...
Roi: Es jamón ecológico, eh, Paco... Entonces, no afecta al cambio climático.
Paco: De acuerdo. Sí, sí, sí... Muy bien. Pues, en este caso diría algo así como: “Ponme doscientos gramos de jamón. Ponme un kilo de...”, no sé, tampoco compro tantas cantidades... Pero de nuevo utilizaré aquí el verbo ‘poner’.
Roi: Sí, es muy, muy habitual. De hecho, es bastante común que en una carnicería o en un sitio donde te ponen cosas al kilo, te pregunten: “¿Qué te pongo?”. O: “¿Qué le pongo?”, si te tratan de ‘usted’. Así que, es bastante común el verbo ‘poner’. Si tienes dudas, el verbo ‘poner’ funciona.
Paco: Siempre funciona. Entonces, sí, eso es lo que diríamos, y siempre acompañado de ‘por favor’, claro. Entonces, Roi, ahora me toca a mí hacer una preguntita. Y es que, imagínate: estamos en la panadería y quieres pan, claro, vas a la panadería a comprar pan. ¿Cómo lo pides?
Roi: Pues, diría el verbo ‘poner’ también, eh... “Ponme dos barras de pan, por favor”.
Paco: ¿Y otra alternativa? Así buscamos otro verbo también.
Roi: Uhm... pues, diría: “¡Dame todo lo que tengas en la caja, rápido!”.
Paco: Ahí como ladrón... Pero... Roi, por favor, no robes, eso no está bien.
Roi: Vale, esto sería lo que diría en esa situación si yo quisiese robar la panadería, ¿vale? Si quieres robar la panadería dices: “¡Dame todo lo que tengas en la caja, rápido!”. Y puedes meter un insulto hacia la panadera o hacia el panadero, no lo voy a decir, pero... hay palabras fuertes. No, ahora en serio, eh... Podría decir: “Ponme dos barras de pan, porfa”. O también, bastante... de forma muy habitual, uso el verbo ‘querer’ en este contexto: “Quería dos barras de pan”. ‘Quería’, uso el pretérito imperfecto, ¿vale? Porque... solemos usarlo también para expresar cortesía. Que es un uso un poco raro, ¿no, Paco? Que confunde.
Paco: Suele confundir, especialmente con el condicional, ya sabes, ‘quería’, o ‘querría’, condicional. Pero... sí, es muy habitual utilizar el pretérito imperfecto. También, por supuesto, nadie te va a llevar a la cárcel si utilizas el condicional, simplemente va a parecer un poquito más formal, ¿no?
Roi: Sí, lo normal es el imperfecto, es ‘quería’, con una ‘R’, solo. ‘Querría’, con dos, es el condicional. Entonces, voy a la panadería y le digo: “Hola, quería dos barras de pan”, y ya está. Una forma muy sencilla de decirlo.
Paco: Pero se te ha olvidado algo clave, Roi. Roi: ¿El ‘por favor’?
Paco: El ‘por favor’, claro que sí...
Roi: Sí, a ver... A veces puedes no decirlo, si usas el pretérito imperfecto, ya es bastante cortés, entonces... podrías no usar el ‘por favor’; pero bueno, si lo pones, también está muy bien.
Paco: Tienes razón. Y es muy importante lo que has dicho, porque como comentamos en el pasado también, es importante el tono de voz, si suavizas la voces: “Quería... quería una baguette”. Algunas veces, pues, eso no va a ser necesario, el ‘por favor’.
Roi: Sí, la entonación es muy importante. Incluso si vas a robar la panadería: “¡Dame todo lo que tengas en la caja!”. Uf... estás siendo muy poco educado. Sin embargo, si tú vas y dices: “Dame lo que tengas en la caja, dámelo...”. Bueno, no sé... mi entonación no ha sido muy buena...
Paco: Ahí van a pensar que estás drogado o que te pasa algo, Roi.
Roi: Sí, puede ser... Bueno, vamos ahora con otra situación. Vamos a una farmacia, que este también es un sitio al que es mejor no ir, porque si vas a la farmacia es que tienes algún problema de salud o alguna cosa. Pero hay que ir, ¿no, Paco? Entonces, interesante, cómo hablamos, ¿no? Qué decimos cuando necesitamos un medicamento, una pomada o algún producto de la farmacia.
Paco: Vale, Roi, pues, nos vamos a la farmacia. Pues, en la farmacia, a lo mejor, no utilizaría tanto el verbo ‘dar’ o el verbo ‘poner’; pero sí un verbo tipo... ‘necesitar’. Por ejemplo: “Necesito un jarabe para la tos”.
Roi: Sí, o el verbo ‘querer’, también funcionaría bien: “Quería una jarabe para la tos”. Y, de hecho, yo, por ejemplo, no uso el verbo ‘poner’, en la panadería sí te diría: “¿Me pones dos barras de pan, porfa?”. O: “Ponme dos barras de pan, por favor”. Pero en la farmacia no me suena tan bien. “Ponme un ibuprofeno”, ¿no? “Ponme unos ibuprofenos”. No, porque “poner” es más de cosas que se miden al kilo, muchas veces; y claro, no compras medicamentos al kilo, no dices: “Ponme doscientos miligramos de morfina”. No es habitual pedir eso.
Paco: No es habitual. Sí, es cierto, a lo mejor vamos a tener más tendencia aquí a utilizar... eso, como decimos, el verbo ‘necesitar’, ‘querer’. Y tú también me has dicho antes que utilizas una estructura que está muy bien.
Roi: Sí, es algo curioso. Porque yo digo ‘necesito’, o el verbo ‘querer’, cuando voy a buscar algo que yo quiero en concreto. O tengo un problema y no sé muy bien qué necesito y le pregunto al farmacéutico. Pero si yo tengo la receta del médico, es decir, he ido al médico, el médico ha dicho: “Vale, pues... necesitas este medicamento”. Y, entonces, yo ya tengo esa receta, yo no uso el verbo ‘necesitar’, ni el verbo ‘querer’, digo una frase en concreto, Paco.
Paco: Qué ganas tengo de conocer esta frase, parece una frase mágica.
Roi: Es que es mágica, Paco, digo: “Wingardium leviosa”... No, es broma, esa es la frase que decía Ron Weasley en Harry Potter para hacer que una pluma se elevase por el aire. Pero... qué friki soy, eh, qué friki...
Paco: Qué friki, Roi... Qué friki. No, no, no, venga, a ver cuál es la frase.
Roi: Eh, pues, la frase es: “Venir a buscar”. Suelo usar esta frase porque... sé que voy ahí porque voy a buscar un producto, un medicamento que me ha recetado el médico, pero a veces no sé qué me ha recetado, claro, el médico te dice: “Te voy a poner iburufrinoesperemin...”. Que suena así a... hay medicamentos, Paco, que suenan a hechizo de Harry Potter.
Paco: Totalmente, estoy contigo.
Roi: Claro. Entonces, el médico me dice: “Bueno, te voy a poner un Wingardiumleviosar cada ocho horas”. Y, claro, yo luego no me acuerdo cómo se llama eso, entonces, llego a la farmacia y le digo: “Hola, venía a buscar un medicamento que me recetó el médico”. Entonces, le doy mi tarjeta sanitaria a la persona de la farmacia y ya lo mira en mi historial y dice: “Ah, vale, Wingardiumleviosar seiscientos gramos”.
Paco: Y tú es cuando respondes: “Sí, sí, esto, esto...”. Roi: “Eso, eso, sí, sí”.
Paco: Claro, repetir lo que ha dicho el farmacéutico, con esos nombres tan raros y largos, eso ya es demasiado... “Sí, sí, ponme uno de esos”.
Roi: “Sí, sí, eso, eso”. Claro, entonces, yo digo eso: “Venía a buscar”. Porque es como que está ahí el medicamento esperándome, ¿no? Porque como el médico lo ha recetado, es como que ya yo vengo a buscar esa cosa en concreto.
Paco: Esto... esto es todo un arte, lo de ir a la farmacia. Entonces, ¿cuándo voy a utilizar ‘vengo a buscar esto’, o ‘necesito esto’, ‘quiero esto’? Aquí necesitamos ir a... necesitamos estudiar un máster, ir a una universidad prestigiosa para saber lo que decir en una farmacia.
Roi: Sí. Pero bueno, que tampoco hay que volverse loco, si no sabes decir esto, llegas a la farmacia y dices: “Hola, quiero un medicamento”. Y ya está. No hay que complicarse, estos son pequeños detalles, pequeños consejos y curiosidades. Y bueno, Paco, eh... me duele un poco la garganta de grabar, ¿no? De hablar tanto. Entonces, me apetece algo para la garganta, me apetece una cerveza, ¿no?, que es muy buena para la garganta.
Paco: Bueno, Roi. Yo pensaba que me ibas a decir que necesitas un jarabe o un medicamento para la garganta, pero no, una cerveza.
Roi: Hombre, Paco, todo el mundo sabe, hasta los farmacéuticos lo saben, que el mejor remedio para el dolor de garganta es la cerveza. En general, es el mejor remedio para el dolor de todo, la cerveza cura todos los males.
Paco: Quizá los cura porque si tomas muchas te emborrachas y vas a olvidarte de esos males, es por eso.
Roi: Claro. Y funciona como un anestésico, ¿no? Si estás muy borracho sientes menos las cosas. Bueno, qué va, es broma, ¿no? No es bueno esto. Pero, vale, necesito una cerveza, Paco, entonces, quiero que tú me cuentes cómo pido una cerveza en un bar, ¿cómo hago esto?
Paco: Por supuesto, podemos volver al verbo de antes, que es muy habitual en los bares, en un entorno más coloquial, más informal, quiero decir. Entonces, podría decir: “Ponme una cerveza, por favor”. O... directamente, sin utilizar ningún verbo, el producto. Por ejemplo: “Una cerveza, por favor”. No queda raro.
Roi: Sí, entonces... Igual que antes, el verbo ‘poner’. “Ponme una cerveza” - “¿Me pones una cerveza, porfa?”. O simplemente dices: “Una cerveza, por favor”. Y ya está. Siempre buena entonación y el “por favor” ahí suma puntos.
Paco: Vale, pues, esto en el bar, en el bar. Pero... en un restaurante, ¿qué hacemos? ¿Lo mismo?
Roi: A ver, yo generalmente en el restaurante... generalmente digo los platos directamente, ¿no? Viene el camarero, pregunta: “Vale. ¿Qué van a tomar? ¿Qué va a ser? ¿Qué quieren comer?”. Y ahí yo digo: “Vale, pues... de primero un arroz con marisco y de segundo ternera con patatas, gracias”. Ya está.
Paco: Exacto, directamente con los platos... No nos complicamos mucho la vida ahí.
Roi: Soy un tío sencillo, Paco, no me complico. Y, por ejemplo, si es algo como para compartir entre varias personas, o digo directamente el plato, o uso el verbo ‘poner’ también, yo uso el verbo ‘poner’ siempre, casi siempre. Entonces, digo algo como: “Vale, pues, ponme unos calamares, una tortilla y... unas carrilleras”.
Paco: Y una cosita interesante, Roi, de nuevo, aquí incluso en restaurantes, estamos utilizando la forma de ‘tú’, no la forma de ‘usted’.
Roi: Sí.
Paco: Y... bueno, está bien, como ya hemos explicado anteriormente.
Roi: Claro, eh... lo hablamos en aquel episodio. También depende de la persona, ¿no? Si tú te consideras una persona más formal, te gustan las buenas formas, te gusta ser así muy, muy formal, pues, está bien usar ‘usted’. Nosotros somos unos... tú eres treintañero, Paco, yo soy casi treintañero, pero somos muy informales, somos muy coloquiales... Somos así. Por eso ya hemos hecho el aviso ese al principio.
Paco: Exacto. Pues, venga, vamos a cambiar de contexto, Roi, vamos a cambiar de entorno, porque dejamos el restaurante y nos vamos a casa, nos quedamos en casa porque imagínate que se te rompe un grifo y necesitas arreglarlo, estás ahí con problemas en la cocina... Bien, pues. ¿Qué haces? ¿Cómo pides ayuda?
Roi: Bueno, ya estás dando por hecho, Paco, que tengo que pedir ayuda, a lo mejor lo arreglo yo...
Paco: Bueno, es verdad, lo he dado por hecho porque yo no sé arreglar grifos, ni cambiar lámparas, ni todo esto. Entonces, yo pido ayuda.
Roi: Yo también, Paco, me hice el indignado, pero en realidad yo tengo que pedir ayuda urgentemente. Pues, mira, si tengo un grifo roto y necesito ayuda con urgencia, pues, llamaría al fontanero y le diría algo así como: “Hola, se me ha roto el grifo, está echando agua, entonces, necesito que vengan arreglarlo, es urgente, por favor. ¿Cuándo podrían venir?”.
Paco: Muy bien, Roi. Pues, aquí veríamos eso, primero la explicación del problema, claro. Luego el verbo ‘necesitar’, porque necesitas ayuda. Y, por último, una pregunta, por ejemplo, utilizando el condicional de ‘tú’ o de ‘usted’... “¿Cuándo podrías venir?”. O “¿Cuándo podría venir el técnico?”. Algo así.
Roi: Perfecto, pues, así es. Entonces, obviamente hay muchas más situaciones, hay más formas de decir las cosas y puede ser que un profesor de español os lo explique con otros verbos. Estos son los que utilizamos nosotros y... ¿Qué podemos decir más, Paco? Pues, animar a los oyentes. Si os ha gustado este estilo de episodio con situaciones y frases o palabras que se pueden usar en esas situaciones, dejad un comentario y haremos más episodios como este.
Paco: Eso eso. Y los mejores comentarios ganarán tu coche, porque, Roi, la otra vez fue mi coche, en esta ocasión será el tuyo.
Roi: Perfecto. Pues los mejores comentarios se llevarán mi coche, eso es. Entonces, ahí está, si queréis ganar mi coche imaginario, dejad un comentario y decidnos si queréis o no queréis más episodios como este. Y también dadnos ejemplos de situaciones. “¿Si tengo que ir al dentista qué diría para decirle que no me gusta lavarme los dientes?”. No sé... Situaciones así que os interese saber qué palabra o qué frase es la que nosotros usamos.
Paco: Ahí está, me gusta. A ver, a ver si hay participación ahí, a ver si tenemos situaciones un poquito locas también.
Roi: Eso es. Y aquí dejamos el episodio, Paco. Un placer como siempre. Paco: Un placer como siempre. Un saludo para todos.
Roi: Venga. Adiós.
Paco: Hasta la próxima.