samedi 26 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 25 mars

 1309. La sequía en España

Hoy hablamos de la sequía en España.

La lluvia, qué cosa más simple y a la vez tan compleja, ¿verdad, oyente? Sabemos lo qué es la lluvia, todos hemos visto llover y es algo que sucede en la naturaleza sin que podamos controlar que ocurra y normalmente no le damos la mayor importancia. Bueno, en realidad la mayoría de las veces nos molesta porque nos arruina planes. Sí, la lluvia es ese tipo de cosas que no valoramos lo suficiente. Y antes te he dicho que no podemos controlar la lluvia, pero no es del todo cierto, no podemos controlar que llueva cuando queramos, pero sí que podemos hacer que no llueva, y de hecho, como humanos lo estamos consiguiendo, estamos consiguiendo que llueva menos debido al cambio climático. Entre muchas consecuencias del cambio climático, una es el aumento de la frecuencia de las sequías.

¿Qué es una sequía? El tema de la sequía es muy complejo, pero de manera fácil de entender podemos decir que hay sequía cuando un territorio sufre durante un tiempo extenso una falta de agua, ya sea por falta de lluvias, porque no se han manejado bien los recursos que había o porque se ha necesitado más agua de lo habitual. La sequía es como el cuento de Pedro y el lobo, ya sabes, ese cuento en el que Pedro decía que venía el lobo y era mentira, esto lo decía varias veces. Entonces, después de unas cuantas veces diciendo la mentira luego nadie lo creía y cuando era verdad, cuando el lobo llegó, nadie lo creyó. Y digo esto porque la sequía en realidad no llega de un día para otro, sino que es algo lento, que va ocurriendo poco a poco, y de repente, un día nos la encontramos de frente, pero es una amenaza que está latente. Y es que para que se produzca una sequía lo primero que tiene que pasar es que no llueva y esto lleva a que los embalses tengan menos agua, esto lleva a que la agricultura de secano empiece a notar las consecuencias, luego los regadíos y la producción hidroeléctrica y, por último, las consecuencias llegan a las ciudades, pues la sequía obliga a los ayuntamientos a aplicar restricciones sobre el consumo de agua de la ciudadanía. Este es el ciclo básico de cualquier sequía en un país desarrollado.

Lo que pasa es que España es un poco más complejo en esto de las sequías, porque dentro de nuestro país existen grandes diferencias climáticas. En el norte llueve bastante, pero el sur es bastante más cálido y seco, por ponerte un ejemplo. Es por eso que, aunque hablemos del país en su generalidad, es cierto que en España podemos distinguir varios tipos de sequías según el área al que afecte. De esta manera podemos hablar de sequías cantábricas, que son muy poco frecuentes y son las que se dan en la vertiente cantábrica o el noroeste del país; las sequías surestinas, que son las más habituales y son las que se dan en el sur; las sequías en Cataluña, que son cortas pero intensas; y sequías ibéricas, que afectan a la práctica totalidad del país y con una duración prolongada.

En el momento que preparamos este episodio, un par de semanas antes de publicarlo, España se encuentra en grave riesgo de sequía, ya que los pantanos hoy día tienen en torno a un 25% menos de agua de lo normal, y si se toma como referencia el periodo comprendido entre 1981 y 2010, ha llovido un 36% menos de lo normal y las previsiones a largo plazo no dan mucha esperanza. Estadísticamente el 75% de las lluvias en nuestro país se dan entre octubre y abril, una vez pasado el mes de abril es bastante difícil que llueva, y las previsiones dicen que en estos dos meses que quedan va a llover por debajo de la media. De hecho, uno de los puntos calientes de la sequía es la cuenca del Guadalquivir, donde ya desde noviembre está declarada la situación de sequía extraordinaria en el 80% de la cuenca. Pero esto no es ahora, sino que llevan en una situación complicada desde hace un año, no solo por la falta de lluvias sino también por la gestión que se ha hecho del agua. Otro punto donde ya se habla de sequía en España es en Alt Empordà, que se encuentra en Girona, donde la Agencia Catalana del Agua declaró en octubre la alerta por sequía en los 22 municipios que se proveen del acuífero de la zona.

Pero la situación de España con la sequía se da por varios motivos, no es solo la falta de lluvia. Es también que en España hay varios factores que hacen que las sequías sean viejas conocidas. Por un lado, las sequías son cíclicas y, por otro lado, hay un fenómeno climatológico que hace que en España se produzca esta falta de lluvias. El fenómeno del que hablamos es el conocido como la Niña que es un enfriamiento cíclico y anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial que provoca una falta de lluvias tanto en nuestro país como en otros países.

En nuestro país las sequías se dan de manera cíclica y, de hecho, en España se produce una sequía cada ocho o diez años aproximadamente. Y parece ser que esto tiene que ver con la situación geográfica de la Península Ibérica, ya que no solo estamos en una zona templada del planeta, sino que estamos en medio de una serie de masas, la fría del atlántico y la cálida de África.

De hecho, las grandes sequías a las que se ha visto España azotada fueron, por ejemplo, la que se dio entre 1749 y 1753 y que fue la primera gran sequía, donde pasaron cosas extremas como que se secara el río Tormes. La que se produjo entre los años 1944 y 1946 está considerada una de las peores que ha vivido nuestro país. Según la Agencia Estatal de Meteorología, los registros de lluvias ese tiempo fueron los más bajos desde que se tuvo constancia hasta 2003. Para que te hagas una idea, en esa sequía el río Ebro, que es el río más caudaloso de España, prácticamente desapareció. En la sequía que fue desde el año 1979 hasta 1983 pasaron cosas como que la ciudad de Sevilla cortaba el agua a sus ciudadanos unas 10 horas al día. La de los años 1991 a 1997 fue bastante grave y muchos municipios de España sufrieron restricciones de agua. Y fíjate cómo fue de grave la sequía que se llegó a plantear evacuar a la ciudad de Sevilla por la falta de agua. Y la última gran sequía antes de la que tenemos ahora fue en 2017 y en este caso algunos de los lugares más afectados fueron los que históricamente tienen más agua como Galicia o el País Vasco.

Y la gran pregunta es, ¿estamos preparados para afrontar una sequía? ¿Hay medidas para apaciguar una sequía? Después de la sequía de 1997 se creó un Plan Hidrológico Nacional en el año 2001, plan que contemplaba un sistema de indicadores de sequías, planes especiales y de emergencia e incluso medidas más drásticas, como el trasvase del Ebro, cosa que nunca se produjo pero que sigue creando polémica. Pero, según los expertos, este plan está un poco anticuado y necesita una renovación acorde con la situación actual donde, como dijimos antes, hay cosas como, el cambio climático, que están provocando menos lluvias. Además, como ya vimos, las medidas las tomamos una vez que nos encontramos de cara con la sequía, no con previsión. De hecho, algunas Comunidades Autónomas, como Andalucía, están tomando medidas para hacer frente a la falta de agua sobre todo en la agricultura y tarde o temprano llegarán las restricciones a los ciudadanos si sigue sin llover.

Según dicen los expertos uno de los grandes problemas que tenemos con el tema del agua en España es la mala gestión de la misma, y como dice Julio Barea, responsable del área de aguas de Greenpeace: “Parecemos Finlandia, autorizando cada vez más usos”. Y es que donde más agua gastamos en nuestro país es en los regadíos, ya que consumen el 80 % de agua embalsada. Estos cultivos se han ido modernizando en los últimos tiempos, pero como dice Leandro del Moral, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla: “No ha ido acompañada de una reducción neta del uso de agua (...) Lo que se ahorra con la modernización no se deja en los embalses, sino que sirve para aumentar la superficie de riego en otros lugares”. En definitiva, el catedrático concluye así: “No se gestiona bien un recurso que cada vez va a ser más escaso”.

Y lo cierto es que parece que estamos abocados a una sequía general que de forma particular ya está afectando a algunas zonas de España y que, previsiblemente, en el futuro cercano, provocará restricciones del agua para el uso humano. En esta ocasión parece que ya tenemos al lobo delante, pero sería interesante tomar medidas para que la próxima vez que llegue el lobo podamos enfrentarnos a él.

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