1332. Expresiones incomparables
Hoy hablamos de expresiones incomparables.
¿Cómo vamos a ver las frases que hemos preparado para hoy? Pues, como siempre, en contexto, con una historia que tiene como protagonistas a dos amigos que se comparan con otras personas. Los protagonistas son Yolanda y Carmelo. Ya sabes, presta especial atención a las frases que contengan la palabra clave del día, en esta ocasión, comparación, o cualquier otra palabra de la familia léxica. ¡Vamos allá!
“Yolanda y Carmelo son dos amigos que están en la edad del pavo; están en la adolescencia. Como a cualquier persona, más aún en la adolescencia, a estos amigos les gusta compararse con otros. A Carmelo le gusta compararse con Pol, un compañero de clase que tiene un gran talento tocando instrumentos. A Carmelo le gustaría tener su habilidad. En cambio, Yolanda, suele compararse con Mireia, una chica muy talentosa con los deportes. Hace unos días, Yolanda y Carmelo hablaban sobre ellos: “Amigo mío, sabes que soy buena nadando, pero ni punto de comparación con Mireia, me gustaría ser tan buena como ella, parece un delfín en el agua”, a lo que Carmelo le respondió: “Yolanda, en realidad no sabes nadar, ¿por qué dices que eres buena en natación? ¡La última vez que te metiste en la piscina tuve que rescatarte!”. “Es verdad, Carmelo, tengo que mejorar, pero déjame soñar”, le dijo Yolanda. Por su parte, Carmelo le dijo a su amiga: “Aunque toco bien el piano, tengo que seguir mejorando para acercarme al nivel de Pol. Pronto estaré a su nivel”. Yolanda, le respondió: “Carmelo, deja de decir tonterías, llevas tocando el piano dos semanas, no sabes ni leer una partitura”. “Bueno, Yolanda, no te rías de mí, acabo de empezar, pero sabes que aprendo rápido”, contestó Carmelo. Los amigos continuaron reflexionando y animándose. Carmelo decía: “Bueno, es verdad que las comparaciones son odiosas, todavía tenemos mucho que mejorar, pero pronto podremos alcanzar el nivel deseado, solo necesitamos seguir con esta motivación y trabajar duro”, y Yolanda continuaba: “Exacto, en comparación con ellos aún no somos buenos, pero en poco tiempo esto cambiará. Ayer mismo empecé a tomar clases con un monitor de natación. Se llama Miguel Fels, es muy bueno, así que pronto empezaré a ver los resultados”. Carmelo, sorprendido al escuchar que Yolanda había contratado a Miguel Fels, le dijo: “¿En serio? ¿Miguel es tu monitor? Ese hombre es incomparable, es el rey de la natación en el barrio, no hay nadie mejor que él. Voy a abandonar mi sueño de convertirme en un gran músico, a partir de mañana voy contigo a entrenar, mi nuevo objetivo será convertirme en el próximo Miguel Fels”.
Vale, parece que Carmelo cambia de objetivos muy rápidamente, va a dejar aparcado su sueño de convertirse en músico para convertirse en nadador. Muy bien, Carmelo, sigue buscando tu camino en la vida. Y Yolanda, ojalá que muy pronto tú también nades como un delfín.
Dicho esto, vamos a ver las frases o construcciones vistas en esta historia. Han sido cinco, así que, ¡vamos a por ellas!
Compararse con
La primera construcción tiene el verbo reflexivo compararse y la preposición con. Como resultado tenemos compararse con y la hemos visto en este fragmento de la historia: “A Carmelo le gusta compararse con Pol, un compañero de clase que tiene un gran talento tocando instrumentos. A Carmelo le gustaría tener su habilidad. En cambio, Yolanda, suele compararse con Mireia, una chica muy talentosa con los deportes”.
Carmelo se compara con Pol, mientras que Yolanda se compara con Mireia. Aunque parece obvio, la estructura compararse con significa medirse con otros, es decir, analizar algo o a alguien y establecer sus semejanzas o diferencias.
Veamos algún ejemplo más. Imagínate, estás fuerte y tienes unos bíceps muy grandes, tan grandes como mi cabeza. No obstante, tu vecino tiene unos bíceps más grandes que los tuyos. Entonces, es posible que te compares con tu vecino, que compares tus bíceps con los suyos. Recuerda, ¡el tamaño no importa!
Ni punto de comparación
Bromas aparte, vayamos a por nuestra siguiente estructura del día. En este caso, hablamos de la frase ni punto de comparación. Esta frase la encontramos en el siguiente fragmento: “Amigo mío, sabes que soy buena nadando, pero ni punto de comparación con Mireia, me gustaría ser tan buena como ella, parece un delfín en el agua”.
Ni punto de comparación es una frase utilizada para cosas o personas muy distintas entre sí, habitualmente cuando se habla de su calidad. De esta manera, decimos que dos elementos no tienen nada en común para ser comparados, especialmente en lo referido a la calidad.
Por ejemplo, si me dan a elegir entre una buena tarta de chocolate o un plato de brócoli, tengo que decirte que para mí la elección es muy fácil, no hay ni punto de comparación entre estas dos opciones, me quedo con la tarta de chocolate.
Otro ejemplo. Eres una persona enamorada de la playa, así que en caso de que tengas la opción de elegir entre playa o montaña, dirás: “La playa es mucho mejor, ni punto de comparación, la playa es la mejor opción de todas para las vacaciones”.
Las comparaciones son odiosas
Dicho esto, vamos a por la tercera frase del día. En este caso, hablamos de: las comparaciones son odiosas. En la historia, se decía lo siguiente: “Bueno, es verdad que las comparaciones son odiosas, todavía tenemos mucho que mejorar, pero pronto podremos alcanzar el nivel deseado, solo necesitamos seguir con esta motivación y trabajar duro”.
Esta es la manera de animarse que tienen Yolanda y Carmelo. Aún no tienen el nivel de sus admirados Mireia y Pol, pero tienen la esperanza de que esto cambie algún día.
¿Qué quiere decir esto de que las comparaciones son odiosas? Pues esta es una frase que viene a decir que no conviene comparar nada, porque cada cosa o cada persona tiene sus propias características y si te comparas, siempre vas a poder encontrar a alguien mejor que tú en todo, siempre habrá gente mejor que tú y esto te puede desmotivar. Yolanda y Carmelo no se deberían comparar con Mireia y Pol, porque aunque tengan distintos niveles, todos tienen buenas cualidades, simplemente unos tienen esas cualidades más desarrolladas que los otros.
Volviendo al ejemplo del que te hablaba antes, el ejemplo de la playa y la montaña. Es posible que las comparaciones sean odiosas entre la playa y la montaña; ninguna opción es mejor que la otra, simplemente cada una tiene sus puntos a favor y también sus puntos en contra.
En comparación con
Y bien, vayamos a la cuarta frase del día. En este caso, tenemos una estructura similar a la primera que hemos visto hoy, similar a compararse con, pero, en este caso, no tenemos un verbo pronominal, un verbo reflexivo, sino que tenemos un nombre comparación, precedido y seguido de dos preposciones. Hablamos de en comparación con. Hemos oído esto cuando Yolanda decía lo siguiente: “Exacto, en comparación con ellos aún no somos buenos, pero en poco tiempo esto cambiará”.
No hemos incluido esta estructura por su dificultad ni por ser especial, simplemente es una estructura que a algunos estudiantes se les resiste y queríamos revisarla. Aquí, también vamos a comparar dos elementos. Veamos un par de ejemplos.
Para algunas personas, un bocadillo de jamón es mejor que un bocadillo de chorizo. Entonces, podemos decir que, para esas personas, un bocadillo de jamón es muy sabroso en comparación con uno de chorizo.
Imagínate ahora que has montado dos armarios en casa; uno en el salón y otro en el dormitorio. Bien, pues en caso de que el armario del salón esté mejor montado, podrás decir: “En comparación con el armario del dormitorio, el armario del salón está muy bien montado”. Espero que el armario del dormitorio resista y no se derrumbe en mitad de la noche… ¡Qué miedo!
Ser incomparable
Y, por último, hablamos de cosas incomparables. Vamos con la frase ser incomparable. Una frase que hemos oído aquí: “¿En serio? ¿Miguel es tu monitor? Ese hombre es incomparable, es el rey de la natación en el barrio, no hay nadie mejor que él”.
Evidentemente, algo o alguien que es incomparable, no se puede comparar. Podemos decir que algo o alguien incomparable no se puede comparar, no es equiparable, especialmente por tener cualidades muy buenas.
Pongámonos en situación. Estás en un hotel de cinco estrellas y estás disfrutando muchísimo de la estancia. Si es la mejor experiencia que has tenido jamás en un hotel, podrás decir que esa experiencia es incomparable a cualquier otra experiencia que hayas tenido antes.
Un ejemplo más. Tienes un amigo genial, maravilloso. Siempre te ha apoyado y nunca te ha fallado. De esa manera, indudablemente, se puede decir que ese amigo es incomparable, es decir, es un amigo fantástico y no se puede comparar con ningún otro.
Bien, no está bien que lo diga, pero… ¡nos ha quedado un episodio incomparable! Vale, a lo mejor estoy exagerando, pero esperamos, al menos, que ahora puedas utilizar estas palabras relacionadas con las comparaciones de una manera más natural. Ahora, antes de acabar, podemos recordar lo que hemos practicado hoy. Se trata de: comprarse con, ni punto de comparación, las comparaciones son odiosas, en comparación con, y por último, ser incomparable.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire
Remarque : Seul un membre de ce blog est autorisé à enregistrer un commentaire.