Tous les vendredis de 18h00 à 19h00 au 108 rue de Bourgogne à Orléans, j'anime des cours d'espagnol, sous la forme d'un atelier de conversation.
Vous retrouvez sur ce blog tous les documents réalisés et utilisés pendant ces séances.
El escritor estadounidense Charles Dudley Warner dijo: “La excelencia de un regalo reside en su conveniencia y no en su valor.” Precisamente de regalos es de lo que vamos a hablar en el episodio de hoy.
Si lo piensas, los regalos son algo que tiene mucha magia. Es algo que alguien se ha preocupado de buscar y comprar específicamente para una persona, y luego lo ha envuelto con todo el amor para que no se sepa qué es hasta el momento en que se abre. Está envuelto para mantener el misterio y la sorpresa. Y las caras de la gente cuando abre los regalos… eso es un placer infinito. Esa ilusión, esa sorpresa, darse cuenta de que alguien se ha acordado de aquella cosa que nombraste una vez, sentir que quien te ha hecho ese regalo te conoce casi mejor que tú mismo. Es pura magia y puro amor. Así que, si te parece, hoy vamos a hablar de eso, de los regalos, porque seguro que estás comprando regalos para Navidad.
Vamos a ver qué nos dice el diccionario. ¿Cuál es la definición de regalar que aparece en el diccionario? “Dar a alguien, sin recibir nada a cambio, algo en muestra de afecto o consideración o por otro motivo”. Vamos a repasar una vez más lo que dice: dar algo a alguien sin esperar nada a cambio. La verdad es que es una definición preciosa, ¿no te parece? Preciosa, pero… creo que no es real del todo. ¿Por qué digo esto? Porque estoy seguro de que a todos nos pasa lo mismo: buscamos el regalo perfecto, pero, aunque estemos convencidos del regalo, siempre hay una duda: ¿le gustará? Por eso, cuando entregamos el regalo, siempre decimos cosas como “espero que te guste”, “si no te gusta se puede cambiar” o “lleva el ticket regalo”. Entre el momento en que entregamos el regalo y la persona en cuestión abre el regalo, hay unos segundos de tensión, donde tu mente piensa: ¿me habré equivocado?
Además, la definición dice que no esperamos nada a cambio pero, seamos realistas, a veces, cuando haces regalos, esperas que en el futuro la otra persona piense en ti y te haga un regalo de similares características, ¿no? Si a tu pareja le regalas unos calcetines y ella te regala un buen reloj, quizá tu pareja se quedará un poco decepcionada, porque los calcetines, aunque están bien, es un regalo un poco simple.
Qué cantidad de emociones hay alrededor de los regalos, ¿verdad? De hecho, hay estudios científicos en torno al acto de regalar y de que te regalen. ¿Qué pasa en nuestro cerebro? Fíjate que en nuestro cerebro ocurren una serie de reacciones químicas donde entran en juego la dopamina, la serotonina, las endorfinas o la oxitocina.
Por ejemplo, la oxitocina, que es conocida como la “hormona social”, está presente en nuestras relaciones sociales o en relaciones de confianza con otras personas. Se libera en situaciones como cuando damos un abrazo o cuando damos un regalo. La serotonina también se libera para proporcionarnos bienestar, y, por ejemplo, se libera cuando estamos tranquilamente escuchando música. La serotonina cobra importancia cuando recibimos un regalo, ya que ese regalo hace que nos sintamos importantes, que nos sintamos bien y, así, aumenta nuestro nivel de felicidad. Evidentemente, y tal como decíamos antes, la ciencia confirma también esa sensación de estrés y ansiedad que provoca el no saber si a la otra persona le va a gustar su regalo.
Vamos a hacernos ahora la pregunta más crucial de todas: ¿existe el regalo perfecto? Y para responder a esta pregunta, primero permíteme que te haga yo a ti una pregunta. Tómate unos segundos y piensa: ¿cuál ha sido el mejor regalo que te han hecho en tu vida? Lo sé, es más difícil de lo que parece responder a esto. ¿Lo tienes ya? Yo pienso en algunos regalos que recibí cuando era un niño, como juguetes o también recuerdo unas Navidades en las que mis padres me regalaron mi primera bicicleta. En cuanto a tu regalo, oyente, no puedo saber cómo era tu regalo favorito ni qué era. Pero lo que sí puedo intuir es que, cuando recibiste ese regalo, sentiste que la persona que te lo hizo te conocía bien, te había escuchado y observado y sabía que ese regalo era lo que necesitabas, lo que querías o algo que iba completamente con tu personalidad.
Sobre el regalo perfecto también hay muchos estudios, y vamos a ver algunas de las características que tiene el regalo perfecto. Una de las claves es que solemos pensar que un buen regalo es aquel en que nos gastamos mucho dinero, y en realidad, el dinero no tiene nada que ver con esto. El regalo perfecto tiene que ver con escuchar, observar, empatizar y prestar mucha atención a los intereses del otro. Sobre todo, poner los intereses del otro por encima de los tuyos. Porque, seamos sinceros, hay gente que compra un regalo que piensa que está genial, pero viéndolo desde su punto de vista. Tenemos que ponernos en la piel de la otra persona para poder hacer un buen regalo.
Está claro que, para no fallar nunca, se puede regalar exactamente lo que te han pedido. Eso es un acierto seguro, por mucho que a ti no te guste lo que estás regalando. Aunque es verdad que esto también quita un poco la magia de los regalos, porque la persona ya sabe exactamente lo que va a recibir. Tengo sentimientos encontrados sobre este tema, porque, por un lado, me parece práctico hacer una lista de cosas y que la gente te regale esas cosas, pero, por otro lado, me parece que se pierde la sorpresa y la emoción. Y sí, también elimina la decepción de cuando nos regalan algo que no nos gusta, pero, eso es la vida, ¿no? Alegrías y decepciones. Creo que esto está bien cuando eres niño, porque pides un juguete que te hace mucha ilusión recibir, pero cuando eres adulto hace que se pierda la gracia de recibir un regalo.
Otro de los errores que se suelen cometer es hacer regalos basados en la espectacularidad y la sorpresa al abrirlos. Está muy bien ver la cara de sorpresa, pero no siempre es lo fundamental. Quizá decidiste regalarle un dron a tu hermano, sin embargo, no suele hacer muchas fotografías ni vídeos. Es espectacular, sí, pero no siempre algo espectacular es el mejor regalo.
Una gran duda que hay a la hora de hacer regalos es: ¿regalos materiales o experiencias? Una vez más, depende de la persona. Yo soy de la opinión que las experiencias son los mejores regalos. Al regalar experiencias, se regala algo más. No estoy hablando solo de cosas loquísimas de aventuras, sino también de entradas para un concierto, una noche de hotel, una cena, una actividad o cualquier experiencia que se te ocurra. Y si queremos que la ciencia avale nuestro regalo, debes saber oyente que hay bastantes estudios que afirman que somos más felices cuando gastamos nuestro dinero en experiencias que en productos, así que regalar experiencias puede hacer más feliz a la otra persona.
Sin duda, otra de las cuestiones fundamentales a la hora de que un regalo sea perfecto es que sea un regalo sentimental. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que hay regalos que pueden ser muy baratos o muy pequeños, pero que hacen referencia a los sentimientos o a los recuerdos de la persona que lo recibe. Entonces, no siempre “caro” es igual a “buen regalo”, a veces un pequeño detalle puede tener un montón de carga sentimental y puede ser un regalazo.
Si lo piensas bien, no hay buenos o malos regalos así en general; hay buenos y malos regalos para cada persona. Lo básico cuando regalamos es simplemente pensar en la persona a la que le vas a regalar, de la misma manera que esperas que piensen en ti cuando te regalan. Lo maravilloso es que, cuando alguien abra tu regalo, te mire pensando: “me conoces perfectamente”, y no pensando: “no me conoces nada.” Así que, oyente, a la hora de regalar, observar, escuchar y empatizar es un acierto seguro.
Mires donde mires hay decoración navideña, los supermercados están llenos de turrones y polvorones, en cada esquina o centro comercial hay un Papa Noel o Santa Claus y las calles tienen su iluminación navideña. En tu empresa y en tu grupo de amigos hay que ponerse de acuerdo sobre la cena de Navidad, en tu familia te preguntan cómo vas a organizarte para los días especiales y te entran sudores fríos cada vez que piensas en los gastos que suponen estas fiestas. Se escuchan villancicos, haces y recibes regalos, y puede que hasta te pongas algo de ropa con motivos navideños. Sí, es diciembre y eso solo significa una cosa, es el mes de la Navidad. Pero ten en cuenta, que la Navidad es en diciembre, pero empieza mucho antes, concretamente el 1 de noviembre. Ese día es el que Mariah Carey dice oficialmente que ha llegado la ahora: “It’s time!”, y publica, como cada año, su vídeo con la canción All I Want for Christmas is You. Como estamos en diciembre nos vamos a meter de lleno en el espíritu navideño y vamos a dedicar este tema del mes a hablar de costumbres navideñas. Hablaremos de muchas cosas a lo largo del mes, pero en este primer episodio vamos a hablar de algunas costumbres navideñas de España. Eso sí, como vamos a dedicar todo el mes a hablar de costumbres navideñas, en este primer episodio no entraré tan en detalle en todas.
Lo primero de lo que vamos a hablar es cuándo empieza la Navidad. ¿Te pasa, oyente, que sientes que la Navidad llega cada vez antes? Tranquilo, no estás solo, es una sensación común, y ciertamente, no es una sensación, es una realidad. Tiene nombre, se llama Christmas creep, que podríamos traducir como “adelanto navideño”.
Según diferentes estudios, el adelanto de la Navidad es una realidad, y tiendas, empresas o incluso el sector musical, como en el caso de Mariah Carey, cada vez adelantan más la venta de productos navideños. Los datos dicen que desde finales de octubre o principios de noviembre la Navidad nos empieza a bombardear. En España, y en muchos países, el pistoletazo de salida es el fin de Halloween, momento en que se pasa de calabazas y disfraces a turrones y gorros de Papa Noel. Y por cierto, adelantar tanto la Navidad no es tan positivo, porque cuando llegan los días de Navidad muchas veces ya estamos hartos de la Navidad.
En España tenemos muchas costumbres navideñas, esos pequeños rituales que repetimos año tras año y que en sí mismos significan Navidad.
Empecemos por la decoración. Una decoración prácticamente universal es el árbol de Navidad, costumbre que también tenemos en España. Y podríamos decir que decorar el árbol es todo un arte. Solo tienes que ir a una tienda donde vendan decoración navideña para darte cuenta de que hay infinitas posibilidades. Para empezar, ya hay diferentes tipos de árboles, pero además hay muchos tipos de adornos: bolas, cintas, luces… Hay un montón de cosas que puedes colgar en el árbol.
Evidentemente, hay un mundo también para la decoración de la casa. Yo nunca he decorado el exterior de mi casa, pero en España muchas personas ponen luces y otros elementos decorativos en el exterior de su casa. Incluso a veces podemos ver algunas “guerras” entre vecinos, que compiten amistosamente a ver quién tiene la mejor decoración navideña.
Nosotros también tenemos otra decoración, que es el Belén o también conocido como el Nacimiento. Es una representación del momento del nacimiento de Jesús. Y ahí se colocan las figuras de la Virgen María, San José, el propio Niño Jesús, y los Reyes Magos. Pero ojo, los belenes es algo de mucha tradición en España y hay belenes famosos que se van a visitar y hay rutas para ver diferentes belenes en las ciudades españolas. Otra versión del belén son los belenes vivientes, que también son una representación del nacimiento de Jesús pero con personas reales.
¿Dónde nace esta tradición? Pues mira, para el inicio de la representación de los belenes hay una fecha concreta, el año 1223. Parece ser que Francisco de Asís llegó a Greccio, en Italia, después de peregrinar por Tierra Santa. En su afán de evangelizar a la población, que en su mayoría era analfabeta, pidió permiso al papa Honorio III para representar este belén en una cueva cerca de la ciudad. Tenía que pedir permiso porque estaban prohibidas las representaciones religiosas por aquel entonces. Se cree que la tradición llegó a España a través de religiosos que venían de Italia, sobre todo de Nápoles y Sicilia.
Para nosotros, en España, la Navidad en sí comienza el día 22 de diciembre. ¿Qué pasa este día? Pues es el día de los sueños, de las ilusiones… Es el día del sorteo de la lotería nacional, más conocido como “el Gordo”. Aunque es un sorteo de azar como muchos otros, hay que decir que es una tradición muy arraigada en España y prácticamente todo el mundo compra algún décimo, que es como se llaman a estos billetes de lotería. Incluso yo, que nunca juego a la lotería, en Navidad me animo y siempre juego algo solamente por la tradición. Eso sí, hay algunas personas que gastan cientos de euros en lotería, yo no, yo solo gasto unos pocos euros. Una cosa es la tradición y otra es tirar el dinero.
Bueno, ¿y cuánto puede tocar en este sorteo? Porque viendo que los españoles le damos tanta importancia, será una cantidad desorbitada. Pues la realidad es que no es un premio tan grande. Hay varios premios, pero el Gordo, el mayor premio, es de 400.000 euros al décimo. A ver, es mucho dinero, por supuesto, pero no te vuelves millonario. ¿Y sabes qué es lo típico que suelen hacer los españoles cuando ganan el premio? Pagar la hipoteca. También es típico irse de viaje, pero el sueño de poder pagar la hipoteca de la casa para vivir sin deudas es una de las mayores motivaciones para jugar a la lotería.
El día de la lotería es un ritual. Muchas personas ven el sorteo en directo por la televisión e incluso algunas acuden de forma presencial. Creo que para los españoles es uno de los días de más ilusión del año y todo el mundo está pendiente de los números que salen.
Unos pocos días después, el 24 de diciembre, llega el gran momento de la Navidad: Nochebuena. Para muchos es la noche más especial del año. Es una noche en la que la familia se reúne en torno a la mesa, compartiendo una cena riquísima, recuerdos, risas… En mi familia, por ejemplo, antes teníamos la tradición de juntarnos en casa de mis abuelos. Ahora que ya no están lo hacemos en casa de mis padres o de mis tíos, depende del año. Al día siguiente es el día de Navidad, donde también comemos con la familia y se abren los regalos por la mañana.
Después, tenemos unos cuantos días de descanso, hasta el 31 de diciembre, el día de Nochevieja. Este día tiene un carácter diferente, más festivo y ya no solo celebramos con la familia, sino que está más enfocado a celebrarse con amigos. Es una noche más festiva, más de discoteca, brindis, abrazos y, por supuesto, las famosas doce uvas. En España, tenemos la tradición de comer 12 uvas durante los últimos segundos del año. Es una tradición para tener suerte en el año nuevo. Y no es tan fácil como parece, porque hay que comer las uvas en muy poco tiempo, al ritmo de unas campanadas y el principal objetivo es no atragantarse. Aunque llevo toda mi vida haciéndolo, reconozco que hay años en los que no consigo terminar las uvas a tiempo.
Después de las uvas, muchas personas salen de fiesta a celebrar con amigos, aunque otros prefieren quedarse en casa con la familia. Yo siempre salgo con mis amigos de fiesta cuando acaba la cena.
En la mayoría de los países, la época de Navidad acaba el día 1, el día de Año Nuevo. Pero en España aún nos queda un poco de fiesta, y puede que nos quede una de las fiestas más importantes ¿Qué fiesta es esta? Los Reyes Magos.
¿Quiénes son los Reyes Magos? Son el equivalente en nuestro país de Santa Claus, es decir, las personas que traen regalos a las casas españolas. Son Melchor, Gaspar y Baltasar y hacen referencia a los tres Reyes Magos que, siguiendo la estrella de Belén, llegaron al portal de Belén, adoraron al Niño Jesús y le regalaron oro, incienso y mirra.
El día de los regalos es la noche del 5 al 6 de enero, pero en realidad todo empieza mucho antes. Todo se inicia cuando se hace la carta a los Reyes donde tienes que pedirles los regalos. Cuando eres pequeño es una carta real, de mayor, seguramente, sea enviar mensajes a algún grupo de WhatsApp.
Luego llega el estrés infinito de ir a comprar los regalos, cosa que muchos españoles, como buenos españoles que somos, lo dejamos para el último momento.
Una de las últimas tradiciones es ver la cabalgata la tarde del día 5. Ese día, las calles de todas las ciudades españolas se llenan con las cabalgatas de los Reyes, donde van pasando carrozas y los Reyes lanzan caramelos a los niños. Después todo el mundo se va a cenar con la familia en la noche de Reyes. Al día siguiente, por la mañana, es cuando ocurre la magia: los Reyes han pasado y los regalos se acumulan debajo del árbol de Navidad. Es momento de abrir regalos y de ser inmensamente felices.
Esa mañana se come el tradicional Roscón de Reyes, que es una especie de bollo que puede ir relleno o no, y que por encima lleva frutas escarchadas. La gracia de este postre es que dentro lleva dos regalos, un rey y un haba. A quien le toque el haba, paga el roscón. Por eso yo nunca como roscón, no quiero arriesgarme a tener que pagarlo. Es broma, sí que lo como, mi espíritu goloso supera mi espíritu tacaño. Bueno, y con el último trozo de roscón, con los papeles de los regalos ya en la basura, se acaba la Navidad en España.
Se que hoy se reunirán como cada viernes así que les dejo este mail conversando con ustedes a la distancia, pero con una partecita de mi corazón allí.
En primer lugar quiero agradecerles por la despedida que me han regalado… me sentí muy feliz y lo disfruté mucho. Sabrán que para un argentino “una reunión de amigos” es siempre motivo de dicha y festejo así que GRACIAS GRACIAS GRACIAS!
Les cuento que en este momento estoy en el aeropuerto de Milán pronta a embarcar rumbo a casa ❤️… Me voy con el corazón gordito de Alegría porque he conocido la tierra en la que nació mi abuelo: Ardesio en Italia… un lugar que me ha enamorado con su belleza y la simpleza de su gente. Les comparto alguna imagen a través de Marie Clair porque son pesadas para enviar por este medio.
Existen pueblos o tribus de las cuales tenemos imágenes preconcebidas y una idea un tanto romantizada de cómo viven o de cómo es su cultura. Si te digo “esquimal», seguramente tú me dirás “iglús”, personas que se besan con la nariz o que tienen 40 palabras diferentes para la palabra “nieve.” Pues bien, todo lo que te acabo de decir es una gran cantidad de errores que proceden del imaginario colectivo y de un enorme desconocimiento del pueblo del que vamos a hablar hoy. El primer error es que no se llaman esquimales, es un término que ellos consideran ofensivo. Se llaman inuit, y ahora vamos a conocerlos un poco más.
Soy consciente de que te has quedado pensando en eso de que no sea correcto llamarlos “esquimales”. Tranquilo, oyente, que te lo voy a explicar ahora mismo. Pero antes, vamos a ver quiénes son los inuit.
Inuit es el nombre común que se usa para definir a distintos grupos indígenas que habitan en el norte de Canadá, Alaska, Rusia y Groenlandia. Podríamos decir que se da este nombre a las personas que viven en el Ártico, no a un solo grupo, ya que dentro de los inuit hay varios grupos étnicos distribuidos en diferentes zonas, cada uno con su propio dialecto del idioma inuit, que es el inuktitut.
Se estima que hoy en día hay una población de unos 160.000 inuit en una extensión total de 8.200 kilómetros de longitud. Ya que estamos hablando del idioma, vamos a ver qué significa esta palabra. “Inuit” significa en su idioma “la gente” o “los humanos”, y el singular de esta palabra, que sería “inuk,” significa “hombre” o “persona».
Hablemos ahora de por qué este grupo rechaza el uso del término “esquimal”. Pues mira, oyente, inuit es cómo se hacen llamar a sí mismos, es el nombre que han usado siempre. “Esquimal” es el nombre que han usado otros pueblos para referirse a ellos y muchos de ellos consideran la palabra “esquimal” como un término ofensivo, que era usado por los colonizadores. No está claro el origen de la palabra, pero una explicación sería que la palabra “esquimal” podría tener origen en otra palabra que significa “el que come carne cruda”. Hay que puntualizar que no todos los pueblos del Ártico se identifican como inuit, ya que, por ejemplo, los yupik de Alaska y Siberia no se identifican como inuit porque su cultura es distinta, ellos son yupik. Para simplificar hablaremos en general de inuit en este episodio.
A pesar de que a los inuit no les gusta que los llamen esquimales, la realidad es que español todavía se usa bastante este término porque desconocemos el significado y la historia y connotación ofensiva detrás de la palabra. En otros lugares donde hay más contacto con este pueblo o donde reside este pueblo, como en Canadá, cada vez se usa menos el término esquimal.
Es un pueblo que habita una de las zonas más extremas del planeta, lo que nos plantea la pregunta de cómo llegaron allí y cuál es su historia. Los inuit llegaron al Ártico norteamericano aproximadamente hace unos 4500 años, procedentes de Asia, más concretamente de Siberia. Parece ser que los antepasados de los inuit cruzaron el estrecho de Bering y se asentaron en esas tierras de Norteamérica. Sobre el año 1000, surge en Alaska la cultura Thule, que se extiende hasta Groenlandia. Ese es el origen de lo que más tarde conoceríamos como inuit, son sus ancestros. A partir de ahí, los inuit se distribuyen en 21 grupos tribales por toda la zona, convirtiéndose en la etnia más extendida geográficamente.
Este origen común es lo que hace que los diferentes grupos tengan muchos puntos y características en común. Decíamos antes que todos los dialectos o lenguas que hablan proceden de una familia común, la familia de lenguas esquimo-aleutianas.
Algo muy interesante de los inuit es que todos tienen rasgos físicos comunes, rasgos que les han permitido adaptarse al frío y sobrevivir en esas condiciones extremas. Por ejemplo, son bajos, robustos y de miembros muy cortos, todas estas características les permiten mantener mejor el calor. A mí esto de que los cuerpos vayan cambiando para adaptarse al entorno es algo que me sigue alucinando. Además, sus pestañas son más espesas de lo normal y sus ojos son rasgados para protegerse del reflejo del sol en el hielo.
Ahora que mencionamos el hielo, es el momento de destruir el mito de que los inuit tienen 40 nombres para describir la nieve. No es cierto. ¿De dónde sale ese mito? Lo voy a resumir. Todo empieza en 1911, cuando el lingüista y antropólogo alemán Franz Boas dijo en su libro Handbook of North American Indians que los inuit tenían cuatro palabras para “nieve.” Decía: “Encontramos una palabra, aput, que expresa nieve sobre el suelo; otra, qana, nieve cayendo; una tercera, piqsirpoq, nieve a la deriva; y una cuarta, qimuqsuq, nieve arrastrada por el viento.” Lo comparaba a cómo el inglés tiene varias palabras para hablar del agua según su estado, como lluvia, rocío, ola y espuma. Ese fue el origen. A partir de ahí, otra persona, Benjamin Lee Whorf, utilizó este artículo como referencia para decir que había más palabras para “nieve” y dejaba la puerta abierta a que existieran aún más. Así, el mito creció hasta llegar a exageraciones como las de las 40 palabras.
Pero ya que estamos, vamos a hablar un poco del idioma inuit, que nos dará otra explicación de por qué se cree esto. Resulta que, como vimos, no hay una sola lengua, sino que cada grupo habla variantes de una misma lengua. Una cosa importante es que esta lengua es aglutinante. ¿Qué quiere decir esto? Que, al igual que en alemán, en esta lengua se van juntando todas las cosas que se quieren decir en una palabra. Si quieren decir “camino de nieve,” unen “nieve que cayó” con “camino.” Si quieren decir “tormenta de nieve,” unen “tormenta” con “nieve que cae ahora.” De ahí la posible confusión respecto a tantas palabras, cuando en realidad las raíces comunes para “nieve” son solo tres: qaniɣ (nieve cayendo), aniɣu (nieve caída) y apun (nieve sobre el suelo). Evidentemente estoy pronunciando muy mal este idioma porque es complicado, es mejor ver escrito esto que estoy diciendo.
Algo característico de este pueblo es que es un pueblo nómada. Nunca han desarrollado una agricultura, que es lo que suele llevar a los grupos a dejar de ser nómadas y asentarse en un lugar. Los inuit no desarrollaron una agricultura por razones obvias. En el hielo no se dan muy bien los tomates. Las condiciones climáticas tan extremas no permiten cultivar. Son nómadas y su forma de alimento se basa en la caza, por eso se mueven siguiendo las migraciones de los animales que cazan, siendo los más habituales los caribúes, osos, ballenas y focas. La caza es fundamental para su subsistencia, no solo por el alimento, sino porque aprovechan absolutamente todo del animal: para vestirse, para construir sus viviendas o incluso para hacer herramientas.
Siempre se ha creído que los iglús eran la vivienda habitual de los inuit, pero en realidad es un tipo de vivienda que solo se utilizaba de manera muy puntual y temporal durante los inviernos. La vivienda más habitual de los inuit es una construcción hecha de piedra y turba (un tipo de material orgánico). Tiene una estructura de huesos de ballena, colmillos de morsa o maderas arrastradas por la corriente. Una cosa curiosa de estas estructuras es que se construyen sobre una plataforma y se accede a ellas a través de un túnel subterráneo para que el aire frío se quede ahí y no pase a la vivienda. En verano, sus viviendas son una especie de tiendas de campaña construidas con pieles de animales estiradas.
Los inuit se estructuran en familias, y cada miembro de la familia tiene una función específica. Tienen un gran sentido de solidaridad con el grupo. De hecho, uno de los grandes males para los inuit es el egoísmo. No hay un jefe como tal, pero se suele reconocer como líder al mejor cazador o al que demuestre sabiduría y capacidad para dar consejos a su comunidad. Eso sí, esta persona no impone nada; solo se limita a hacer sugerencias.
Los roles masculinos y femeninos son los clásicos: el hombre caza y suministra alimento, y las mujeres cocinan, curten las pieles, fabrican la ropa y mantienen ardiendo la lámpara de aceite. Esta tarea no es poca cosa, ya que mantener una llama que permite cocinar, calentar, iluminar, curtir las pieles y demás en medio del Ártico es algo fundamental.
Sus creencias vienen determinadas en gran medida por su modo de vida. Es decir, tener que vivir en esas condiciones tan extremas, la supervivencia, pasar por épocas de hambruna, depender de la caza y de las condiciones climáticas ha influido en sus creencias. Tanto sus creencias como su estilo de vida han estado enfocados en mantener un equilibrio entre el mundo espiritual y el mundo natural. Son animistas, es decir, creen que cada cosa existente en la naturaleza tiene su anua o inua, que significa “señor, persona o espíritu”. Por eso tienen una gran veneración al mundo animal y realizan numerosos rituales para el éxito de la caza. Sin embargo, sólo el chamán tiene el poder de vincularse con el anua y pedirle favores en los rituales.
Los inuit no lo han tenido fácil, pero el clima no ha sido su único gran problema. El contacto con otras culturas también ha representado un desafío. Vivieron solos durante mucho tiempo, hasta que sus territorios empezaron a interesar a otras personas. Han tenido que enfrentarse a desafíos como la llegada de la modernidad y la obligación de reagruparse en ciudades para mejorar sus condiciones de vida. Imagina el impacto que tuvo eso. Fue terrible, y para el año 1960 se cree que la mayoría de los inuit habían sido despojados de su hogar. Esto generó malestar, especialmente en generaciones posteriores, y aumentaron mucho las tasas de suicidio, que se multiplicaron por diez, alcanzando los 458 casos por cada 100,000 personas en los años 2000.
Desde hace tiempo, luchan por mantener su propio territorio, sus costumbres y su forma de vida. Uno de sus grandes logros ha sido la creación de Nunavut, un territorio propio en Canadá que se consiguió en el año 1999 y que significa “Nuestra tierra”.
Otro de los grandes desafíos es el cambio climático, ya que su territorio, su hogar, el hielo que es su casa, se está deshaciendo. De hecho, los líderes inuit son de las voces más activas y reivindicativas en la lucha contra el cambio climático.
Y hasta aquí hemos llegado con la historia de los inuit, un pueblo sobre el que está claro que hemos tenido muchos mitos, pero que, sin duda, si algo le caracteriza, es la fuerza y la capacidad de adaptación para sobrevivir.
4 historias de resiliencia que muestran la dimensión de la tragedia tras la DANA en Valencia
Ha pasado una semana desde que las peores inundaciones en décadas azotaran la costa de España dejando más de 200 muertos, un número aún indeterminado de desaparecidos y miles de damnificados.
BBC Mundo viajó hasta Valencia, la provincia más impactada por la DANA que provocó torrenciales lluvias arrasando todo a su paso.
En este video te contamos 4 historias de resiliencia que muestran la magnitud de la tragedia.
Oyente, si has estado viendo las noticias o periódicos las últimas semanas, es muy posible que hayas leído alguna noticia sobre España, noticias que han llegado a otros países y que han sido mencionadas en medios internacionales. Lamentablemente, en este caso, la noticia de la que vamos a hablar es un hecho trágico que ojalá no hubiera pasado y ojalá no se estuviese hablando de España en los medios internacionales por esto. Hoy vamos a hablar de la terrible catástrofe natural ocurrida hace un par de semanas en una parte de España, la catástrofe de la DANA. Una dana es algo así como un temporal muy fuerte.
Hay un día que quedará marcado para siempre en nuestras mentes: el 29 de octubre de 2024, el día en que una dana arrasó varios pueblos de la Comunidad Valenciana. Y en este caso, usar el verbo arrasar no es una exageración, ya que la destrucción que ha provocado este temporal ha sido inmensa. Solo tienes que ver las imágenes del suceso para hacerte una idea.
Los efectos terribles también se sufrieron en Castilla-La Mancha y Andalucía, pero la peor parte, sin duda, se la llevó Valencia. Por el momento, la cifra de muertos es de 214 personas y el número de desaparecidos es de 32. Cifras que hacen que, sin duda, esta sea la peor catástrofe natural a la que se ha enfrentado esta comunidad y este país en las últimas décadas.
Todo esto viene provocado por una dana que hizo que lloviera de tal manera que en algunas zonas hubo una acumulación de 491 litros por metro cuadrado en apenas ocho horas, y en otras muchas se superaron los 300 litros por metro cuadrado. Soy consciente de que los datos así, sin poner ejemplos o comparaciones, pueden no dar una visión clara de lo que significan. Mira, te lo diré de otra manera: en tan solo tres horas y veinte minutos llovió lo mismo que en todo un año en esa zona. Imagínate, en cuestión de 3 horas, llovió lo mismo que en todo un año. Es una barbaridad. La zona donde ocurrió esto parece de guerra: casas inundadas, casas arrasadas, coches acumulados unos encima de otros, ríos desbordados, infraestructuras destrozadas por el agua, y gente que lo ha perdido todo, que ha perdido su casa, su coche, sus muebles… sin agua, sin luz, sin nada. Y que lamentablemente también ha perdido a sus familiares, amigos o vecinos.
Para que sea más sencillo entender todo esto, vamos a hacer una cronología resumida de lo que pasó y de cómo está ahora mismo la situación. Lo primero que tenemos que aclarar es qué es una dana. DANA es el acrónimo de “Depresión Aislada en Niveles Altos”. ¿En qué consiste este fenómeno? Simplificándolo mucho, podemos decir que es una masa de aire polar muy frío que choca con el aire más cálido y húmedo, en este caso del Mediterráneo, y puede provocar grandes tormentas, lluvias torrenciales y eventos climáticos extremos. Y esas tormentas y lluvias pueden provocar inundaciones, que es lo que ha pasado en este caso. Antes este evento climático se conocía como “gota fría”, pero ahora se utiliza más el término dana porque es más específico, y “gota fría” es más general, ya que se usa para cualquier situación de lluvia intensa y abundante.
Una de las características de este fenómeno, de la dana, es que puede permanecer varios días en el mismo sitio, lo que hace que sea todavía más devastador. Las danas son cada vez más frecuentes, y el cambio climático aumenta su frecuencia e intensidad, debido al aumento de la temperatura.
Una vez que sabemos esto, es el momento de hablar de lo que pasó. Imagino que ante esta cifra de muertos te estarás haciendo muchas preguntas y, para poder responderlas todas y entender qué pasó, necesitamos establecer una cronología de hechos.
Días antes de la tragedia, concretamente desde el día 23 de octubre, la Agencia Estatal de Meteorología, conocida como AEMET, empieza a advertir de que se va a producir este fenómeno. Conforme pasan los días, se va advirtiendo de que el peligro parece cada vez mayor, y la misma mañana del 29 elevan la alerta de naranja a roja. La alerta roja es el nivel de alerta máximo.
Las lluvias empiezan a ser intensas, y desde la AEMET piden máxima precaución porque el peligro es “extremo”. Estas advertencias las hace la AEMET mientras ya estaba lloviendo de manera torrencial. Sin embargo, estas advertencias solo las estaba realizando la agencia de meteorología por sus canales de comunicación, no se envió un aviso formal a los ciudadanos por SMS. La ciudadanía no es advertida por parte de la Generalitat, que es el gobierno autonómico de Valencia. Esto significa que esas alertas solo llegan a una pequeña parte de la población, porque pocas personas revisan las alertas de la AEMET de manera frecuente.
Entonces, tenemos muchas lluvias y viento. Por la mañana, entre las 11 y las 12, empieza a desbordarse el barranco del Poyo, lo que empieza a provocar algunas inundaciones. Por la mañana y mediodía ya tuvieron que realizar algunos rescates, pero a esas horas la situación todavía no era muy problemática. Sin embargo, por la tarde, entre las 17 y las 18 de la tarde aproximadamente, se produce algo que lo cambiaría todo: el caudal del barranco del Poyo, en cuestión de 1 hora, aumenta 10 veces. Es un aumento enorme que hace que se desborde completamente y que una gran cantidad de agua se dirija hacia los pueblos. En ese momento se dirige una cantidad de agua descomunal hacia varios municipios que no son conscientes del problema que se les viene encima.
El organismo encargado de controlar el caudal del río avisa por correo electrónico al Gobierno valenciano a las [18:43], informando de que el agua baja por el barranco del Poyo a casi 1.700 metros por segundo. Once veces por encima del umbral 3 de emergencias, que es el mayor umbral.
Antes decíamos que había alerta roja de la AEMET y no se avisó a los ciudadanos por SMS. Ese sería el primer error de prevención. Pues bien, aquí hay que decir que se produjo otro error en prevención. Todavía queda mucho por investigar, porque por ahora tenemos poca información y los diferentes organismos no están siendo muy transparentes o muy claros sobre su responsabilidad en esto, sobre todo el Gobierno valenciano, pero parece que no se monitorizó bien esa información o el sistema de prevención que tienen no es suficientemente bueno. Porque si el caudal está 11 veces por encima del nivel máximo de emergencia y es algo que va a afectar a poblaciones cercanas en menos de 1 o 2 horas, tiene que realizarse un aviso a la población inmediatamente. Pero bueno, ahora es complicado analizar esto porque hay poca información.
Hay que decir que en ese momento, a las [18:49]h el Ayuntamiento de Paiporta, que fue una de las localidades más afectadas, avisó por Twitter de que el barranco se había desbordado. Pero claro, solo era un aviso por Twitter, todavía no se había enviado un aviso a los móviles de los ciudadanos, no se avisó a los medios de comunicación… Todos esos avisos dependían del Gobierno valenciano.
Entonces, en ese momento es cuando empieza la gran tragedia. El agua comienza a llegar a algunos pueblos como si se tratase de un tsunami. De repente, en un pueblo donde se estaba tranquilo, comienza a llegar una gran cantidad de agua y en cuestión de pocos minutos la calle se convierte en un río, con el agua arrastrando y destruyendo todo a su paso. Entre las 6 y 7 de la tarde las consecuencias ya eran catastróficas, con gente atrapada, pueblos enteros inundados, puentes destruidos y, claro, personas desaparecidas y muertas.
¿Y por qué el Gobierno valenciano no avisó a los ciudadanos? Sabemos que el Gobierno valenciano y varios responsables de diferentes organismos llevaban varias horas reunidos analizando la situación y decidiendo qué hacer. Llevaban reunidos desde las [17:00]. Una reunión a la que el presidente de la comunidad llegó más de 1 hora tarde. Sin embargo, a pesar de estar reunidos desde las [17:00], las alertas oficiales por parte del Gobierno autonómico no llegaron a los móviles de los ciudadanos hasta las [20:11] de la noche, casi 2 horas después de que se desbordase el barranco provocando la riada. En ese momento, la advertencia ya no servía de mucho, porque ya había pueblos completamente inundados y muchas personas atrapadas, literalmente con el agua hasta el cuello. Esta es una expresión que usamos para decir que estamos muy agobiados o estresados, pero que lamentablemente en esta situación no es una expresión, es algo literal, la alerta llegó cuando había muchas personas atrapadas en sus casas o coches y sin posibilidad de salvarse.
¿Por qué es importante esta secuencia de hechos? Porque, aunque está claro que un evento climático tan fuerte va a provocar algunos muertos, la cuestión es que si se hubiera lanzado la alerta a tiempo, mucha gente se hubiera salvado, porque habría permanecido en sus casas o en lugares seguros. Muchas muertes se produjeron en desplazamientos que se podrían haber evitado. Estas son las palabras de un experto: “La gente siguió haciendo vida normal y había demasiada población expuesta, con personas desplazándose por calles y carreteras, o en casas bajas, cuando deberían haberse resguardado o incluso evacuado algunas zonas”.
Como la gente siguió haciendo vida normal, cuando el agua llegó de manera repentina, pilló a muchas personas desprevenidas. Además, muchas personas, cuando vieron que la zona comenzaba a inundarse, fueron a coger sus coches para moverlos a otro sitio donde no se inundasen. Esto puede parecer un error garrafal, pero claro, la gente no era consciente de lo que estaba pasando, nadie había avisado a la población de que un tsunami estaba llegando a su municipio, la gente solo pensaba que la zona se estaba inundando un poco y por eso muchas personas fueron a los garajes a sacar su coche o a la calle a llevarlo a otra zona. Cuando estaban haciendo esto, en pocos minutos muchas zonas se inundaron y un montón de personas fallecieron atrapadas en sus coches y en los garajes, que se convirtieron en trampas mortales. Muchas de esas muertes se podrían haber evitado.
Ese día fue un calvario y una agonía para la gente que lo vivió. El número de emergencias estaba completamente colapsado, y eso hizo que la ayuda no pudiera llegar, lo que llevó a que las personas intentaran ayudarse entre ellas, con mucha gente llamando a radios para informar de la situación y compartiendo su ubicación en redes sociales para que los pudieran localizar. Un infierno total.
¿Consecuencias? El mayor costo de la dana es el que tiene que ver con la pérdida de vidas, eso es innegable. Ha provocado más de 200 muertes y eso es una tragedia enorme. Al margen de las vidas, tenemos que hablar de las pérdidas materiales: 78 municipios afectados, 845.371 ciudadanos afectados directa o indirectamente, casi 140.000 coches afectados, casi 4.000 edificaciones afectadas, así como 531 km de carreteras y 15 km de vías férreas. Es pronto para saber el coste económico de todo esto, pero por el momento se calcula que el impacto es de miles de millones de euros. Para aliviar las consecuencias económicas del desastre, la Generalitat y el Gobierno central han aprobado ayudas. Por el momento, el Gobierno valenciano ha aprobado ayudas urgentes por valor de 50 millones de euros y el Gobierno estatal de unos 14.000 millones de euros.
El dinero es fundamental para la reconstrucción de esas vidas y esas poblaciones, pero no debemos olvidar las consecuencias emocionales y psicológicas. Se estima que entre el 20 y 25 % de la población de la llamada “zona cero” podría sufrir estrés postraumático.
A día de hoy, el Gobierno ha declarado esta área como zona catastrófica y el ejército y bomberos y policías de otras comunidades están ayudando a recuperar la zona.
Sin embargo, los ciudadanos afectados se han quejado de que la ayuda de bomberos, policía y ejército ha llegado muy tarde. Dicen que la ayuda ha llegado a cuentagotas y varios días después de la catástrofe. En muchas zonas afectadas los vecinos dicen que hasta varios días después no llegaron bomberos o el ejército a ayudar.
Una tragedia tan grande hace que los bomberos y policía de la zona no sean suficientes para gestionarla, por ese motivo es necesario que acuda policía y bomberos de otras zonas del país y también el ejército, que tiene un organismo especializado en catástrofes llamado UME, que cuenta con unos 3.500 soldados especializados en emergencias. Además el ejército español cuenta con más de 100.000 soldados que podrían desplegarse para ayudar a las zonas catastróficas.
En este sentido, la gestión del Gobierno valenciano ha sido nefasta, así como la gestión del Gobierno estatal. Durante los últimos días, unos han estado echando la culpa a los otros. El Gobierno central dice que es culpa del Gobierno valenciano, porque es el Gobierno valenciano el que tiene que pedir la ayuda y organizarla. Esto es verdad. Luego hay personas que culpan al Gobierno central de no encargarse ellos mismos de la catástrofe, viendo la nefasta actuación del Gobierno valenciano. Lo que está claro es que el primer responsable de la mala gestión es el Gobierno valenciano, de eso no hay dudas, porque es quien tiene la responsabilidad de gestionar todo lo que afecta a la Comunidad Valenciana. Luego, el segundo responsable sería el Gobierno central porque es quien tiene que supervisar la gestión de los Gobiernos regionales. Puede involucrarse más, presionar al Gobierno valenciano o tomar cartas en el asunto cuando la situación no se está gestionando bien.
Recordemos que la tragedia sucedió el 29 de octubre, un martes. El Gobierno valenciano solicitó la ayuda de la UME en algunas zonas concretas a partir de las 15 de ese mismo día para ayudar con los rescates y a partir de las [19:30] la UME se desplegó en toda la comunidad, porque había emergencias en muchos puntos distintos de la comunidad. Sin embargo, estas fuerzas no eran suficientes para ayudar en las tareas de reconstrucción después de la catástrofe. Al día siguiente, el 30 de octubre, muchos vecinos explican que ninguna autoridad oficial acudió a los pueblos y municipios afectados a ayudar y organizar la gestión de la crisis. Estoy generalizando porque eran muchos los municipios afectados, pero esto es algo que han dicho vecinos de muchos municipios distintos. Ten en cuenta que las calles estaban completamente bloqueadas por cientos de coches, lodo, basura y escombros que había arrastrado el río. Garajes inundados con coches con personas fallecidas dentro. Miles de personas estuvieron sin electricidad y agua durante varios días.
No fue hasta el viernes 1 de noviembre cuando el Gobierno central anunció el envió de 500 militares para ayudar. Eso fue 3 días después de la catástrofe. Al día siguiente, el 2 de noviembre, el Gobierno anunció el envío de 5.000 militares más y el despliegue de otros 5.000 policías nacionales y guardias civiles. Y esto es de lo que se quejan los vecinos, muchos de los cuales están indignados, que la ayuda institucional ha llegado varios días después y muy poco a poco, en lugar de enviarse al día siguiente de manera inmediata. Tenemos una expresión que podemos usar aquí, podríamos decir que la ayuda llegó tarde, mal y a rastras.
De hecho, el envío de ayuda por parte de las instituciones oficiales contrasta con la ayuda de los ciudadanos, con la ayuda de los voluntarios. Al día siguiente, el miércoles día 30, miles de ciudadanos se desplazaron hasta las poblaciones afectadas a ayudar, con palas y escobas, dedicando todo el esfuerzo posible a limpiar el barro, despejar las calles, retirar escombros y ayudar en lo posible a los vecinos afectados. Los voluntarios llevaron agua, comida o lo que pudiera ser necesario. Esa ayuda vecinal, comunitaria, se organizó de manera informal y toda España se puso a enviar dinero o cualquier cosa que se necesitara para ayudar. Y sorprendió mucho la cantidad de jóvenes que fueron a ayudar, chicos y chicas realmente jóvenes ayudando en todo lo que podían, las imágenes son increíbles. Y digo que contrasta con la ayuda oficial, porque varios días después empezó a llegar la ayuda oficial, pero los primeros en llegar fueron los voluntarios.
Un ejemplo de esta indignación de los vecinos, fue que varios días después de la catástrofe, el domingo 3 de noviembre, los Reyes de España, el Presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, y el presidente de España, Pedro Sánchez, acudieron a uno de los municipios más afectados, Paiporta, donde hubo más de 60 muertos. Esa visita tenía como objetivo ver los daños producidos por el agua y hablar con los vecinos afectados. Imagínate la situación, oyente: tu pueblo ha sido arrasado por el agua, el aviso de esa emergencia no llegó a tiempo, hay decenas de vecinos fallecidos, la ayuda institucional ha tardado mucho en llegar, en tu municipio ha habido robos e inseguridad en las calles porque no hay luz, muchas casas y negocios están sin puertas y hay poca policía, en definitiva, te sientes completamente abandonado por las instituciones. Y 5 días después llegan los máximos encargados de gestionar esa crisis a la zona afectada a hacer una visita. Por cierto, esta fue la primera visita de dirigentes políticos a la zona afectada, tardaron 5 días en ir a ver los daños por ellos mismos y reunirse con los vecinos. ¿Cómo crees que fueron recibidos, oyente? ¿Con vítores y aplausos? Pues evidentemente no. Fueron muy mal recibidos. Los vecinos les tiraron barro y otros objetos, y les gritaron cosas como “asesinos”. Fue una visita muy tensa.
También el pasado domingo 9 de noviembre hubo una manifestación en Valencia donde más de 100.000 personas protestaron por la mala gestión de la catástrofe y han pedido la dimisión del presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón.
Es el desastre natural más letal de las últimas décadas en España. Al menos 155 personas han muerto y decenas siguen desaparecidas tras las devastadoras inundaciones que han afectado al este de España, principalmente a la provincia de Valencia.
En unas pocas horas cayó en algunas zonas el equivalente a un año de lluvia, lo que provocó grandes riadas que arrasaron localidades enteras y dejaron atrapadas a miles de personas.
La lluvia, que vino acompañada de tornados y vientos fuertes, fue provocada por un fenómeno meteorológico conocido como DANA, que significa Depresión Aislada en Niveles Altos.
En este video te contamos en qué consiste ese fenómeno y cuánto tiene que ver con el cambio climático. El término DANA empezó a ser usado por meteorólogos españoles hace unas décadas para explicar el fenómeno que antiguamente se denominaba “gota fría” y que provoca lluvias intensas y abundantes, sobre todo en la costa mediterránea de España durante el otoño. Consiste en que una masa de aire muy frío queda aislada y empieza a circular a altitudes muy elevadas —entre los 5.000 y 9.000 metros—.
Al chocar con el aire más cálido y húmedo que suele haber en el Mediterráneo, genera fuertes tormentas. ¿Y cómo se forman? Pues de la misma manera que los huracanes atlánticos, o los tifones del mar de China, solo que en el Mediterráneo tienen poco recorrido y almacenan menos energía y vapor de agua.
Este fenómeno puede durar varios días desplazándose por varios lugares, como es el caso de esta DANA, y no siempre ocasiona eventos climáticos extremos, como el que se presentó en esta ocasión. Su potencial destructivo depende de que confluya con otras condiciones como temperaturas más cálidas y húmedas.
Según la Agencia Española de Meteorología, el temporal que aquí se vivió fue “el más adverso del siglo en la Comunidad Valenciana”. Pero el desastre natural no afectó únicamente a la región de la Comunidad Valenciana, sino que también se reportaron muertos en otras como Castilla-La Mancha y Andalucía.
Pero ¿qué tanto tiene que ver este fenómeno con el cambio climático?
Hace unos 50 años ocurrían generalmente finales del verano y principios del otoño, como ahora, que es cuando las temperaturas marítimas son más elevadas, pero últimamente se están dando con más frecuencia. De hecho, un estudio de la Sociedad Meteorológica Estadounidense detectó un aumento de las DANAs a nivel global desde 1960.
Y según el meteorólogo de la BBC Matt Taylor, el hecho de que las DANAs estén volviéndose más frecuentes y ocasionando lluvias más severas está muy ligado al cambio climático.
Que el mar Mediterráneo, por ejemplo, esté más cálido hace que haya más energía y más humedad, que son ingredientes para que se dé una DANA más potente.
Como explica el físico español Antonio Ruiz de Elvira Serra, hace unas décadas la superficie del mar estaba caliente a finales del verano y se evaporaba el agua hacia la atmósfera.
Pero hoy en día esa superficie está muy caliente todo el año, y se genera constantemente una enorme cantidad de vapor de agua que asciende hacia las capas altas de la atmósfera.
Por otra parte también las zonas polares están mucho más calientes hoy que hace 50 años y esto hace que el llamado chorro polar, la corriente de aire que rodea la Tierra a unos 11.000 metros de altura, introduzca aire frío procedente de Groenlandia sobre España y es esa corriente fría la que choca con el vapor de agua de la superficie del mar, condensa y provoca una DANA como la que está azotando España. La destrucción y las pérdidas humanas ha dejado preguntas sobre qué tan preparadas estaban las autoridades para enfrentar fenómenos como este.
Algunos residentes de las zonas impactadas denunciaron, por ejemplo, que las autoridades no les avisaron a tiempo para que se prepararan y que recibieron una alerta cuando ya llevaba varias horas lloviendo y muchas personas habían quedado atrapados en edificios y en vehículos. Mientras tanto, sigue el trabajo para encontrar a decenas de desaparecidos y para reconstruir una región que ha quedado profundamente devastada.
"lo pedimos ayuda".
España continúa en estado de shock por el peor desastre natural en décadas. Y se trabaja contrarreloj para rescatar a víctimas aún atrapadas y recuperar cadáveres. El temporal que azotó Valencia y el sureste de España ha dejado ya más de 200 muertos, pero hay muchos desaparecidos, por lo que se teme que la cifra podría ser mucho mayor.Y entre la población, rabia e impotencia por lo que muchos califican de una respuesta insuficiente y lenta por parte de las autoridades. La visita de los reyes, el presidente del gobierno y el presidente de la Generalitat a Paiporta, considerada la zona cero del temporal, dejó momentos muy tensos…
Esta podría convertirse en una de las peores catástrofes humanitarias que ha vivido España en décadas. El climatólogo de la Universidad de Alicante Jorge Olcina le dijo a BBC Mundo que “estas cosas no deberían ocurrir en un país desarrollado que cuenta con los medios con que cuenta España". Pero ¿Qué falló? Te lo contamos en este video.
Para poder entender la magnitud de esta catástrofe es necesario explicar las lluvias excepcionales que cayeron la tarde del 29 de octubre. Estas lluvias fueron causadas por una DANA, que es una Depresión Aislada en Niveles Altos. No es nada nuevo para los españoles.
Este término comenzó a usarse hace varias décadas para explicar lo que antiguamente se conocía como “gota fría”. Es decir, lluvias intensas y abundantes en la costa mediterránea en esta época del año. Pero la cantidad de lluvia que trajo esta vez fue descomunal. En pocas horas cayeron unos 500 litros de lluvia por metro cuadrado. Equivalente a la lluvia de todo un año. Y esta enorme cantidad de lluvia provocó que los suelos ya no pudieran absorber más agua.
Así se generaron inundaciones repentinas que arrasaron con todo a su paso. Mucha gente no pudo ponerse en un sitio seguro y eso fue solo el inicio de la tragedia. Videos compartidos por las redes sociales mostraron cómo el agua y el barro iba extendiéndose por calles y veredas, incluso en zonas en las que no había llovido. El fenómeno de la DANA es común en el Mediterráneo español durante estas fechas desde hace décadas, pero el cambio climático ha intensificado su frecuencia y magnitud en los últimos años debido al aumento de las temperaturas del mar. La organización académica World Weather Attribution ha señalado que el cambio climático ha incrementado en un 12% la intensidad de las lluvias que han caído sobre España y ha duplicado la probabilidad de que fenómenos similares vuelvan a ocurrir
Pese a que la Agencia Estatal de Meteorología de España elevó al máximo su nivel de alerta la mañana del martes 29 de octubre, las autoridades no adoptaron medidas excepcionales. El climatólogo Olcina cree que se debió emitir una orden de evacuación. Sin embargo, cuando el mensaje de alerta llegó a los teléfonos móviles, el agua ya se movía sin control por muchas localidades, donde las personas se aferraban a los árboles o se refugiaban en los tejados para salvarse.
A medida que se recuperan los cadáveres, parece que muchos murieron ahogados en sus vehículos o mientras intentaban sacarlos de los garajes. De ahí la indignación entre la gente, que piensa que las autoridades no avisaron a tiempo. También ha habido críticas a la que muchos consideran una respuesta lenta e insuficiente de las autoridades que contrasta con la ayuda de miles de voluntarios que se han lanzado a los pueblos a ayudar a los damnificados. Y es que España sigue un modelo autonómico, es decir, el país se divide en comunidades autónomas, cada una con su propio gobierno y parlamento que gestionan diferentes competencias, mientras otras funciones están bajo el gobierno nacional. Tanto la gestión del gobierno central, liderado por el Partido Socialista de Sánchez, como el regional de la Comunidad Valenciana, en manos del Partido Popular, está siendo muy cuestionada.
El otro factor que hizo tan mortíferas estas lluvias es, según los expertos: la construcción desorganizada en el mediterráneo español. En la Comunidad Valenciana abundan las zonas inundables. La mayor parte del año están secas, pero a veces hay crecidas. Y justamente en esos sitios vulnerables a las crecidas del agua se ha permitido, desde hace décadas, la construcción de barrios enteros en los que viven decenas de miles de personas. Un ejemplo es la rambla del Poyo, en la localidad de Chiva, una de las que ha sido arrasada por esta DANA. No es la primera vez que ocurren: el desbordamiento de un río en Valencia en 1957 o las inundaciones en Alicante en 1982 ya dejaron decenas de muertos y evidenciaron un problema con consecuencias que se han mostrado esta vez aún más devastadoras.