Ahora, en este episodio del podcast diario, Paco y yo hablamos de los sabelotodo, los listillos, los cuñados, en definitiva, los que se creen muy listos.
Hoy hablamos de los que creen saberlo todo.
Roi: [00:00:44] Hola, Paco. ¿Qué tal?
Paco: [00:00:45] Buenos días, Roi. Buenos días, queridos oyentes. Bueno, pues estoy preocupado. Estoy preocupado porque el tema que nos ocupa hoy es un poco complicado.
Roi: [00:00:54] Hoy tenemos un tema peliagudo por varios motivos. Primero, porque es un tema que puede ofender, porque hoy vamos a ser críticos, así que los ofendiditos que apaguen el pódcast. Porque hoy vamos a criticar, vamos a criticar a un tipo de persona.
Paco: [00:01:11] Roi, nos vamos a criticar nosotros mismos.
Roi: [00:01:14] Puede ser que sí o puede ser que no.
Paco: [00:01:17] Bueno, es que hablamos de los listillos, de los cuñaos, los sabelotodos. Hoy hablamos de ti, Roi.
Roi: [00:01:28] Es gracioso porque, cuando estábamos preparando este episodio, ¿no?, pensando «a ver, podemos hablar de esto o de lo otro. ¿Qué enfoque podemos darle?», yo estaba pensando: «Yo creo que soy un poco listillo», o «creo que soy una persona que entra un poquito dentro de estas características». Lo que pasa es que yo soy consciente de ello, entonces intento limitarme y ponerme límites. Pero bueno, antes de hablar de esto, Paco, vamos a definir un poco de qué vamos a hablar, ¿no?, hoy vamos a hablar de los que se creen muy listos.
Paco: [00:01:57] En el sentido negativo, ¿no?, que a lo mejor van a ser listos, van a ser inteligentes, van a tener mucho conocimiento, pero quieren demostrar demasiado que saben mucho, quieren presumir, destacar, quedar bien ante los otros.
Roi: [00:02:11] Entonces, eso, los que se creen muy listos. Porque tú puedes ser listo y, oye, a lo mejor te lo crees, está bien, pero no tienes que estar demostrándolo todo el tiempo, no es necesario, ¿no? Y los que se creen muy listos, así es como hablamos de la gente que siempre quiere demostrar y mostrar a la gente qué listos son, que saben mucho, que tienen mucha información, que son muy inteligentes. Y a veces esta forma de actuar es un poquito molesta.
Paco: [00:02:40] Y en esa trampa muchas veces caemos todos, ¿no? Antes estaba bromeando diciéndote que tú puedes serlo, yo también. Caemos todos y es normal. Por ejemplo, antes estamos hablando del café y tú has empezado a explicarme beneficios del café, ventajas, desventajas y, no sé, cuéntame, Roi.
Roi: [00:02:57] Fue gracioso, la verdad. Fue gracioso porque estábamos a punto de empezar a grabar, ya íbamos a darle al botón de grabar, y creo que te dije algo como: «Bueno, estoy preparado para grabar porque me he tomado el café hace 30 minutos y ahora la cafeína está en su punto más, más alto. Por eso hoy estoy más motivado, más contento, con más ganas». Y luego he empezado a hablarte de que ahora ya no tomo café a primera hora de la mañana, sino que lo dejo a la mitad del día porque he leído que es mejor, porque si lo tomas justo nada más levantarte no te beneficias tanto de los efectos de la cafeína, entonces tienes que tomarlo como dos o tres horas después de levantarte. Y en ese momento me he dado cuenta: «Espera, espera. Creo que a Paco no le interesa todo esto y estoy aquí…».
Paco: [00:03:46] Me interesa, Roi.
Roi: [00:03:48] ¿Sí?
Paco: [00:03:48] Me interesa, me interesa. Lo que pasa que me ha hecho gracia porque me has dicho: «Ah, es que el otro día escuché un pódcast, escuché un episodio en el que hablaban de la cafeína», y entonces ahora ya te veo como un experto de la cafeína.
Roi: [00:04:01] A ver, duraba dos horas, eh. O sea, dos horas hablando de la cafeína, ojito. Yo creo que ya he dedicado bastante tiempo, ya puedo considerarme experto en cafeína.
Paco: [00:04:12] Bueno, que es eso, que también hay que diferenciar entre un sabelotodo, un listillo, «un cuñao», de alguien que quiere simplemente compartir conocimientos y ayudar a los otros, dar información de utilidad, etcétera.
Roi: [00:04:27] Sí. Podemos diferenciar a, eso, a la persona que se cree muy lista de la persona que simplemente quiere compartir conocimiento. Pero aún así, Paco, hay una línea muy fina que separa a la persona que quiere ayudar a los demás sin ser molesta y la persona que realmente se cree muy lista, está siempre dando consejos cuando nadie los pide y al final se vuelve un poco irritante.
Paco: [00:04:53] Claro, Roi, puede ser irritante. Pero hay también diferentes niveles, ¿no?, porque, si nos ponemos a analizar cómo actúan estos que van de listos, que se creen demasiado listos, pues depende porque algunas veces eso puede ser bueno, puede ser útil, puede ser interesante, ¿no?
Roi: [00:05:09] Es que esa es la cuestión. Aquí ya depende del contexto, depende la conversación. Por ejemplo, si tú vas de viaje a, a Bali, por ejemplo; yo fui de viaje a Bali y ahora vas tú, imagínate, ¿no, Paco?, y como tú sabes que yo estuve allí, me preguntas: «Oye Roi, ¿qué me recomiendas ver en Bali?», y yo ahí te explico y te cuento muchas cosas y tal. Y yo creo que ahí está bien, estoy respondiendo a tu pregunta y te estoy dando consejos porque te interesa. Sin embargo, si tú ahora decides ir a Bali pero no me preguntas y no te interesa mi consejo, porque no me preguntas ni me pides recomendaciones, si yo ahora me pongo a decirte tienes que ir aquí y tienes que ir allí, haz esto, haz lo otro, quizá puedo ser un poco sabelotodo, un poco listillo. Porque quizá tú quieres organizar tu viaje por tu cuenta y no te interesa tanto mi opinión, y eso está bien. Y si yo soy muy pesado diciéndote lo que tienes que ver y lo que no tienes que ver, creo que ahí ya entraría en la categoría de listillo o de sabelotodo.
Paco: [00:06:11] Y eso está bien, Roi, que me hables de los lugares a los que habéis ido, que, que me recomiende restaurantes, lugares especiales, etcétera. Pero, como no veas interés por mi parte, pues vas a ser un pesado.
Roi: [00:06:25] Es que esa es la cuestión, que el problema de las personas que se creen muy listas, o que nos creemos muy listas a veces, porque también vamos a hablar en primera persona, que nosotros a veces actuamos de esta forma, es que podemos llegar a ser un poco pesadas, un poco molestas. Aquí el pobre Paco me ha dicho antes que sí, que le interesaba el tema del café, pero la verdad es que no, si tú no tomas café, Paco, o sea, no tomas café. Y yo, explicándote por qué hay que tomarlo mejor a esta hora, los beneficios de la cafeína. Si tú no tomas café.
Paco: [00:06:54] Yo no tomo café. Lo que pasa es que quería ser educado, quería ser amable contigo, Roi. Vale, sí, quiero aprender. Por supuesto que el conocimiento no ocupa lugar, que tenemos que aprender diferentes cosas, ser personas curiosas y tal. Pero, Roi, no me cuentes tus historias del café, que no bebo café.
Roi: [00:07:10] Pobre hombre, pobre hombre. Bueno, quería ser educado, te agradezco tu educación y tu amabilidad pero las cosas son así. Entonces, ese ha sido un ejemplo de que yo quizá he sido un poco un sabelotodo o un listillo.
Paco: [00:07:23] Vale. Pero igualmente no solo es una conversación entre tú y yo, también muchas personas nos escuchan. Entonces, a lo mejor esa información sí ha sido buena para otras personas. ¿Pero qué información, Roi? ¿Has aportado información valiosa en tus comentarios?
Roi: [00:07:38] Bueno, era lo de que mejor toma el café unas horas después de levantarse y no al levantarse. No recuerdo por qué. Ese es mi problema, que yo escuché un pódcast de dos horas sobre la cafeína superinteresante pero me he olvidado de todo, solo me he quedado con ese detalle. ¿Por qué? No lo sé. Había unas moléculas que hacían unas cosas, pero no me acuerdo.
Paco: [00:08:02] Es que muchas veces es eso, que leemos un artículo, vemos un vídeo, escuchamos un episodio de algo y ya nos pensamos que somos unos expertos en eso. Pero para llegar a ser experto en un tema, ¿cuántas horas se necesitan, eh, Roi? Llevamos tú y yo no sé cuántos años en esto del español y nunca decimos que ya somos unos expertos del español porque cada día seguimos aprendiendo.
Roi: [00:08:23] Así es, así es. Cuando empiezas a aprender sobre un tema te das cuenta de que es complicado, es complicado. Entonces, volviendo al tema de los listillos, los sabelotodo, quizá podríamos diferenciar la gente que realmente no sabe casi nada de un tema, pero hablan mucho sobre ese tema porque quiere parecer muy lista o muy inteligente. Esa sería como una categoría, creo yo. Pero luego también hay gente que sí que sabe mucho, Paco, gente que a lo mejor es muy estudiada, muy leída, ha leído mucho sobre un tema, ha estudiado mucho, seguramente son muy inteligentes, muy listos, saben mucho de ese tema, pero igualmente quieren destacar, quieren que la gente sepa que son muy listos. Y para mí siguen siendo unos listillos. Aunque sepan más que yo sobre un tema, si son muy pesados, yo tengo poca paciencia para esa gente, Paco.
Paco: [00:09:15] Es decir, si estás tomándote unas cañas, un café con alguien y esa persona empieza a contarte una historia superlarga de los escarabajos peloteros o de los mosquitos de, de no sé qué país y una historia de 20 minutos, pues a lo mejor vas a pararle y decir: «Ya está, eh, ya está, que, que quiero disfrutar de mi caña o de mi café tranquilamente. No seas un pesao».
Roi: [00:09:40] Claro. Si la persona a la que le estás contando esa historia de los escarabajos peloteros o de lo que sea muestra interés y pregunta y tal, no estás siendo un listillo ni un pesado. O sea, está bien. Pero si realmente tú estás haciendo un monólogo como si fuera una charla TED… Porque a veces la gente en un bar no, no habla, hace una charla TED; solo le falta tener una diapositiva y empezar a explicarte diferentes gráficos y tal (porque a veces, bueno, a veces podemos llegar a ser muy pesadas las personas cuando queremos hablar de un tema que nos apasiona y que creemos que sabemos mucho, o que a lo mejor sabemos mucho y podemos caer en esto de creernos muy listos).
Paco: [00:10:22] Vale, pues tengo una pregunta para ti: ¿cómo podemos identificar a estas personas? ¿Hay algunas frases específicas, algunas frases que repitan habitualmente?
Roi: [00:10:33] Yo diría que sí. A ver, la primera forma de identificar a estas personas es cuando, en la propia conversación, habla mucho sin que el otro interlocutor se interese por ese tema. Entonces, siguen hablando pero la otra persona no hace ninguna pregunta ni muestra mucho interés, pero ellos siguen hablando porque están en su mundo de sabelotodos. Pero aun así, también hay pequeñas frases que en ocasiones sí que pueden decir este tipo de personas a las cuales odiamos mucho.
Paco: [00:11:05] Vale, Roi, odio, odio, esa palabra es muy fuerte, eh: no nos gustan tanto.
Roi: [00:11:11] Despreciamos, despreciamos.
Paco: [00:11:14] Con todas nuestras fuerzas.
Roi: [00:11:15] Pero no pasa nada, Paco, porque realmente, como nadie se autopercibe de esta forma, o sea, una persona que es muy listilla o muy sabelotodo es muy raro que sea consciente de ello. Entonces, creo que poca gente de la audiencia se va a identificar como sabelotodo, ¿no? Y creo que, si se identifica, aun así podría pensar «bueno, pues quizá es un defecto que tengo y no pasa nada y estoy trabajando en ello».
Paco: [00:11:38] Exacto. Y creo que es preocupante si no conoces a ningún listillo, a ningún sabelotodo. Porque si no conoces a ninguno es que tú eres el listillo.
Roi: [00:11:47] Claro. Cuando dices: «No, es que mis amigos no hablan mucho cuando quedamos, solo hablo yo. Es que ellos son muy tímidos», hombre, quizá no es que ellos sean muy tímidos, quizás que tú hablas demasiado.
Paco: [00:11:58] Y es posible que se inventen excusas para no quedar contigo. Es posible que te digan que están muy ocupados o que… No, no. No están tan ocupados, es que no quieren seguir quedando contigo.
Roi: [00:12:10] ¡Ay, bueno! El arte de la comunicación la verdad es que es un tema muy complejo. Un día tenemos que hablar sobre, sobre temas de la comunicación. Pero bueno, volviendo al tema de las frases que pueden decir los sabelotodo, yo por ejemplo creo que se repiten mucho las frases de consejos. Entonces, frases como «yo en tu lugar haría esto», «si yo fuera tú, haría esto». Que, a ver, que todo el mundo decimos estas frases porque a veces damos consejos. Pero, si eres un sabelotodo, tiendes a decirlas en exceso porque muchas veces das consejos a otras personas incluso aunque no te hayan preguntado.
Paco: [00:12:49] El verbo «saber» aquí es un clásico también. No podemos olvidarnos de saber cosas como «¿sabías que…» O, o también muchas veces podemos apoyarnos en fuentes rigurosas. Por ejemplo, «en un estudio de la Universidad de Harvard», «en un estudio de la Universidad de Oxford, estudiaron que…»
Roi: [00:13:09] Paco…
Paco: [00:13:09] Bueno, no te has leído ese estudio.
Roi: [00:13:11] Tú vienes aquí a hablar de temas personales, ¿no?, porque esa parece que la diriges a mí, esa, esa crítica, ¿no? Porque me he visto un poco identificado en esa frase: «En un estudio de la Universidad de Cambridge». De hecho, creo que en un episodio de hace poco mencioné algún estudio, ¿no? Y, efectivamente, yo no me leí el estudio, Paco, yo me leí la página de la Wikipedia que hablaba sobre el estudio y hacía un breve resumen.
Paco: [00:13:38] Pero, ¿realmente hay alguien que se lea esos estudios? Poquitas personas. Las personas que estén en ese mundillo, claro que sí, pero, pero si no, normalmente un resumen de un artículo o un… No mucho, eh.
Roi: [00:13:52] Claro. Y luego pasa lo que pasa, ¿no?, que hablamos de estudios que luego resulta que no son tan rigurosos y que, cuando una persona se para a leerlos y analizarlos bien, llegan a la conclusión de que el estudio tenía errores o había, bueno, deficiencias en la elaboración. Pero, pero es así. O sea, los sabelotodo muchas veces apelan a estudios, mencionan estudios y, oye, sí, puede ser que ese estudio esté bien, pero a veces hay estudios que no están bien diseñados, que son erróneos o que a lo mejor hicieron un estudio hace 15 años pero ahora nuevas revisiones de ese estudio o nuevos estudios digamos que ya contradicen a ese estudio anterior. ¿Y con cuál te quedas? Quizá el de ahora es mejor, quizá el de ahora es más científico que el, que el de antes. Pero, como no te los lees ni dedicas tanto tiempo, pues oye, pues tú mencionas el estudio y fuera.
Paco: [00:14:42] Bueno, y la otra persona no te va a rebatir porque es probable que tampoco se haya leído ese artículo o ese estudio, ¿no? Entonces… Pero bueno, pues otro ejemplo, otra frase mítica de los listillos es «te lo consigo por la mitad». Entonces, imagínate que le dices a tu amigo que estás pensando en comprarte un coche, un coche de segunda mano por unos 20.000€, le dices el modelo, la marca, etcétera; es posible que ese listillo, ese amigo, te diga: «Bueno, es muy caro. Yo te consigo ese coche por la mitad».
Roi: [00:15:12] Esto es muy de listillo, muy de sabelotodo. Yo, por ejemplo, reconozco que, sobre todo en el pasado, actuaba mucho de esa forma. Creo que todavía hoy en día, todavía hoy en día lo hago, seguramente, sin darme cuenta. Pero sí que recuerdo, yo que sé, no con coches, porque yo de coches no sé mucho, pero sí que temas de ordenadores o así: «¡Oh! ¿Pero cómo te lo compraste en esa tienda? Si me hubieras dicho, hay una tienda que lo puedes conseguir mucho más barato y tal». Y esto jode, eh, sobre todo cuando ya lo has comprado, cuando ya has comprado el coche, el ordenador o lo que sea y te dicen: «¡Hala! ¿Pero cómo pagaste 1.000€ por ese ordenador, si en tal tienda está mucho más barato?»; «Pues haberlo dicho antes, ¡cabrón!».
Paco: [00:15:54] Sí, claro, es así, «Ahora no me lo digas. Ya es tarde». Entonces, prefiero no saberlo porque. Si me compro un coche, un ordenador y luego me dices que lo has visto en otro lugar por la mitad de precio, no me lo digas, prefiero vivir en mi mentira.
Roi: [00:16:09] Es que a veces hay información que es mejor no darle a la otra persona. Tú te has comprado un ordenador de 1.000€ y lo podías haber comprado en otra tienda por 900, si yo sé eso, pues no te lo voy a decir porque para qué, no vas a ganar nada, o sea, solo te vas a enfadar y pensar: «¡Joder, qué tonto fui!». Entonces, oye, cuando compremos algo, mejor no ver si, si en otro sitio hubiera estado más barato. Entonces, esa es una frase muy típica de los listillos. «Te lo consigo por la mitad», «Yo te lo puedo conseguir muy barato», o «Uf, Te ha salido muy caro. Eso se podía haber comprado más barato. Creo que no pagaste un buen precio. No negociaste, no negociaste bien».
Paco: [00:16:52] También van a decir, cuando no sepas algo, cuando estés un poquito perdido a la hora de hacer algo, «esto se hace así, que yo te lo explico», «déjame a mí que te lo explique, porque una vez vi que se hacía así». Entonces, también son muy instructores, tienen alma de profesor, de maestro.
Roi: [00:17:12] Que eso no tiene que ser malo en todos los contextos, porque sí que a veces hay gente que es muy buena en ciertas cosas manuales, yo que sé, una persona que sea muy manitas, yo puedo pensar en el padre de Rebeca, ¿no?, Rebeca es mi pareja, su padre es un tío que sabe muchísimas cosas de, no sé ni cómo llamarlo a eso, Paco, porque sé tan poco de ese tema de hacer cosas con las manos que no tengo palabras: pues sabe de albañilería, fontanería, de ser un manitas, sabe arreglar cosas, persianas; yo qué sé, yo no sé poner un, no sé pone un cuadro prácticamente.
Paco: [00:17:47] ¿Sabes cambiar la bombilla?
Roi: [00:17:49] Sí.
Paco: [00:17:50] Vale, pues ya sabes más que yo.
Roi: [00:17:53] Pero a veces tengo que buscar tutoriales en YouTube. Pero bueno, volviendo al ejemplo, pues él es muy manitas y él a lo mejor me puede ver ahí un día con dificultades porque yo quizá estoy intentando, no sé, montar un mueble del Ikea, y si él estuviera en casa y me ve, pensaría: «¿Quieres que te ayude?», y no me parecería mal y me diría: «Mira, esto se hace así». Entonces, ahí está perfecto, ¿no? Pero en el caso de los sabelotodo, muchas veces intentan ayudar o intentan más bien mostrar que son muy habilidosos, que saben hacerlo todo muy bien y vienen y te dicen: «Déjamelo a mí, que tú no sabes; esto te lo enseño yo en tres minutos», y luego hacen una chapuza y lo dejan peor que antes. Si era un mueble de Ikea, la silla te la ponen al revés y luego dicen: «No, no, es así, es así el diseño».
Paco: [00:18:44] Sí, es así, esas, esas piezas que han sobrado son piezas de sobra, piezas extras que Ikea da por si acaso.
Roi: [00:18:51] Claro. «Eso, eso no es necesario. Eso no es necesario. Así está más ligera la silla». Y luego, la semana siguiente te sientas y te caes porque no había puesto una pieza que, que sí que era necesaria.
Paco: [00:19:04] Vale, bueno. Pues Roi, es curioso porque me has hablado de tu familiar, de tu suegro, ¿verdad?
Roi: [00:19:08] Correcto.
Paco: [00:19:09] De tu suegro. Y esto pasa mucho con familiares. Siempre, o muchas veces, hemos comentado la figura del cuñado, que también puede ser un sabelotodo. Pero en las reuniones familiares esto, esto se puede ver, ¿no?, el que quiere demostrar que sabe más que el resto; en las cenas de Navidad, el que habla de la política y sabe cómo acabar con las guerras en el mundo; lo sabe todo.
Roi: [00:19:32] Siempre ha comprado los mejores precios. Su casa la compró cuando hubo un crash inmobiliario. Pero, si la compró durante el boom inmobiliario, la compró en un barrio que se desarrolló mucho, entonces ahora vale el doble su casa. O sea, ese tío es el jefe. Es, dices: «Joder, ¿cómo no eres el presidente de España, por Dios?». Y, de hecho, los oyentes que ya lleven tiempo escuchando este pódcast habrán visto que realmente en el pasado ya hemos hablado de la figura del sabelotodo, pero de forma más concreta, porque hemos hablado del cuñado, como tú mencionabas. ¿Por qué? Porque muchas veces, el novio de tu hermana, que sería tu cuñado, pues muchas veces esa figura suele ser un sabelotodo. Lo que pasa es que todos tenemos un cuñado, entonces… Y nosotros somos cuñados. Entonces, yo pienso: «Realmente, creo que el resto de personas no nos percibimos de esa forma, ¿no? Quizá yo creo que no soy un cuñado pero seguramente otras personas piensen de mí que lo soy, ¿no?, o que soy un sabelotodo». Entonces, creo que todos somos sabelotodos en algunos momentos porque todos hablamos igual de esto, pero luego nadie, nadie es. «No, no, yo no soy así».
Paco: [00:20:43] Eso es. Pero esto, por ejemplo, lo podíamos ver fácilmente en la escuela o en el instituto o en la universidad. Muchas veces, los sabelotodos eran los que estaban levantando la mano constantemente ante las preguntas del profesor. Y genial, ¿no?; está muy bien eso de levantar la mano y demostrar tu conocimiento o responder ante una pregunta. Pero, si ya era bastante insistente, si levantaba la mano cada dos minutos, entonces, vale, tranquilo, chico, tranquilo, eh; tómatelo con calma.
Roi: [00:21:12] Deja un poco a los demás o no respondas alguna pregunta, no, no pasa nada. Entonces, esa es la cuestión, ¿no?, la, la persona que, por querer mostrarse tan inteligente delante los demás, acaba siendo molesta y, y le perjudica un poco, ¿no? Y creo que, como todos podemos tener este comportamiento a veces, tenemos que ser conscientes, cuando estamos siendo un poco flipados o cuando estamos quedando de listos, y pararnos y decir: «Eh, voy a callarme que quizá la gente va a pensar «cállate, tonto»».
Paco: [00:21:44] Por eso, ahí la figura de un buen amigo, de tu pareja, de un familiar, de quien sea, es imprescindible. Es necesario que haya alguien que te pare, que te pare los pies, que te diga: «Vale, estás comportándote mal o estás haciendo el tonto». Entonces, cambia o para o descansa.
Roi: [00:22:01] Un buen amigo o tu pareja o un familiar, que sea brutalmente honesto y te diga: «Tío, estás siendo un pesado. ¡Déjanos tranquilos, deja de dar la brasa!».
Paco: [00:22:12] Esa es una buena expresión. Pues, Roi, creo que ya estamos empezando a ser pesados y estamos dándoles la brasa a los oyentes. ¿Cómo lo ves?
Roi: [00:22:21] Estoy de acuerdo. Pero bueno, creo que llevamos ya muchos años dando la brasa aquí y, bueno, los oyentes se dejan. Entonces, mientras ellos se dejen dar la brasa, nosotros vamos a seguir siendo unos brasas. Porque, de hecho, Paco, a mí me gusta mucho llamar a la gente que actúa así «brasas». No sé por qué, pero me gusta. Y cuando alguien viene y, y es muy pesada contándome todo lo que sabe y tal, pienso: «¡Joder! ¡Menudo brasas!».
Paco: [00:22:46] Y Roi, esa frase que has comentado, esa expresión, es interesante porque «dar la brasa» es como molestar, ser pesado, ser insistente. Y me gusta a mí también.
Roi: [00:22:56] Está muy bien porque «brasa» es la leña o el carbón que usamos cuando queremos hacer, por ejemplo, carne o algo así. Cuando hacemos una barbacoa usamos brasa. Entonces, ‘leña o carbón ardiendo’. No sé el origen de esta expresión pero, bueno, debe ser porque te queman mentalmente estas personas, por eso te dan la brasa, porque, como son muy pesadas pues sientes como que mentalmente te queman. Por eso a mí me gusta llamarle «los brasas». Pero no sé si todo el mundo en España lo usa de esta forma. Pero bueno, la expresión «dar la brasa» sí que es la normal que usamos todos.
Paco: [00:23:30] Estupendo, Roi. Pues dicho esto, no quiero que me sigas dando la brasa. Yo tampoco te voy a seguir dando la brasa. No queremos ser más brasas. Así que nos vamos despidiendo, ¿no?.
Roi: [00:23:41] Nos vamos despidiendo. Pero, Paco, como yo soy un brasas, voy a decir una última cosa para quedar aquí de listillo, para parecer muy listo. Solo voy a decir que tenemos que ser conscientes de nosotros mismos y darnos cuenta de que a veces podemos ser muy pesados y, quizá tenemos buena intención, pero acabamos siendo muy pesados…
Paco: [00:24:03] Roi, ya, ya, ya, que estás siendo un brasas, estás siendo un brasas.
Roi: [00:24:08] ¡Paco! Bueno, tenemos que ser conscientes. Pero también necesitamos gente como Paco, buenos amigos, que te digan «tío, cállate ya, que eres un pesado». Entonces, importante tener amigos ahí cerca que sean honestos.
Paco: [00:24:22] Vale, Roi. Pues buena reflexión. Con este pensamiento nos vamos y seguiremos siendo brasas en el futuro.