samedi 26 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 25 mars

 1309. La sequía en España

Hoy hablamos de la sequía en España.

La lluvia, qué cosa más simple y a la vez tan compleja, ¿verdad, oyente? Sabemos lo qué es la lluvia, todos hemos visto llover y es algo que sucede en la naturaleza sin que podamos controlar que ocurra y normalmente no le damos la mayor importancia. Bueno, en realidad la mayoría de las veces nos molesta porque nos arruina planes. Sí, la lluvia es ese tipo de cosas que no valoramos lo suficiente. Y antes te he dicho que no podemos controlar la lluvia, pero no es del todo cierto, no podemos controlar que llueva cuando queramos, pero sí que podemos hacer que no llueva, y de hecho, como humanos lo estamos consiguiendo, estamos consiguiendo que llueva menos debido al cambio climático. Entre muchas consecuencias del cambio climático, una es el aumento de la frecuencia de las sequías.

¿Qué es una sequía? El tema de la sequía es muy complejo, pero de manera fácil de entender podemos decir que hay sequía cuando un territorio sufre durante un tiempo extenso una falta de agua, ya sea por falta de lluvias, porque no se han manejado bien los recursos que había o porque se ha necesitado más agua de lo habitual. La sequía es como el cuento de Pedro y el lobo, ya sabes, ese cuento en el que Pedro decía que venía el lobo y era mentira, esto lo decía varias veces. Entonces, después de unas cuantas veces diciendo la mentira luego nadie lo creía y cuando era verdad, cuando el lobo llegó, nadie lo creyó. Y digo esto porque la sequía en realidad no llega de un día para otro, sino que es algo lento, que va ocurriendo poco a poco, y de repente, un día nos la encontramos de frente, pero es una amenaza que está latente. Y es que para que se produzca una sequía lo primero que tiene que pasar es que no llueva y esto lleva a que los embalses tengan menos agua, esto lleva a que la agricultura de secano empiece a notar las consecuencias, luego los regadíos y la producción hidroeléctrica y, por último, las consecuencias llegan a las ciudades, pues la sequía obliga a los ayuntamientos a aplicar restricciones sobre el consumo de agua de la ciudadanía. Este es el ciclo básico de cualquier sequía en un país desarrollado.

Lo que pasa es que España es un poco más complejo en esto de las sequías, porque dentro de nuestro país existen grandes diferencias climáticas. En el norte llueve bastante, pero el sur es bastante más cálido y seco, por ponerte un ejemplo. Es por eso que, aunque hablemos del país en su generalidad, es cierto que en España podemos distinguir varios tipos de sequías según el área al que afecte. De esta manera podemos hablar de sequías cantábricas, que son muy poco frecuentes y son las que se dan en la vertiente cantábrica o el noroeste del país; las sequías surestinas, que son las más habituales y son las que se dan en el sur; las sequías en Cataluña, que son cortas pero intensas; y sequías ibéricas, que afectan a la práctica totalidad del país y con una duración prolongada.

En el momento que preparamos este episodio, un par de semanas antes de publicarlo, España se encuentra en grave riesgo de sequía, ya que los pantanos hoy día tienen en torno a un 25% menos de agua de lo normal, y si se toma como referencia el periodo comprendido entre 1981 y 2010, ha llovido un 36% menos de lo normal y las previsiones a largo plazo no dan mucha esperanza. Estadísticamente el 75% de las lluvias en nuestro país se dan entre octubre y abril, una vez pasado el mes de abril es bastante difícil que llueva, y las previsiones dicen que en estos dos meses que quedan va a llover por debajo de la media. De hecho, uno de los puntos calientes de la sequía es la cuenca del Guadalquivir, donde ya desde noviembre está declarada la situación de sequía extraordinaria en el 80% de la cuenca. Pero esto no es ahora, sino que llevan en una situación complicada desde hace un año, no solo por la falta de lluvias sino también por la gestión que se ha hecho del agua. Otro punto donde ya se habla de sequía en España es en Alt Empordà, que se encuentra en Girona, donde la Agencia Catalana del Agua declaró en octubre la alerta por sequía en los 22 municipios que se proveen del acuífero de la zona.

Pero la situación de España con la sequía se da por varios motivos, no es solo la falta de lluvia. Es también que en España hay varios factores que hacen que las sequías sean viejas conocidas. Por un lado, las sequías son cíclicas y, por otro lado, hay un fenómeno climatológico que hace que en España se produzca esta falta de lluvias. El fenómeno del que hablamos es el conocido como la Niña que es un enfriamiento cíclico y anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial que provoca una falta de lluvias tanto en nuestro país como en otros países.

En nuestro país las sequías se dan de manera cíclica y, de hecho, en España se produce una sequía cada ocho o diez años aproximadamente. Y parece ser que esto tiene que ver con la situación geográfica de la Península Ibérica, ya que no solo estamos en una zona templada del planeta, sino que estamos en medio de una serie de masas, la fría del atlántico y la cálida de África.

De hecho, las grandes sequías a las que se ha visto España azotada fueron, por ejemplo, la que se dio entre 1749 y 1753 y que fue la primera gran sequía, donde pasaron cosas extremas como que se secara el río Tormes. La que se produjo entre los años 1944 y 1946 está considerada una de las peores que ha vivido nuestro país. Según la Agencia Estatal de Meteorología, los registros de lluvias ese tiempo fueron los más bajos desde que se tuvo constancia hasta 2003. Para que te hagas una idea, en esa sequía el río Ebro, que es el río más caudaloso de España, prácticamente desapareció. En la sequía que fue desde el año 1979 hasta 1983 pasaron cosas como que la ciudad de Sevilla cortaba el agua a sus ciudadanos unas 10 horas al día. La de los años 1991 a 1997 fue bastante grave y muchos municipios de España sufrieron restricciones de agua. Y fíjate cómo fue de grave la sequía que se llegó a plantear evacuar a la ciudad de Sevilla por la falta de agua. Y la última gran sequía antes de la que tenemos ahora fue en 2017 y en este caso algunos de los lugares más afectados fueron los que históricamente tienen más agua como Galicia o el País Vasco.

Y la gran pregunta es, ¿estamos preparados para afrontar una sequía? ¿Hay medidas para apaciguar una sequía? Después de la sequía de 1997 se creó un Plan Hidrológico Nacional en el año 2001, plan que contemplaba un sistema de indicadores de sequías, planes especiales y de emergencia e incluso medidas más drásticas, como el trasvase del Ebro, cosa que nunca se produjo pero que sigue creando polémica. Pero, según los expertos, este plan está un poco anticuado y necesita una renovación acorde con la situación actual donde, como dijimos antes, hay cosas como, el cambio climático, que están provocando menos lluvias. Además, como ya vimos, las medidas las tomamos una vez que nos encontramos de cara con la sequía, no con previsión. De hecho, algunas Comunidades Autónomas, como Andalucía, están tomando medidas para hacer frente a la falta de agua sobre todo en la agricultura y tarde o temprano llegarán las restricciones a los ciudadanos si sigue sin llover.

Según dicen los expertos uno de los grandes problemas que tenemos con el tema del agua en España es la mala gestión de la misma, y como dice Julio Barea, responsable del área de aguas de Greenpeace: “Parecemos Finlandia, autorizando cada vez más usos”. Y es que donde más agua gastamos en nuestro país es en los regadíos, ya que consumen el 80 % de agua embalsada. Estos cultivos se han ido modernizando en los últimos tiempos, pero como dice Leandro del Moral, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla: “No ha ido acompañada de una reducción neta del uso de agua (...) Lo que se ahorra con la modernización no se deja en los embalses, sino que sirve para aumentar la superficie de riego en otros lugares”. En definitiva, el catedrático concluye así: “No se gestiona bien un recurso que cada vez va a ser más escaso”.

Y lo cierto es que parece que estamos abocados a una sequía general que de forma particular ya está afectando a algunas zonas de España y que, previsiblemente, en el futuro cercano, provocará restricciones del agua para el uso humano. En esta ocasión parece que ya tenemos al lobo delante, pero sería interesante tomar medidas para que la próxima vez que llegue el lobo podamos enfrentarnos a él.

samedi 19 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 18 mars

 1301. Noticias en español


El método Kaizen: la regla del minuto que te ayudará a ordenar tu casa

Hay gente que conforme se hace más mayor empieza a gustarle más tener su casa ordenada, e incluso puede relajarse viendo programas de esos en los que ordenan cosas. De hecho, algunas personas dicen que el orden en casa es un reflejo de nuestro orden mental. Y de orden es de lo que va nuestra primera noticia de hoy.

Todos estamos de acuerdo en que ordenar la casa es algo que hay que hacer, pero también es verdad que para ordenar se necesita tiempo. Y es por eso que los japoneses han inventado un método de ordenar la casa que se basa en la regla del minuto y que se llama método Kaizen. En realidad este método es un método de trabajo centrado en la mejora continua, pero se puede aplicar al hecho de ordenar la casa. ¿Y en qué consiste este método? Se basa en el esfuerzo y la constancia, lo que busca es asimilar esas tareas de ordenar en poco tiempo y hacer que se convierta en un hábito. Para ello este método se basa en repetir una tarea durante 60 segundos todos los días hasta que se convierta en una rutina.

El padre de este método es Masaaki Imai y dice que para que esto se lleve a cabo y conseguir el éxito, es decir, conseguir que algo se convierta en un hábito, hay que tener en cuenta una serie de reglas antes de empezar. No buscar excusas, no perseguir la perfección, las dificultades despiertan la sabiduría, buscar las causas y las soluciones, corregir los errores y pedir ayuda a varias personas.

La primera fase de este método se llama Seire, y básicamente dice algo bastante obvio, que las cosas que no utilizamos son las que más desordenan, y por ello esta fase se basa en eliminar lo innecesario. La segunda fase se llama Seiton y una vez eliminado lo que no se necesita, tenemos que aplicar lo siguiente: "cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa". La tercera fase, Seiso, se inicia una vez ordenado todo, y es la limpieza. Esta fase se basa en la idea de seguir una rutina de limpieza todos los días para que sea más fácil y no se acumule suciedad. La cuarta fase es Seiketsu, que significa estandarizar, es decir, convertir los pasos anteriores en rutina diaria. Y la última fase es Shitsuke que significa disciplina, es decir, que cada día será más fácil y más eficiente el proceso de ordenar y limpiar si lo haces con disciplina.

Y como te he dicho antes, aunque este método en esta ocasión lo aplicamos a ordenar tu casa, en realidad se puede aplicar para mejorar cualquier aspecto de tu vida.

Los Oscar Fan Favorites: nueva categoría de los Oscar

Vamos con la segunda noticia. Hay una expresión que dice que nunca llueve a gusto de todos, que hace referencia a que nada en este mundo pone a todo el mundo de acuerdo. Y creo que una de las cosas en las que es humanamente imposible que se ponga el mundo de acuerdo es con las entregas de premios. De una de esas entregas de premios es de lo que vamos a hablar en nuestra segunda noticia de hoy.

La entrega de premios de la que vamos a hablar es de los Oscar y no miento si digo que siempre hay personas que no están de acuerdo con los premiados. Y claro, en ocasiones existe discrepancia entre críticos o académicos y el público en general. Aquí podríamos decir que el criterio de los críticos tampoco se puede juzgar, porque son muchas personas votando y tendrán sus razones para que sean esas películas las nominadas y no otras. También es cierto que hay muchas críticas a que las películas nominadas y premiadas casi siempre responden a unos estándares, y a la Academia de Hollywood le cuesta abrirse a otras opciones. Pero claro, esto tampoco quiere decir que porque una película sea muy taquillera sea muy buena y merezca más premios, no sé, es un tema complejo.

El caso es que la Academia es consciente de esta desvinculación de los premios y los gustos de la gente, cosa que ha hecho que las audiencias de los Oscar caigan en picado año tras año, y es por eso que han decidido inventarse algo nuevo para la gala de este año. Y es que han decidido abrir una votación al público y en la gala habrá un reconocimiento a la película más votada en Twitter, eso sí, quieren dejar claro que es un reconocimiento, en ningún caso es un premio oficial.

De esta manera, los usuarios de Twitter pueden votar su película favorita bajo el hashtag #OscarsFanFavorite y también seleccionar la escena con la que más disfrutaron este año con el hashtag #OscarsCheerMoment. Los mejores mensajes se pondrán en la gala, y entre los participantes se sortearán tres viajes a la ceremonia del año que viene y los ganadores podrán presentar un premio.

La vicepresidenta de la academia, Meryl Johnson, dijo lo siguiente: “Los Óscars son una oportunidad de unir a personas de todo el mundo con su amor por el cine y a través de estas actividades los usuarios de las redes sociales ahora tienen más oportunidades de interactuar con la gala en tiempo real, formar comunidad y ser parte de la experiencia".

Aunque bueno, también podríamos decir que parece más bien una medida desesperada para evitar que no baje la audiencia y poder recuperar al público. Está bien que el público vote, pero yo creo que el encanto de estas galas es no estar de acuerdo con las ganadoras y quejarse de los resultados, ¿no te parece?

El increíble negocio clandestino de un niño de 14 años en su colegio: "Está ganando diez euros al día"

Llegamos a la última noticia del día. Cuando echo la vista atrás y me acuerdo de mis años de instituto o incluso del colegio, pienso que el patio del colegio era una representación de lo que luego sería la vida. Personas que eran matones y conseguían cosas a base de miedo, personas que se sentaban en los márgenes del patio para no molestar, grupos grandes, grupos pequeños, personas que eran líderes y personas solitarias, en fin, una representación de lo que luego te encuentras ahí fuera. Y en la última noticia de hoy vamos a conocer la historia de un niño o un chaval que demostró que el patio del colegio puede ser el lugar perfecto para crear una startup.

Esta historia la hemos conocido por Mumsnet, un foro de internet para padres y madres, donde una madre ha contado la historia de su hijo de 14 años. La mujer ha explicado que su hijo "tiene más dinero en efectivo de lo que permite su cartera". ¿Y cómo lo ha logrado? Pues porque con sus 14 años vio que en el colegio había un nicho de mercado para un negocio y ha creado su propio negocio en el recreo y en el descanso de comida en su instituto. ¿Pero qué negocio ha montado? Un puesto de chucherías, oyente, así de simple. Si es que muchas veces la grandeza está en la sencillez.

Este chico se dio cuenta de que la mayoría de los alumnos llegan en autobús, este autobús los recoge en su casa y los deja en el instituto, pero no es su caso, él no va en el autobús, él va andando. Y se dio cuenta de que durante ese trayecto él puede hacer algo que sus compañeros no pueden, comprar chucherías. La madre nos cuenta esto: "Compra golosinas de camino al colegio y las vende al doble de precio a los que están dispuestos a pagarlas".

La verdad es que el chico es listo, porque ha visto un filón y ha logrado satisfacer una necesidad de sus compañeros, de tal manera que incluso le hacen pedidos. Esto nos cuenta su madre: "en las últimas tres semanas, su 'negocio' se ha expandido rápidamente y ya tiene muchos seguidores en la escuela, y actualmente está ganando unos diez euros al día. No puedo creer las cantidades".

Y lo más curioso de este tema es que una vez que la madre lo planteó, los demás padres no se escandalizaron ni nada parecido, sino que les pareció que era muy inteligente lo que estaba haciendo, y de hecho, están preocupados porque pillen al chico y le cierren sus actividades clandestinas de venta de chucherías. Pero lo cierto es que si se mira el reglamento del centro, parece ser que no hay nada que lo prohíba, así que no debería haber problema. Quizá el único problema que puede tener el chico es que el Gobierno se interese por sus actividades económicas y le pidan que cumpla con sus obligaciones fiscales como empresario, pero bueno, esperemos que no sean muy estrictos con él.

Lo cierto es que la única verdad es que esto confirma que el patio es un ejemplo de la vida, y en este caso tenemos al empresario que empieza por chucherías y puede terminar saliendo en la revista Forbes como uno de los empresarios del año. Quién sabe.

vendredi 11 mars 2022

Cours de conversation en espagnol du 11 mars

 1298. ¿Qué dirías en estas situaciones cotidianas?


Ahora, en este episodio, Paco y yo veremos qué podemos decir, qué palabras o frases podemos emplear en algunas situaciones cotidianas.
Hoy hablamos de frases y palabras cotidianas.

Roi: Hola, Paco. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Paco: Hola, Roi. Hola, queridos oyentes. Pues, eh... estoy aquí entusiasmado a ver qué nos depara este nuevo episodio. ¿Y tú, Roi? ¿Qué pasa? ¿Qué te cuentas?
Roi: Pues, yo también estoy muy bien, estoy muy bien. Pero para empezar, Paco, voy a... voy a ponerte en un dilema, o bueno, voy a mostrarte una situación y quiero que me digas que dirías tú en esta situación.
Paco: Vale, vamos allá.
Roi: Pues, imagínate que estás caminando hacia tu coche, has aparcado tu coche en la calle, estás caminando hacia el coche porque vas a ir a... a dar una vuelta con el coche. Y de repente ves un hombre que rompe la ventanilla, entra en tu coche y empieza a arrancarlo. ¿Qué le dices?
Paco: Le diría: “Disculpe, caballero. ¿Sería tan amable de dejar de intentar robarme el coche?”.
Roi: La verdad es que eres un tío educado, eh...
Paco: Le diría: “¡Hombre! ¡¿Qué haces?! ¡Voy a llamar a la policía!”. Bueno, como ves, me pongo nervioso porque me estoy imaginando en esa situación, me empezaría a temblar la voz... No sé ni siquiera si le diría nada, creo que saldría corriendo.
Roi: Bueno, pues, no lo sé. Pero hoy no vamos a hablar de ese tipo de situaciones, ya en un episodio del futuro sí que podemos hablar de situaciones más violentas o agresivas, qué cosas podemos decir, qué insultos podemos... podemos decir a estas personas, a estos ladrones. Pero hoy sí que vamos a hablar de algunas situaciones cotidianas, ¿no, Paco? De qué diríamos en unas situaciones muy cotidianas, muy normales.
Paco: Eso es, situaciones tan normales como ir a la panadería, ir a un restaurante, ir al mecánico, bueno, lo que sea, o que se nos ocurra dentro de un ratito. Pero antes de eso tenemos que decir un par de apuntes, ¿no, Roi?
Roi: Sí, sí, tenemos que... decir como un aviso, como cuando ponen en las que películas que son para mayores de dieciocho años o películas que contienen así escenas raras o imágenes que te pueden dar un ataque de epilepsia. Pues, al igual que en esos sitios ponen el aviso, nosotros también, para que no se malinterprete lo que vamos a decir, ¿no? Entonces, tenemos que decir hoy las palabras o las formas de expresarnos son cosas que diríamos nosotros, entonces no significa que todo el mundo lo diga así. Sí que mucha gente lo dice igual que nosotros, pero es algo personal.
Paco: Es personal porque, como hablábamos antes y hablamos el otro día en algún episodio, que tenemos cierta tendencia a utilizar el imperativo cuando pedimos algo, pero al mismo tiempo añadimos ‘por favor’, entonces, también somos educados. O simplemente elegimos un verbo o una estructura diferente a la que pueda elegir otra persona, claro, no somos robots todos somos diferentes.
Roi: Claro. No quiere decir que tú y yo, Paco, tengamos nuestro propio lenguaje que es exclusivo y que sólo nosotros en España hablamos de esta forma. No, pero solo quiere decir que si hay alguien que usa algo distinto a nosotros también puede estar bien, no significa que lo que nosotros digamos sea solo lo correcto sino que es una forma de decir las cosas y nosotros lo decimos de esta forma; pero otras personas pueden usar otros verbos, otras construcciones y todas pueden ser válidas.
Paco: Después de excusarnos, después de justificarnos... ¿Qué te parece si empezamos, si vamos al lío?
Roi: Vamos al lío, . Entonces, oyentes, si queréis sonar como Paco y Roi comprar o de pedir algo en un sitio, este es vuestro episodio.
Paco: No sé si recomendamos que la gente suene como nosotros... Bueno sí, sí, sí, igualmente, como decíamos vamos a ser educados y vamos a utilizar frases típicas. Así que vamos allá.
Roi: Vamos allá, vamos allá. Entonces, por ejemplo, típica situación supermercado, en el supermercado ¿no? Todos vamos al supermercado, entonces ahí hay momentos en los que tienes que hablar... es así.
Paco: Hay momentos en lo que hay que hablar; pero... ya ni siquiera eso, Roi, porque puedes ir al autoservicio, a la parte de autoservicio, entonces, no tienes que tener contacto con el dependiente.
Roi: Es verdad, tienes razón. Ahora hay las cajas estas automáticas, no sé cómo se le llama, pero donde te pasas tú tus propios productos, tú lees el código de barras con la máquina, le das al botón de pagar, lo haces todo tú, ¿ves? Esas máquinas en realidad las crearon para la gente que no sabe cómo relacionarse con... con la persona que está en caja ¿no? Entonces, dijeron: “Bueno, para esa gente que no sabe cómo relacionarse vamos a poner robots, que no hay que... no tienen sentimientos, no hay que hablarles”.
Paco: O para las personas más introvertidas. O para las personas que están viviendo en otro país y no saben el idioma, ya sabes.
Roi: También.
Paco: Entonces... sí, sí, sí, está muy bien.
Roi: Vale. Pues, Paco, eh... para esa situación no hay ningún problema. Pero si eres una persona muy tradicional y todavía vas a esas cajas en las que hay personas, imagínate que estás ahí con tus productos y ves que te llevas varios productos, varias cosas y necesitas una bolsa para llevarlos, que sabes que antes eran gratis y ya te las daban de forma automática, ¿no? Pero ahora, amigo, hay que pagarlas, entonces... ¿Qué le dices? ¿Cómo pides una bolsa a la cajera o al cajero?
Paco: Vale. Pues, eh... le pediría la bolsa diciéndole algo así como: “¿Me das una bolsita?”. Incluso con el diminutivo, no ‘bolsa’, sino ‘bolsita’; entonces: “¿Me das una bolsita, por favor?”.
Roi: Vale, me gusta, sí. “¿Me das una bolsa?”. “¿Me das una bolsita?”. Usamos el verbo ‘dar’, este es nuestro caso personal, ¿vale? A lo mejor otra persona dice: “Por favor, ponme una bolsita”. No sé, se pueden usar otras alternativas pero nosotros utilizaremos el verbo dar.
Paco: Y en realidad no es ‘dar’, porque normalmente no te dan la bolsa, no te la regalan, sino que tienes que pagarlas.
Roi: Claro, porque ‘dar’ suele significar que yo cojo algo y te lo entrego a ti pero no te pido nada a cambio, ¿no? Te lo doy, te lo entrego. Pero bueno, no sé, son estas cosas. ¿Pero sabes por qué es esto, Paco?
Paco: Porque en el pasado eran gratis, ¿no?
Roi: Claro, es que en el pasado no se cobraban, entonces, en el pasado te
daban las bolsas de plásticos, ahora no.
Paco: Eso sí, tenemos que hacerle un favor al medio ambiente y también a nuestro bolsillo. Y es que lo ideal no es pedir una bolsa, sino que lo ideal es llevar las bolsas de casa, eso es lo que suelo hacer yo; pero al mismo tiempo me genera cierta frustración... me genera cierta frustración, si me permites quejarme, porque... yo normalmente me llevo las bolsas al supermercado, ¿vale?
Roi: Sí...
Paco: Para no pedir más, no utilizar más. Pero luego te das cuenta de que en el supermercado todo, todo, todo está repleto de plástico... Así que, ¿cuál es la función? ¿Ganar dinero también con las bolsas de plástico? Porque nos damos cuenta de que no es una forma de ahorrar o de cuidar el medio ambiente... si todo está lleno de plástico en el supermercado.
Roi: Estás indignado, eh, Paco... Te veo enfadado.
Paco: Me he puesto rojo, necesito beber agua, estoy enfadado, sí, sí, sí...
Roi: Claro, el pobre Paco hace el esfuerzo de llevar sus propias bolsas para no tener que comprar bolsas de plástico; pero llega allí y está todo lleno de plástico... No sé, Paco.
Paco: Es indignante, realmente, sí, sí, sí. Estas empresas quieren culparnos a los consumidores, quieren que parezca que somos nosotros los culpables del cambio climático... Bueno, quizás también tenemos una parte de culpa, claro.
Roi: Todos sabemos que el culpable es Bill Gates, Paco. Yo siempre que... quiero buscar un culpable, el culpable es Bill Gates y ya está. Bueno, Paco, que este no es el tema del episodio de hoy...
Paco: No, no, que nos desviamos... Vamos allá.
Roi: Hoy no hablamos del cambio climático. Hoy hablamos de formas de decir cosas en situaciones cotidianas. Entonces, vale, ya... el verbo ‘dar’ para la bolsa es habitual, ¿no? Venga, Paco, vamos ahora a una carnicería. Quieres doscientos gramos de jamón. ¿Cómo los pides?
Paco: Venga, pues, seguimos hablando de cosas que afectan al cambio climático, Roi, muy bien. Vamos a la carnicería... Y es que...
Roi: Es jamón ecológico, eh, Paco... Entonces, no afecta al cambio climático.
Paco: De acuerdo. Sí, sí, sí... Muy bien. Pues, en este caso diría algo así como: “Ponme doscientos gramos de jamón. Ponme un kilo de...”, no sé, tampoco compro tantas cantidades... Pero de nuevo utilizaré aquí el verbo ‘poner’.
Roi: Sí, es muy, muy habitual. De hecho, es bastante común que en una carnicería o en un sitio donde te ponen cosas al kilo, te pregunten: “¿Qué te pongo?”. O: “¿Qué le pongo?”, si te tratan de ‘usted’. Así que, es bastante común el verbo ‘poner’. Si tienes dudas, el verbo ‘poner’ funciona.
Paco: Siempre funciona. Entonces, sí, eso es lo que diríamos, y siempre acompañado de ‘por favor’, claro. Entonces, Roi, ahora me toca a mí hacer una preguntita. Y es que, imagínate: estamos en la panadería y quieres pan, claro, vas a la panadería a comprar pan. ¿Cómo lo pides?
Roi: Pues, diría el verbo ‘poner’ también, eh... “Ponme dos barras de pan, por favor”.
Paco: ¿Y otra alternativa? Así buscamos otro verbo también.
Roi: Uhm... pues, diría: “¡Dame todo lo que tengas en la caja, rápido!”.
Paco: Ahí como ladrón... Pero... Roi, por favor, no robes, eso no está bien.
Roi: Vale, esto sería lo que diría en esa situación si yo quisiese robar la panadería, ¿vale? Si quieres robar la panadería dices: “¡Dame todo lo que tengas en la caja, rápido!”. Y puedes meter un insulto hacia la panadera o hacia el panadero, no lo voy a decir, pero... hay palabras fuertes. No, ahora en serio, eh... Podría decir: “Ponme dos barras de pan, porfa”. O también, bastante... de forma muy habitual, uso el verbo ‘querer’ en este contexto: “Quería dos barras de pan”. ‘Quería’, uso el pretérito imperfecto, ¿vale? Porque... solemos usarlo también para expresar cortesía. Que es un uso un poco raro, ¿no, Paco? Que confunde.
Paco: Suele confundir, especialmente con el condicional, ya sabes, ‘quería’, o ‘querría’, condicional. Pero... sí, es muy habitual utilizar el pretérito imperfecto. También, por supuesto, nadie te va a llevar a la cárcel si utilizas el condicional, simplemente va a parecer un poquito más formal, ¿no?
Roi: Sí, lo normal es el imperfecto, es ‘quería’, con una ‘R’, solo. ‘Querría’, con dos, es el condicional. Entonces, voy a la panadería y le digo: “Hola, quería dos barras de pan”, y ya está. Una forma muy sencilla de decirlo.
Paco: Pero se te ha olvidado algo clave, Roi. Roi: ¿El ‘por favor’?
Paco: El ‘por favor’, claro que sí...
Roi: Sí, a ver... A veces puedes no decirlo, si usas el pretérito imperfecto, ya es bastante cortés, entonces... podrías no usar el ‘por favor’; pero bueno, si lo pones, también está muy bien.
Paco: Tienes razón. Y es muy importante lo que has dicho, porque como comentamos en el pasado también, es importante el tono de voz, si suavizas la voces: “Quería... quería una baguette”. Algunas veces, pues, eso no va a ser necesario, el ‘por favor’.
Roi: Sí, la entonación es muy importante. Incluso si vas a robar la panadería: “¡Dame todo lo que tengas en la caja!”. Uf... estás siendo muy poco educado. Sin embargo, si tú vas y dices: “Dame lo que tengas en la caja, dámelo...”. Bueno, no sé... mi entonación no ha sido muy buena...
Paco: Ahí van a pensar que estás drogado o que te pasa algo, Roi.
Roi: Sí, puede ser... Bueno, vamos ahora con otra situación. Vamos a una farmacia, que este también es un sitio al que es mejor no ir, porque si vas a la farmacia es que tienes algún problema de salud o alguna cosa. Pero hay que ir, ¿no, Paco? Entonces, interesante, cómo hablamos, ¿no? Qué decimos cuando necesitamos un medicamento, una pomada o algún producto de la farmacia.
Paco: Vale, Roi, pues, nos vamos a la farmacia. Pues, en la farmacia, a lo mejor, no utilizaría tanto el verbo ‘dar’ o el verbo ‘poner’; pero sí un verbo tipo... ‘necesitar’. Por ejemplo: “Necesito un jarabe para la tos”.
Roi: Sí, o el verbo ‘querer’, también funcionaría bien: “Quería una jarabe para la tos”. Y, de hecho, yo, por ejemplo, no uso el verbo ‘poner’, en la panadería sí te diría: “¿Me pones dos barras de pan, porfa?”. O: “Ponme dos barras de pan, por favor”. Pero en la farmacia no me suena tan bien. “Ponme un ibuprofeno”, ¿no? “Ponme unos ibuprofenos”. No, porque “poner” es más de cosas que se miden al kilo, muchas veces; y claro, no compras medicamentos al kilo, no dices: “Ponme doscientos miligramos de morfina”. No es habitual pedir eso.
Paco: No es habitual. Sí, es cierto, a lo mejor vamos a tener más tendencia aquí a utilizar... eso, como decimos, el verbo ‘necesitar’, ‘querer’. Y tú también me has dicho antes que utilizas una estructura que está muy bien.
Roi: Sí, es algo curioso. Porque yo digo ‘necesito’, o el verbo ‘querer’, cuando voy a buscar algo que yo quiero en concreto. O tengo un problema y no sé muy bien qué necesito y le pregunto al farmacéutico. Pero si yo tengo la receta del médico, es decir, he ido al médico, el médico ha dicho: “Vale, pues... necesitas este medicamento”. Y, entonces, yo ya tengo esa receta, yo no uso el verbo ‘necesitar’, ni el verbo ‘querer’, digo una frase en concreto, Paco.
Paco: Qué ganas tengo de conocer esta frase, parece una frase mágica.
Roi: Es que es mágica, Paco, digo: “Wingardium leviosa”... No, es broma, esa es la frase que decía Ron Weasley en Harry Potter para hacer que una pluma se elevase por el aire. Pero... qué friki soy, eh, qué friki...
Paco: Qué friki, Roi... Qué friki. No, no, no, venga, a ver cuál es la frase.
Roi: Eh, pues, la frase es: “Venir a buscar”. Suelo usar esta frase porque... sé que voy ahí porque voy a buscar un producto, un medicamento que me ha recetado el médico, pero a veces no sé qué me ha recetado, claro, el médico te dice: “Te voy a poner iburufrinoesperemin...”. Que suena así a... hay medicamentos, Paco, que suenan a hechizo de Harry Potter.
Paco: Totalmente, estoy contigo.
Roi: Claro. Entonces, el médico me dice: “Bueno, te voy a poner un Wingardiumleviosar cada ocho horas”. Y, claro, yo luego no me acuerdo cómo se llama eso, entonces, llego a la farmacia y le digo: “Hola, venía a buscar un medicamento que me recetó el médico”. Entonces, le doy mi tarjeta sanitaria a la persona de la farmacia y ya lo mira en mi historial y dice: “Ah, vale, Wingardiumleviosar seiscientos gramos”.
Paco: Y tú es cuando respondes: “Sí, sí, esto, esto...”. Roi: “Eso, eso, sí, sí”.
Paco: Claro, repetir lo que ha dicho el farmacéutico, con esos nombres tan raros y largos, eso ya es demasiado... “Sí, sí, ponme uno de esos”.
Roi: “Sí, sí, eso, eso”. Claro, entonces, yo digo eso: “Venía a buscar”. Porque es como que está ahí el medicamento esperándome, ¿no? Porque como el médico lo ha recetado, es como que ya yo vengo a buscar esa cosa en concreto.
Paco: Esto... esto es todo un arte, lo de ir a la farmacia. Entonces, ¿cuándo voy a utilizar ‘vengo a buscar esto’, o ‘necesito esto’, ‘quiero esto’? Aquí necesitamos ir a... necesitamos estudiar un máster, ir a una universidad prestigiosa para saber lo que decir en una farmacia.
Roi: Sí. Pero bueno, que tampoco hay que volverse loco, si no sabes decir esto, llegas a la farmacia y dices: “Hola, quiero un medicamento”. Y ya está. No hay que complicarse, estos son pequeños detalles, pequeños consejos y curiosidades. Y bueno, Paco, eh... me duele un poco la garganta de grabar, ¿no? De hablar tanto. Entonces, me apetece algo para la garganta, me apetece una cerveza, ¿no?, que es muy buena para la garganta.
Paco: Bueno, Roi. Yo pensaba que me ibas a decir que necesitas un jarabe o un medicamento para la garganta, pero no, una cerveza.
Roi: Hombre, Paco, todo el mundo sabe, hasta los farmacéuticos lo saben, que el mejor remedio para el dolor de garganta es la cerveza. En general, es el mejor remedio para el dolor de todo, la cerveza cura todos los males.
Paco: Quizá los cura porque si tomas muchas te emborrachas y vas a olvidarte de esos males, es por eso.
Roi: Claro. Y funciona como un anestésico, ¿no? Si estás muy borracho sientes menos las cosas. Bueno, qué va, es broma, ¿no? No es bueno esto. Pero, vale, necesito una cerveza, Paco, entonces, quiero que tú me cuentes cómo pido una cerveza en un bar, ¿cómo hago esto?
Paco: Por supuesto, podemos volver al verbo de antes, que es muy habitual en los bares, en un entorno más coloquial, más informal, quiero decir. Entonces, podría decir: “Ponme una cerveza, por favor”. O... directamente, sin utilizar ningún verbo, el producto. Por ejemplo: “Una cerveza, por favor”. No queda raro.
Roi: Sí, entonces... Igual que antes, el verbo ‘poner’. “Ponme una cerveza” - “¿Me pones una cerveza, porfa?”. O simplemente dices: “Una cerveza, por favor”. Y ya está. Siempre buena entonación y el “por favor” ahí suma puntos.
Paco: Vale, pues, esto en el bar, en el bar. Pero... en un restaurante, ¿qué hacemos? ¿Lo mismo?
Roi: A ver, yo generalmente en el restaurante... generalmente digo los platos directamente, ¿no? Viene el camarero, pregunta: “Vale. ¿Qué van a tomar? ¿Qué va a ser? ¿Qué quieren comer?”. Y ahí yo digo: “Vale, pues... de primero un arroz con marisco y de segundo ternera con patatas, gracias”. Ya está.
Paco: Exacto, directamente con los platos... No nos complicamos mucho la vida ahí.
Roi: Soy un tío sencillo, Paco, no me complico. Y, por ejemplo, si es algo como para compartir entre varias personas, o digo directamente el plato, o uso el verbo ‘poner’ también, yo uso el verbo ‘poner’ siempre, casi siempre. Entonces, digo algo como: “Vale, pues, ponme unos calamares, una tortilla y... unas carrilleras”.
Paco: Y una cosita interesante, Roi, de nuevo, aquí incluso en restaurantes, estamos utilizando la forma de ‘tú’, no la forma de ‘usted’.
Roi: Sí.
Paco: Y... bueno, está bien, como ya hemos explicado anteriormente.
Roi: Claro, eh... lo hablamos en aquel episodio. También depende de la persona, ¿no? Si tú te consideras una persona más formal, te gustan las buenas formas, te gusta ser así muy, muy formal, pues, está bien usar ‘usted’. Nosotros somos unos... tú eres treintañero, Paco, yo soy casi treintañero, pero somos muy informales, somos muy coloquiales... Somos así. Por eso ya hemos hecho el aviso ese al principio.
Paco: Exacto. Pues, venga, vamos a cambiar de contexto, Roi, vamos a cambiar de entorno, porque dejamos el restaurante y nos vamos a casa, nos quedamos en casa porque imagínate que se te rompe un grifo y necesitas arreglarlo, estás ahí con problemas en la cocina... Bien, pues. ¿Qué haces? ¿Cómo pides ayuda?
Roi: Bueno, ya estás dando por hecho, Paco, que tengo que pedir ayuda, a lo mejor lo arreglo yo...
Paco: Bueno, es verdad, lo he dado por hecho porque yo no sé arreglar grifos, ni cambiar lámparas, ni todo esto. Entonces, yo pido ayuda.
Roi: Yo también, Paco, me hice el indignado, pero en realidad yo tengo que pedir ayuda urgentemente. Pues, mira, si tengo un grifo roto y necesito ayuda con urgencia, pues, llamaría al fontanero y le diría algo así como: “Hola, se me ha roto el grifo, está echando agua, entonces, necesito que vengan arreglarlo, es urgente, por favor. ¿Cuándo podrían venir?”.
Paco: Muy bien, Roi. Pues, aquí veríamos eso, primero la explicación del problema, claro. Luego el verbo ‘necesitar’, porque necesitas ayuda. Y, por último, una pregunta, por ejemplo, utilizando el condicional de ‘tú’ o de ‘usted’... “¿Cuándo podrías venir?”. O “¿Cuándo podría venir el técnico?”. Algo así.
Roi: Perfecto, pues, así es. Entonces, obviamente hay muchas más situaciones, hay más formas de decir las cosas y puede ser que un profesor de español os lo explique con otros verbos. Estos son los que utilizamos nosotros y... ¿Qué podemos decir más, Paco? Pues, animar a los oyentes. Si os ha gustado este estilo de episodio con situaciones y frases o palabras que se pueden usar en esas situaciones, dejad un comentario y haremos más episodios como este.
Paco: Eso eso. Y los mejores comentarios ganarán tu coche, porque, Roi, la otra vez fue mi coche, en esta ocasión será el tuyo.
Roi: Perfecto. Pues los mejores comentarios se llevarán mi coche, eso es. Entonces, ahí está, si queréis ganar mi coche imaginario, dejad un comentario y decidnos si queréis o no queréis más episodios como este. Y también dadnos ejemplos de situaciones. “¿Si tengo que ir al dentista qué diría para decirle que no me gusta lavarme los dientes?”. No sé... Situaciones así que os interese saber qué palabra o qué frase es la que nosotros usamos.
Paco: Ahí está, me gusta. A ver, a ver si hay participación ahí, a ver si tenemos situaciones un poquito locas también.
Roi: Eso es. Y aquí dejamos el episodio, Paco. Un placer como siempre. Paco: Un placer como siempre. Un saludo para todos.
Roi: Venga. Adiós.
Paco: Hasta la próxima.