Tous les vendredis de 18h00 à 19h00 au 108 rue de Bourgogne à Orléans, j'anime des cours d'espagnol, sous la forme d'un atelier de conversation.
Vous retrouvez sur ce blog tous les documents réalisés et utilisés pendant ces séances.
¿Por qué las mujeres palentinas no tienen que inclinarse ante ningún rey?
En un recorrido por la rica historia de la ciudad de Palencia, emerge un episodio de valentía y resistencia que resuena con orgullo a lo largo de los siglos. En el inestable escenario de la Castilla del siglo XIV, las mujeres palentinas protagonizaron un acto de heroísmo que les otorgaría un estatus único en toda España y no es otro que el de no tener que inclinarse ante ningún rey. La emblemática banda dorada en sus trajes regionales se convirtió en un símbolo de su hazaña, y aún hoy recuerda por qué las palentinas no se doblegan ante monarcas.
En ese convulso período, el reinado de Juan I en Castilla y León estaba en riesgo tras la derrota en la batalla de Aljubarrota en 1385, dejando la corona en una posición vulnerable. Aprovechando esta debilidad, Juan de Gante, duque de Lancaster, planteó su ambición de reclamar el trono al ser yerno de Pedro I, también conocido como 'el cruel'. El conflicto sucesorio abrió las puertas a la incursión de Juan de Gante en la península ibérica, desencadenando una serie de acontecimientos que llegarían a Palencia.
La ciudad, en ese tiempo de 1387, estaba mayormente desprovista de sus hombres, quienes se hallaban en el frente de batalla y otros muchos ya habían muerto durante la contienda. Pero enfrentándose a la amenaza de las tropas invasoras de Lancaster, las mujeres de Palencia no retrocedieron y tomaron el testigo de proteger su hogar.
En lugar de rendirse, decidieron plantar cara, defendiendo su ciudad con una valentía inquebrantable. Este acto de determinación culminó en la derrota de las fuerzas invasoras, lo que llevó a Juan de Gante a renunciar a sus aspiraciones dinásticas en el Tratado de Bayona en julio de 1388. El resultado fue más que una victoria militar; fue un tributo a la resiliencia y el coraje de las mujeres palentinas.
En reconocimiento a esta gesta, que aseguró la conservación de la corona, Juan I otorgó un privilegio excepcional a las mujeres de Palencia. Fueron distinguidas con el título de 'caballeros de honor', concediéndoles el derecho de portar la distintiva banda dorada que solía ser exclusiva de los caballeros varones. Este símbolo de igualdad marcó un hito en la historia de género, proclamando la valía y la capacidad de las mujeres para enfrentar desafíos con la misma fuerza que sus compañeros masculinos.
Además de la banda dorada, las mujeres palentinas también recibieron el privilegio de no tener que inclinarse ante ningún monarca. Este derecho simbolizaba la autonomía y el respeto ganado a través de su coraje y determinación en la defensa de su ciudad. Su valentía había demostrado que merecían un lugar de honor en la historia y en la sociedad.
Y el monarca Juan I de Castilla también creó a finales de ese mismo año la Orden de las Damas de la Banda, para honrar la memoria de estas palentinas que a principios de aquel año defendieron la ciudad del ataque y que logró expulsar a las tropas inglesas del territorio.
Hoy en día, las mujeres de Palencia siguen llevando con orgullo la banda dorada en sus trajes regionales, recordando a las generaciones venideras que su historia es un testimonio de fuerza, igualdad y dignidad. De hecho, esta historia viene a recordar que si hoy existe Palencia es porque hace 700 años, sus mujeres defendieron con uñas y dientes su propia ciudad.
No hay nada más complicado en la vida que tomar decisiones. Pero en eso consiste ser adulto, en tomar decisiones. Por eso hay que dar gracias que haya una serie de principios y valores que nos guían en la vida y nos ayudan en esas dicotomías. Y de esas guías es de lo que vamos a hablar a lo largo de este mes, de los valores. En este primer episodio vamos a empezar sabiendo qué son.
En todo el mundo vivimos más de 8 mil millones de personas. Esos habitantes viven repartidos en diferentes continentes, África, América, Asia, Europa, Oceanía. A su vez se dividen en 195 países, cada uno con sus diferentes costumbres, con su propia historia y con su propia lengua. Se calcula que en todo el mundo se hablan alrededor de 7102 lenguas diferentes.
Todo este contexto determina en cada uno de nosotros nuestra manera de comportarnos y comunicarnos. Pero es que además no hay dos personas iguales y a cada uno de nosotros nos afecta nuestra propia personalidad y nuestra educación.
Somos más de 8 mil millones de personas diferentes entre nosotros conviviendo en un lugar llamado Tierra. ¿Te imaginas el caos que supondría si nos comportáramos sin principios, sin guías de comportamiento, como animales salvajes? Pues bien, vamos a dedicar el tema del mes a lo que nos permite convivir con el resto de humanos. ¿Y qué es eso que nos hace ser humanos y no animales salvajes? Los valores, oyente, entre otras cosas claro, no es lo único que nos diferencia de los animales, pero sí es algo importante y vamos a hablar de ello durante este mes.
A lo largo de todo el mes vamos a ir centrándonos en los valores aplicados a diferentes áreas de nuestra vida. En este primer episodio vamos a intentar poner los cimientos para poder profundizar en los siguientes episodios. Así que hoy intentaremos comprender qué son los valores.
Y como no hay que empezar la casa por el tejado, primero vamos a definir los valores. Podríamos definir los valores como los principios o las normas que guían la forma de actuar, de comportarse, de ser y de pensar y de tomar decisiones de las personas y de las sociedades. Digamos que son una especie de guía por la que regimos nuestra vida y por la que se rigen las sociedades. Facilitan la convivencia de un modo justo y ayudan a alcanzar un beneficio global como sociedad. Es decir, permiten que más de 8 mil millones de personas diferentes y con diferentes contextos, tengan unas normas comunes y puedan convivir. Si todo está pensado para un bien común, como te podrás imaginar, estos valores tienen cualidades positivas.
Los valores son muchos y de muchos tipos, pero, ¿hay características comunes a todos los valores? La respuesta es sí, y esas características es lo que vamos a ver ahora.
Una de las primeras características que es importante mencionar es que los valores no son algo palpable, sino que son mentales, son abstractos. Esto es fundamental porque al no ser algo físico tienen más que ver con interpretaciones mentales o culturales. Siguiendo con estas características, que son quizá más filosóficas, podríamos decir que los valores son trascendentes. Esto lo decimos en el sentido de que es un concepto que tiene que ver con el comportamiento humano y con la existencia misma del ser humano. No voy a entrar en esto de la filosofía, porque habría que hacer un episodio aparte de esto, pero el estudio de los valores es una rama de la filosofía que se conoce como axiología.
Seguimos con las características comunes, y una de ellas es que los valores están marcados por una jerarquía donde hay prioridades. Esto significa que no todos los valores tienen el mismo nivel de importancia. Las personas y la sociedad ponemos unos valores por encima de otros a nivel de importancia. Esto viene definido por nuestras propias creencias, nuestra cultura o incluso nuestras necesidades. Por ejemplo, una persona puede poner la honestidad por encima de la empatía.
Otra característica es que los valores son algo que suele perdurar en el tiempo y son algo histórico. Es decir, no surgieron de la nada, sino que vienen dados por una evolución de las sociedades y tienen una larga historia. Pero además perduran en el tiempo. Es verdad que algunos valores pueden cambiar, pero generalmente los valores más importantes suelen ser los mismos que hace miles de años. Los valores vienen de una larga tradición, aunque con el paso de los años quizá las prioridades van cambiando. A lo mejor nuestros padres les daban más importancia a otros valores que nosotros ahora no priorizamos tanto. Pero la realidad es que los valores en sí, son un pilar de la civilización muy antiguo. De hecho, en todas las religiones nos enseñan valores que hoy mantenemos y que representan el pilar básico de la convivencia de una sociedad. Un ejemplo son los 10 mandamientos del Cristianismo: honrarás a tu padre y a tu madre, no matarás, no cometerás actos impuros, no darás falso testimonio ni mentirás, no robarás… Todos esos mandamientos nos inculcan valores como la justicia, la verdad, la honestidad, el respeto a la familia, la integridad, el decoro…
Algo que caracteriza a los valores, y que ya hemos apuntado antes, es que son conceptos universales, todo el mundo los conoce. Pero hay un detalle sobre esto, a pesar de ser universales y generales a toda la humanidad, se pueden presentar de diversas maneras en las diferentes personas o sociedades. No todo el mundo entiende de la misma forma un mismo valor, es algo interpretable. Puede que mi sentido de la responsabilidad no sea el mismo que el tuyo, oyente. Y es que esto es otra cosa de suma importancia en los valores, se van adaptando y dependen de los contextos. Es decir, el valor es uno, sí, pero lo podemos practicar de diferentes maneras según el contexto. Por ejemplo, un valor puede ser el perdón. Pero puede que el perdón tú no lo practiques de la misma manera en el ámbito familiar que en el ámbito laboral.
Finalmente, podríamos decir que otra de sus características es que los valores influyen en el comportamiento humano. ¿Por qué? Porque si tú basas tu comportamiento en seguir ciertos valores como pueden ser la bondad, la honestidad o la empatía, tus decisiones las tomarás teniendo en cuenta esos valores. Por lo tanto, tu vida evoluciona basada en esas decisiones, viene marcada por los valores por los que te has regido. Igualmente, todos conocemos a personas que no tienen muchos valores y cuando toman sus decisiones, solo lo hacen pensando en su beneficio propio. Esas personas se definen por sus actos, porque una persona que no tiene valores lo refleja en las decisiones que toma.
Y puede que ahora te estés diciendo a ti mismo, guau, los valores entonces tiene mucha importancia en nuestra vida. Y sí, oyente, tienen una enorme importancia. Son una guía para nuestros comportamientos y en la vida, y nos ayudan a diferenciar entre el bien y el mal, y nos ayudan a tomar decisiones.
Cuando tenemos que tomar decisiones, hay muchas cosas que se ponen en una balanza y lo que nos hace decantarnos por un lado de nuestra balanza son esos valores. Y también nos ayudan a forjar nuestra personalidad y a nosotros mismos. Por ejemplo, observa que cuando tienes que definir a alguien es habitual definir a esa persona en función de sus valores. Frases como “es un buen tío, es de fiar…” están haciendo referencia a la forma de actuar de esa persona y esa forma de actuar viene dada por sus valores.
Y claro, esto nos sirve a nivel social, ya que nos permiten establecer relaciones con los demás y lo habitual es que nos juntemos con personas con valores similares a los nuestros. Y a nivel de sociedad también es crucial, puesto que sientan las bases a la hora de tomar decisiones a nivel social y definen lo que es una sociedad justa. De la misma forma, cuando una sociedad empieza a olvidarse de ciertos valores es cuando las cosas empiezan a ir mal.
¿Cuáles son los diferentes tipos de valores? Pues existen varias clases de valores, como pueden ser los valores universales, los sociales, los personales, los morales, los éticos, los familiares, los espirituales, los profesionales, los religiosos o los empresariales. Si te parece vamos a ver brevemente cada uno de ellos.
Los valores universales o humanos son aquellos que están presentes en toda la humanidad y que se repiten en todas las culturas, sociedades y religiones. Podríamos decir que estos valores se corresponden con los Derechos Humanos. Algunos de estos valores podrían ser la bondad, la justicia, la libertad, el respeto…
Hablamos de valores sociales para referirnos a aquellos que rigen a una sociedad en concreto y, por lo tanto, son los valores que guían a los miembros de dicha sociedad. Además, estos valores suelen evolucionar o cambiar según evoluciona una sociedad. Por ejemplo, habrá sociedades donde el respeto sigue siendo algo crucial, como en Japón, y en otras sociedades, como la española, eso ha ido cambiando y ahora es algo más secundario.
Los valores personales son los que tiene cada persona y, por lo tanto, dependen de cómo los entiende cada persona, porque ya sabemos que cada persona ve las cosas desde su punto de vista. Así que, dos personas pueden considerar que son honestas, pero una seguramente tenga un sentido de la honestidad más profundo que la otra. Pero bueno, hay que decir que siempre hay un entendimiento general o una idea general de los valores en la sociedad, y si una persona tiene una visión muy particular de ese valor, es posible que el resto de la sociedad no lo vea así. Entonces, si tú dices que eres honesto, pero luego con tus actos no lo eres, por mucho que tú creas que sí lo eres, el resto de personas no te van a ver como una persona honesta. La interpretación personal de un valor tiene sus límites.
Pasamos a los valores morales, que son aquellos que nos hacen distinguir entre el bien y el mal. Estos valores vienen marcados por otros factores determinantes como puede ser la sociedad o la religión. Pero no son inamovibles, sino que pueden cambiar conforme cambia la sociedad.
Los éticos, por su parte, tienen más que ver con lo correcto, es decir, con la toma de decisiones en torno a lo correcto o lo incorrecto, pero a nivel personal, no a nivel social.
Los valores familiares son los que tiene una familia en concreto y se van transmitiendo de generación en generación. Los espirituales tienen que ver con la creencia, pero van más allá de lo puramente religioso. Tienen que ver con la fe en un aspecto más amplio. Los valores religiosos son los que transmite una religión o una doctrina en concreto.
Los valores profesionales son los que se refieren al ámbito del trabajo, cómo actúas en tu puesto de trabajo. Y, por último, podríamos hablar de valores empresariales, que son los que definen a una empresa, a sus acciones, sus políticas y a sus empleados.
Hemos dado el primer paso, ya sabemos de qué hablamos cuando hablamos de valores. En los próximos episodios ahondaremos en diferentes tipos de valores. Ahora ya podemos irnos tranquilos sabiendo que hemos entendido por qué es posible que convivan todos los seres humanos de la Tierra.
ELECCIONES VASCAS | Kiko Llaneras habla sobre las últimas encuestas sobre la intención de voto
El último barómetro de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena Ser previo a las elecciones vascas del próximo domingo deshace el empate que arrojaban los últimos sondeos: Bildu, según estos resultados, adelantaría por primera vez al PNV, el partido que ha ganado todas las elecciones desde la restauración de la democracia. Carlos Domínguez, analista de 40dB. ha desgranado algunas de las claves de este sorpasso en el programa diario de EL PAÍS TV que aborda la actualidad de la campaña. ¿De dónde proceden los votos que han alimentado la subida de la izquierda abertzale? ¿Resistirá el PNV? ¿Qué pasa con Podemos y Sumar? Todas las claves de este análisis, en este vídeo.
Jordania, el último bastión de los Hachemitas
En este episodio hablaremos de Jordania, un país fascinante. Visitarlo es una interacción constante con la historia, que te hará sentir en un lugar mítico y sagrado gracias a sus historias bíblicas.
Acompáñanos a contemplar el ingenio de los nabateos; maravillarnos ante la espectacularidad del imperio romano, todo esto mientras escuchamos el llamado a la oración de la mezquita, contemplando los siglos de civilizaciones pasando frente a nosotros.
Ecuador: cómo ha cambiado mi país bajo el asedio de las bandas
Ecuador, alguna vez conocida como la isla de paz en una región convulsa, es ahora un país envuelto en una espiral de violencia.
Los cárteles internacionales de la droga aumentaron su fuerza en Ecuador hace poco más de 5 años en el contexto el boom de la producción y demanda de cocaína a nivel mundial y la desmovilización de las FARC en Colombia. Todo esto con un resultado palpable: Ecuador tiene ahora la tasa de muertes violentas más alta de América Latina.
La periodista de BBC Mundo Ana María Roura, viajó a su país para ver de primera mano la nueva realidad.
Ana María pudo hablar, entre otros, con un miembro de una de las bandas más peligrosas del país y con un guardacostas en Guayaquil, el puerto de Ecuador por donde sale el 90% de la droga del país.
Hola, oyente, ¿qué tal? Muchas veces se hacen listas de cuáles han sido los inventos o innovaciones españoles. En esa lista aparecen cosas como la fregona, el sacapuntas, los Chupa Chups, la silla de ruedas, el futbolín o el submarino militar. Pero hay algo más que podríamos decir que una mujer española fue pionera o de las primeras personas en hacer eso, pero jamás se habla de ella. Quizá porque no es algo muy positivo.
Hoy vamos a unir uno de los apellidos más respetados de la literatura española, el apellido Larra, con la estafa piramidal. Y lo haremos hablando de Baldomera Larra.
Vamos a empezar por el principio y vamos a conocer los orígenes de nuestra protagonista. Sin duda, su apellido te sonará de algo. Con razón. Era la hija de Mariano José de Larra, que fue escritor, periodista y político español, y uno de los máximos representantes del romanticismo español. Pues bien, Larra y su mujer, Josefa Wetoret, tuvieron tres hijos, Luis Mariano, Adela y Baldomera. Esta última es nuestra protagonista.
Baldomera Larra nació en 1833 y lo cierto es que de su infancia poco se sabe, salvo que tenía 4 años cuando su padre se suicidó.
En aquella época, la madre, al quedarse con tres niños, no podía hacer mucho, así que parece ser que buscó ayuda para que el hijo varón estudiara y las dos hijas se quedaron con ella. Las niñas, que parece ser que eran muy atractivas y elegantes, intentaron buscar un buen marido. Y lo consiguieron. Baldomera se casó con Carlos de Montemayor, que era médico de la Casa Real. Y la hermana se casó muy bien también y además fue la amante del rey Amadeo de Saboya. Parece ser que se conocieron gracias a la relación de Baldomera con su marido.
El caso es que el reinado del italiano no fue el más sencillo del mundo, ni la situación política era la más fácil. Por eso, dos años después de subir al trono, abdicó y volvió a Italia. En esta situación, el marido de Baldomera, que recordemos que era el médico de la Casa Real, decidió poner tierra de por medio y se marchó a Cuba en el año 1873.
Dejó en España a su mujer y a sus tres hijos en una situación económica muy complicada. Ante esta situación, Belarra tuvo que acudir a prestamistas a pedir dinero y tenía que pagar un interés enorme. Pero claro, al hacer tanto uso de los prestámos empezó a entender cómo funcionaba el mercado y eso le dio una idea de negocio, montar su propio banco de inversiones.
En el año 1876 fundó su negocio que se llamaba la Caja de Imposiciones. Era una especie de banco, en el que la gente depositaba su dinero y ella prometía devolver la inversión duplicada al mes siguiente. Ella decía así: “Quien le dejara una onza de oro, al mes se la devolvería duplicada”. ¿Una promesa un poco loca, verdad? Sí, muy loca, pero hubo algunas personas que decidieron correr el riesgo e invertir su dinero y, posiblemente sorprendidos, vieron su inversión duplicada. Baldomera cumplió con lo prometido, y claro, viendo que la señora cumplía con lo prometido, la voz se corrió como la pólvora por todo Madrid. Hay una persona que está dando intereses altísimos por tu dinero y además cumple con sus pagos.
Eso fue así al principio, pero en las siguientes inversiones ya no ofrecía duplicar la inversión. Igualmente ofrecía un interés extremadamente alto, ella prometía un 30% de retorno mensual. Estamos hablando de un rendimiento muy elevado, para ver la magnitud, podemos compararlo con el retorno medio que da una inversión en el índice Dow Jones, que es el índice de bolsa más antiguo de la historia. El Dow Jones de media ha dado en sus 127 años de historia un rendimiento anual del 8% aproximadamente. En cambio, Baldomera Larra prometía un 30% mensual, es decir, un 360% anual. ¿Demasiado bonito para ser verdad? Pues sí, pero la realidad es que durante los primeros meses, Baldomera pagaba correctamente todos los intereses y los pagaba a tiempo.
Claro, un 30% mensual, cumplía con los pagos, tenía una oficina en la capital española… Tuvo mucho éxito, de hecho, tuvo tanto éxito que se formaban largas colas en su oficina y tuvo que cambiar varias veces de ubicación en la capital española. Estuvo primero en la calle de la Greda, luego en la plaza de la Cebada, y por último, en la plaza de la Paja. En esta última localización el negocio ya era muy boyante.
Su negocio era muy sencillo, en realidad. La gente llegaba, ingresaba una cantidad de dinero, y eso lo apuntaba en un papel donde ponía el nombre de la persona y la cantidad ingresada. Ella ofrecía un rendimiento de un 30 % mensual. Pagaba esa cantidad puntualmente y por eso tuvo tanto éxito.
Cuando ella estaba en pleno auge la llegaron a apodar “la madre de los pobres”, porque permitía que incluso los pobres pudieran tener grandes beneficios. Dicen que era cautivadora.
Cuando le preguntaban en qué consistía su negocio, ella solo respondía: “Es tan simple como el huevo de Colón”. Y cuando le preguntaban cuál era la garantía en su negocio en caso de quiebra, decía: “¿Garantía?, una sola: el viaducto”. Te aclaro, oyente, que el viaducto era el lugar por antonomasia de Madrid al que acudían las personas que querían suicidarse.
Tal fue la repercusión, que hasta periódicos internacionales como Le Figaro de París y L’Indépendance Belge de Bruselas hablaron de ella. Llegó a recaudar 22 millones de reales y hubo unas 5000 personas involucradas.
La gente no sabía cómo esta mujer conseguía dar esos intereses tan altos, pero había un rumor. ¿Te acuerdas de que el marido se había marchado a Cuba? Pues mucha gente decía que Baldomera enviaba todo el dinero al marido y el marido hacía negocios en Cuba y por eso conseguía sacarle tanta rentabilidad al dinero.
La verdad es que podría ser una buena explicación, podría tener sentido, pero ella no hacía eso. La realidad era más sencilla. Ella pagaba los intereses con el dinero que ingresaba de los nuevos inversores. Cuando un nuevo inversor metía dinero en el banco, usaba ese dinero para pagarle el interés a los inversores anteriores y así, hasta el infinito. Pero claro, lo malo del dinero, es que no es infinito.
Efectivamente, se trataba de una estafa piramidal, lo que actualmente conocemos como esquema Ponzi. Baldomera Larra fue una pionera en esto de las estafas piramidales. No puedo decir que fue la primera, porque para ser justos hay que decir que Adele Spitzeder en Alemania llevó a cabo la que posiblemente fue la primera estafa piramidal de la historia moderna unos pocos años antes que ella, en 1869. Pero bueno, Baldomera fue la segunda y quizá ni siquiera sabía de la existencia de la otra mujer. O quizá sí y siguió su ejemplo, no lo podemos saber.
Sigamos con la historia. ¿Cómo acabó esto? ¿Consiguió pagar todos los intereses? Evidentemente no. En 1876 la quiebra de su empresa era inevitable, no tenía forma de pagar a sus acreedores y Baldomera lo sabía. Los rumores de crisis estaban ya por todo Madrid. En esa situación, Baldomera diseñó un plan de huida.
Un día se presentó en el teatro de la Zarzuela con sus joyas y dejándose ver para calmar las aguas, para dar a entender que no pasaba nada. Era su manera de acallar los rumores de la enorme crisis que se venía encima. Pero formaba parte de un plan, porque en la mitad de la representación se dio a la fuga en un carruaje que estaba esperándola y salió de España con ocho millones de reales. Para que te hagas una idea de la cantidad de dinero que estafó, he calculado que esa cantidad actualmente podría equivaler a unos 20 millones de euros.
Dos años después se tuvo conocimiento de que vivía en Francia bajo una identidad falsa, momento en que se pidió su extradición y llegó a España para ser juzgada. En el juicio, ella alegó que la culpa había sido de la prensa. Sí, has oído bien. Según ella, debido a la mala prensa que le hicieron dejó de tener nuevos inversores y por eso se acabó el negocio.
El 26 de mayo de 1879 salió la sentencia, y la condenaron a seis años de prisión. Por cierto, es curioso que sus colaboradores en el negocio fueron absueltos. Cuando se supo la sentencia, hubo una campaña de apoyo enorme hacia Baldomera, fue apoyada por gente sencilla y también por grandes aristócratas. Supongo que esas personas que la apoyaban no fueron afectadas por la estafa. Como te podrás imaginar se convirtió en un auténtico fenómeno.
Pero la cosa no se quedó ahí, ya que su abogado presentó un recurso al Tribunal Supremo de Justicia donde pedía su total absolución, basándose en un apartado concreto de la ley. Según el derecho español del siglo XIX, una mujer casada no podía hacer contratos sin el consentimiento de su marido, y recordemos que el marido se había marchado a Cuba, por tanto, ella no podía haber realizado esos contratos de manera legal ni podía tener acreedores. Gracias a eso fue absuelta de sus delitos y liberada de prisión.
Poco se sabe de su vida una vez absuelta. Unos dicen que se fue a Cuba con su marido y que cuando este murió volvió a casa de su hermano fingiendo ser “la tía Antonia”. Otros dicen que se fue a Buenos Aires. Otros que se fue a Inglaterra a bordo de un barco en el que viajaba también el anarquista Mijail Bakunin. Lo único cierto que sabemos es que jamás devolvió el dinero.
Baldomera Larra, una de las primeras personas en hacer un esquema Ponzi, mucho antes de que Ponzi naciera. Por si tienes curiosidad, a principios del siglo XX Carlo Ponzi montó una estafa piramidal basada en invertir en cupones postales, en la que también daba grandes intereses y los pagaba utilizando el dinero de los nuevos inversores. Se calcula que los inversores perdieron el equivalente en la actualidad a 230 millones de dólares. Estafó a muchas personas en Estados Unidos y dio nombre a esta estafa, pero no fue pionero, ya que muchas otras personas antes que él utilizaron este esquema para estafar a la gente.
Este método se basa en ofrecer una gran rentabilidad a los inversores, y esto se puede hacer gracias a los nuevos inversores. Esos intereses son pagados con el dinero de los nuevos clientes. Pero es insostenible y siempre llega un momento en el que no es posible pagar los intereses, porque no hay suficientes inversores nuevos.
Y aunque parezca algo del pasado, hay casos muy famosos ocurridos en las últimas décadas, como Gescartera en España, Patrick Bennett en Estados Unidos o uno de los más recientes y más famosos de la historia, Madoff. Y aunque no sea algo de lo que estar orgulloso, lo justo es que digamos que Ponzi no fue el primero, una de las primeras fue una mujer española llamada Baldomera Larra. Después del episodio de hoy, quizá cuando veas un esquema Ponzi, pensarás en llamarlo “esquema Baldomera Larra”.
Nunca han llegado a saberse las cifras de víctimas ni existen datos fiables sobre el número exacto.
El Gobierno vasco dio una cantidad oficial de víctimas de 1645 muertos y 889 heridos, que es el número citado en los folletos impresos en el extranjero y por la prensa internacional como algunos periódicos ingleses, aunque hoy se considera que este número está absolutamente hinchado.
El historiador Hugh Thomas situó la cifra de víctimas entre 100 y 1600, estimando que la más probable sea de 1000 muertos.
Sin embargo, los datos más actuales apuntan entre 250 y 300 muertos.
Solé i Sabaté y Villaroya, basándose en las valoraciones de Castro Uriarte, arquitecto municipal de Guernica y responsable del servicio contra incendios, afirman que la cifra de entre 250 y 300 muertos es la más cercana a la realidad de lo que ocurrió, lo que supone una cifra proporcionalmente elevadísima "ya que representa algo más del 5 por ciento de la población". Estos dos historiadores también señalan que no hubo más víctimas porque, después del primer bombardeo, la gente huyó al monte.
Por su parte los historiadores de la asociación "Gernikazarra" Vicente del Palacio y José Ángel Etxaniz estiman que hubo 126 fallecidos.
Sin embargo, Xabier Irujo, codirector del Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada y autor de un reciente estudio sobre el tema, ha elevado la cifra de muertos a alrededor de 2000.
Los Fueros, alma de la peculiaridad del País Vasco
Los Fueros Vascos, al igual que el Concierto Económico, forman parte de la raíz más profunda del entramado jurídico del Pueblo Vasco. Son uno de los máximos exponentes de su singularidad, expresada en unos usos y costumbres centenarios.
En su origen fueron un conjunto de normas, tanto de Derecho público como de Derecho privado, que regulaban la administración de los Territorios Históricos vascos. Y tenían una particularidad: su facilidad para adaptarse a diferentes situaciones y momentos, manteniéndose de este modo en continua renovación.
Los Fueros se asentaban en las juntas vecinales, que a su vez mantenían representación en las Juntas Generales, órgano supremo de gobierno de cada territorio. En el caso de Bizkaia, las Juntas Generales se celebraban en la Casa de Juntas de Gernika, presididas por el famoso roble milenario, el árbol de Gernika, símbolo de Bizkaia y de los vascos.
Gernikako_Arbola_blancoynegro
Uno de los primeros sistemas políticos democráticos europeos
Con unos orígenes que se remontan incluso a antes de la Edad Media, los Fueros se pueden considerar como uno de los primeros sistemas políticos democráticos de Europa, con unaparticipación de la comunidad en la vida pública difícilmente comparable a otra en ese momento.
Bizkaia -de la que ya se habla en las Crónicas de Alfonso III del siglo X-, Gipuzkoa y Araba conservaron sus instituciones tradicionales tras agregarse a la Corona de Castilla a partir del año 1200. Es más, los sucesivos Reyes de Castilla debieron jurar bajo el Árbol de Gernika respeto y acatamiento a los Fueros de Bizkaia.
Si alguna disposición del Señor de Bizkaia y Rey de Castillainfringía el Fuero pasaba a aplicarse el denominado “Pase Foral” por las Juntas Generales, esto es, “se obedece, pero no se cumple”. Así se recogía en el Fuero Viejo de Bizkaia de 1452 y en el Fuero Nuevode 1526.
De este modo, los diferentes reyes o señores juraban acatar los Fueros, reconociendo a los Territorios Históricos Vascos sus derechos de zona franca, exenta de impuestos a la corona castellana, la liberación del ejercicio de las armas -salvo que fuera en defensa de su propio territorio- y el respeto a su libre organización interna.
La relevancia de los Fueros fue difuminándose, sin embargo, durante el siglo XIX. Así, tras algunas eliminaciones parciales y restauraciones truncadas, el País Vasco fue perdiendo estas peculiaridades jurídicas, cada vez más reducidas al término de cada una de las guerras carlistas que lo asolaron.
Una ley fechada el 21 de julio de 1876 afirmaba que los Fueros quedaban derogados, reformulándose una parte de los mismos bajo la forma de “Contratos” con el nuevo Estado liberal en materia fiscal y administrativa, es decir, “Conciertos Económicos”.
Hubo que esperar 60 años hasta que el 1 de octubre de 1936, las Cortes Republicanas aprobaron un Estatuto de Autonomíaque posibilitó la creación del primer Gobierno Vasco, cuya gestión se redujo a la zona no ocupada por las tropas franquistas.
La Constitución Española de 1978, en su disposición derogatoria, señala: “se considera definitivamente derogada la Ley de25 de octubre de 1839 en lo que pudiera afectar a las provincias de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. En los mismos términos se considera definitivamente derogada la Ley de 21 de julio de 1876”. De este modo, los Fueros cobraron de nuevo vida, especialmente cuando, ya en 1979, se aprobó en referéndum el Estatuto de Autonomía Vasco (también llamado Estatuto de Gernika), norma institucional básica que recoge, entre otras cuestiones, las competencias exclusivas del País Vasco.
Manuel Machado escribió: “Cádiz, salada claridad; Granada, / agua oculta que llora. / Romana y mora, Córdoba callada. / Málaga cantaora. / Almería dorada. / Plateado Jaén. Huelva, la orilla / de las Tres Carabelas… / y Sevilla”. Pues, eso, que vamos a hablar de esa comunidad autónoma que describía Machado en su poema.
Hoy hablamos de Andalucía.
Hay personas que tienen amigos de los que solo se acuerdan cuando llega el verano, son los amigos estivales. ¿Y quiénes son estos amigos? Los amigos que tienen piscina o casa en la playa. Sí, esas personas que se revalorizan cuando llega el calor y, de repente, cuando se acerca julio les salen amigos hasta de debajo de las piedras. Esto, que obviamente es algo que no es bonito de hacer, pasa también con algunos lugares de nuestro país. Y es que hay comunidades autónomas a las que no les hacemos mucho caso durante el año, que las tenemos un poco olvidadas, pero cuando llega el verano la cosa cambia. ¿Por qué? Básicamente por sus costas, por sus playas, y en los meses de verano es el destino casi número uno de toda España. ¿De qué lugar estoy hablando? De algunos, pero entre otros, de la comunidad autónoma de la que vamos a hablar hoy. Una comunidad maravillosa que tiene el privilegio de estar bañada por dos mares, y que desde un punto de su tierra, puedes ver otro continente. Sí, oyente, estoy hablando de Andalucía.
Pero lo primero es lo primero, abrimos el mapa de España y vamos a situar a esta comunidad geográficamente. Es la comunidad que se encuentra más al sur de la Península Ibérica y está formada por ocho provincias: Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, siendo esta última su capital. Al oeste limita con Portugal, al norte con la provincia extremeña de Badajoz, y Ciudad Real y Albacete de Castilla-La Mancha. Por el este limita con Murcia, y al sur con el océano Atlántico, el mar Mediterráneo y Gibraltar. Y haciendo referencia a lo que te decía antes del continente, resulta que desde el estrecho de Gibraltar, y a tan solo 14 kilómetros, se encuentra el continente africano. Esta es la comunidad más poblada de toda España y es la segunda más grande, después de Castilla y León. Su capital, Sevilla, es la ciudad más poblada de la comunidad.
¿Te parece que antes de conocer más en profundidad la Andalucía actual, conozcamos un poco su historia de manera breve? Algo que hay que tener en cuenta a la hora de entender la historia de Andalucía, es que debido a su ubicación ha sido un lugar estratégico y de ir y venir de culturas. Es el puente entre África y Europa, y además, al estar entre dos mares, es paso de rutas tanto para occidente como oriente. Y esto fue el motivo por el que precisamente en Andalucía se dio una de las claves para la evolución del ser humano en el Neolítico. La civilización se creó en África y desde allí pasó a Europa a través de lo que hoy se conoce como Andalucía. Fue en Andalucía donde se impulsó la agricultura, que parece algo sencillo, pero en realidad fue lo que nos hizo pasar a los seres humanos de ser nómadas al sedentarismo.
Al tener varias poblaciones asentadas, fue clave para otros dos eventos, que llegaran los mercaderes y los invasores. En Andalucía han dejado su huella grandes civilizaciones como fueron los tartesos, fenicios y los griegos. Eran civilizaciones ricas y los fenicios fundaron ciudades tan importantes como Gadir, que es la actual Cádiz, o Malaka, hoy día Málaga. Más tarde llegarían los griegos, que dieron cosas que aún hoy son representativas de esta zona, como la vid y el olivo. Después los tartesos, que aun dejando una gran huella es una civilización que todavía hoy sigue siendo un misterio, porque desapareció de una manera muy abrupta.
Cuando llegaron los romanos, la zona de la actual Andalucía pasó a llamarse Bética y llegó a ser un punto clave del Imperio Romano. Tanto fue así que, en esta zona que actualmente es Andalucía, la asimilación de la cultura que traía Roma fue completa a nivel de infraestructuras, cultura, lengua, legislación, economía u organización política y también se produjo la cristianización del territorio.
Necesitamos dar un salto en la historia para ir a uno de los momentos que más ha influido en su cultura. Y es que en el 711 llega la invasión islámica, que mantuvo su influencia hasta que finalizó la Reconquista por parte de los Reyes Católicos en el año 1492. Aunque parezca paradójico, la invasión islámica supuso un gran avance, ya que la cultura islámica trajo grandes innovaciones en todas las áreas, en lo cultural, en lo arquitectónico, en técnicas de agricultura o en alimentos. Mientras el mundo vivía en una época muy oscura, Al-Ándalus, que era como se denominaba ese lugar en esa época, vivía en una época de gran esplendor.
Después llegaron los Reyes Católicos y expulsaron a los sefardíes y a los musulmanes. Quizá una cosa importante de esta zona de España fue su relación con el Nuevo Mundo. No olvidemos que la expedición de Colón salió desde el Puerto de Palos, en Huelva. La relación con el Nuevo Mundo trajo mucha riqueza a zonas como Cádiz y Sevilla.
Y para que no se haga muy larga la historia de Andalucía, citaremos dos momentos importantes. Uno, el momento en que se aprobó en Cádiz la primera Constitución de la historia de España, llamada la Pepa, en el año 1812. Y un segundo momento importante, la aprobación de Andalucía como Comunidad Autónoma en 1981.
Ante la pregunta de cómo es Andalucía, tengo que decirte que Andalucía es muy diferente entre sí. Lo que sí hay en común en Andalucía es que, debido a su clima mediterráneo, es una de las zonas más cálidas de España y Europa. Sobre todo, porque tiene muchas horas de sol al año, tiene una media de 3.283 horas de sol al año. Así que, si tuviéramos que resumir, diríamos que en regla general Andalucía es calurosa en verano y con inviernos suaves.
En grandes rasgos podríamos dividir Andalucía en una parte oriental y una occidental. La oriental sería Almería, Granada, Jaén y Málaga; y la occidental Huelva, Sevilla, Cádiz y Córdoba. Vamos ahora a hablar de estas provincias más en detalle.
Comenzamos por el oriente de la comunidad y nos vamos a Huelva, que es la provincia situada más al oeste de Andalucía y, de hecho, está pegada a Portugal. Huelva tiene cosas maravillosas pero, sin duda, una de las cosas por la que más se la conoce es por sus maravillosas playas. Pero déjame que te diga que una de las joyas que posee esta provincia es el Parque Natural de Doñana. Es un parque natural protegido, que se puede visitar y que guarda grandes tesoros como el lince ibérico, en peligro de extinción. También uno de los mayores espectáculos de este parque es ver los flamencos rosados. Eso te deja sin aliento. No te puedes ir sin probar un buen jamón ibérico, unas gambas y unas coquinas. Eso, junto a un vino blanco del Condado de Huelva, es el paraíso en la tierra.
En la provincia de Cádiz, que es la punta de Europa y está pegada a África, hay unas playas de ensueño y unas ciudades y pueblos de esos que quitan el hipo. Pero si tuviéramos que decir una ciudad, sería la capital, Cádiz, llamada también la tacita de plata, es una ciudad preciosa llena de historia. Un pueblo diferente sería, por ejemplo, Setenil de las Bodegas, donde las casas salen directamente de las rocas. Y una playa, la de Bolonia, es casi virgen, hay en ella unas famosas ruinas romanas, y en frente puedes ver la costa africana. ¿Se puede pedir más? Siéntate frente al mar y disfruta de un buen pescaito frito, de unas tortillitas de camarones, o de un buen atún rojo de almadraba, que se cogen en sus costas. Si a eso le sumas cualquier vino estilo fino, manzanilla o Pedro Ximénez, sabrás por qué Cádiz es un sitio para volver.
Sevilla es una de las provincias más conocidas de Andalucía, pero sería un pecado mortal no decirte que lo que no te puedes perder ahí es su capital, Sevilla. Esta ciudad tiene joyas de la arquitectura como su Catedral y la Giralda, la Torre del Oro o El Real Alcázar. Por cierto, para los fans de Juego de Tronos, aquí se rodó una parte de la serie. Pero de Sevilla no te puedes ir sin cruzar su río desde el Puente de Triana. Y ahí puedes disfrutar de un buen gazpacho, que es una sopa fría de tomate; de unas pavías de bacalao o de un rabo de toro. Y en Sevilla, para bajar el calor, nada mejor que una cerveza fría, muy fría, casi helada.
Córdoba es el gran paraíso de la huella de la cultura islámica. Y sin duda, no te puedes ir de Córdoba sin visitar su Mezquita, que es patrimonio de la Unesco. Una cosa curiosa de este monumento es que es una mezquita catedral, ya que se construyó una catedral dentro de la mezquita. Es una joya de la arquitectura. Es de esos sitios que has visto en fotos, que sabes a lo que vas, pero aun así, no se puede describir lo impresionante que es estar en ella. No te puedes ir de Córdoba sin probar dos de sus grandes aportes a la cultura gastronómica andaluza, el salmorejo, que es parecido al gazpacho pero no igual, y el flamenquín, que consiste en un rulo de carne y jamón que va empanado y frito.
Nos vamos a la parte oriental y empezamos por Málaga, donde hay cosas fantásticas, como su capital, Málaga. Pero déjame que te dé un consejo, te recomiendo que hagas una de las rutas de senderismo más impresionantes que tenemos en el país, El Caminito del Rey, donde vas por las paredes de los desfiladeros. Yo todavía no he ido a hacer esta ruta pero la tengo en mi lista para hacerla en el futuro. Y un pueblo impresionante es Ronda, donde hay una vista tan impresionante que hay un mirador que se le llama el “el balcón del coño”, porque quien llega allí, lo primero que dice es, “coño, qué vistas”. “Coño” es una palabra coloquial y vulgar que decimos cuando algo nos sorprende mucho, también “coño” de forma vulgar significa vagina, así que cuidadito con esta palabra. De Málaga no te puedes ir sin tomar un espeto en la playa, que es pescado asado en la misma playa.
De Jaén podríamos decir muchas cosas, pero sin duda unas de las ciudades más bonitas de esta provincia podrían ser Úbeda y Baeza. Estas dos ciudades han sido declaradas por la Unesco conjuntos monumentales renacentistas. Pero posiblemente el gran valor de esta provincia no esté en sus ciudades, sino en sus campos. Si vas en coche por Jaén, vas a estar rodeado de olivares, de muchos olivos, ya que es el gran productor español del aceite de oliva. De hecho, esta provincia cuenta con unos 60 millones de olivos y solamente en esta provincia se produce el 20% del aceite de oliva de todo el mundo. ¡Qué barbaridad! Y ya que menciono esta provincia, te recomiendo leer el poema Aceituneros, del poeta Miguel Hernández, un poema que habla de Jaén y del trabajo de los recolectores de aceituna.
Granada es una provincia fantástica que también tiene un legado importante de la cultura islámica. De hecho, una de las joyas más impresionantes que tenemos como país está en la ciudad de Granada, se trata de la Alhambra. Es una joya nazarí que te deja impresionado y enamorado nada más verla. Pero otra de las joyas de Granada está en la montaña, ya que en ella está Sierra Nevada, donde su pico más alto, el Mulhacén, con 3.482 metros, la convierte en la cordillera más alta de Europa occidental, después de los Alpes. En Granada hay algo que es maravilloso, y es que es uno de los paraísos de las tapas. Porque allí, tú te pides una cerveza y a tu mesa de manera gratuita llega una buena tapa.
Almería es la provincia que se encuentra más al este, y aunque muchas veces parece una provincia un tanto abandonada, tiene también alguna sorpresa escondida en su interior. Sin duda, el gran valor natural que tiene esta provincia es Cabo de Gata, un auténtico paraíso que se transforma en playas casi vírgenes y aguas cristalinas. Es uno de los grandes templos del submarinismo. Allí te puedes tomar un chérigan, que es un aperitivo de pan, y los gurullos con conejo, los gurullos son una especie de pasta. No olvides acabar el postre con la mistela, que es un vino que se toma al final de las comidas.
Se dice que los andaluces son sociables, simpáticos, alegres, optimistas y que saben divertirse y vivir la vida al máximo. Y es verdad, su personalidad y forma de ser y de vivir está muy vinculada al sol, está relacionada con las horas de luz y realmente, un andaluz, como el sol, es alguien que te alegra el día. Y es que si vas a Andalucía no te vas a arrepentir, porque en Andalucía, todo el que va, es un poco más feliz.