"Guillotina”, “restaurante” y otras palabras que el español heredó del francés | BBC Mundo
Bonjour!
Con esta pinta que llevo seguro que piensas que soy un cliché. Pero es que vengo a hablarte de eso, de palabras como cliché, que decimos en español pero provienen del francés. Es decir, galicismos.
Quédate porque en este vídeo te hablaremos de estas palabras y, en concreto, de algunas que provienen del siglo XVIII y de la Revolución Francesa.
Posiblemente, el francés es una de las lenguas más influyentes en el español. España y Francia son países vecinos y tienen una historia común que pasa de la rivalidad a la admiración, de tratados de paz a invasiones. Se suma que el español y el francés, lenguas romances, son muy similares. Todo esto ayudó a esta transferencia lingüística.
Por donde primero llegaron los galicismos fue el Camino de Santiago, la ruta de peregrinación que arranca en el siglo IX a lo que se cree es la tumba del apóstol Santiago. El modo de llegar a este enclave cristiano era por el norte de la Península Ibérica y a través de Francia, ya que el resto era Al Andalus, territorio musulmán. De esta época vienen palabras como homenaje, mesón o vianda. Y desde entonces, la llegada de galicismos ya no paró.
Aunque sin duda, el siglo XVIII es uno de los más intensos en préstamos lingüísticos. Es la época de la Ilustración, el movimiento cultural e intelectual que se da, sobre todo, en Francia, Inglaterra y Alemania. Es el siglo de la enciclopedia, de Montesquieu, Rousseau o Voltaire. Francia se pone de moda en toda Europa… Y por supuesto, en España. Y a pesar de las restricciones que ya empieza a poner la recién fundada Real Academia Española, nos llenamos de galicismos. De esa época son palabras de uso tan común a día de hoy como pantalón, corsé, croqueta o neceser.
Todo el movimiento ilustrado trajo consigo la Revolución Francesa, uno de los eventos políticos más influyentes y transformadores del mundo occidental. En Francia supuso el fin del poder absoluto de la monarquía y de la Iglesia. Fue el ascenso de una nueva clase política, la burguesía, y la transformación de la economía y la sociedad. Y con un nuevo mundo, llegó un nuevo vocabulario. Como las ideas de la Revolución, las palabras se expandieron y llegaron a España y América Latina.
Si hay un lugar por excelencia que representa esta época, es la Asamblea Constituyente. Allí se hizo la pregunta más revolucionaria de la época: ¿Cuánto poder debe tener el rey? Sabemos la respuesta y que el rey no duró mucho. Pero esa palabra, que viene del verbo assembler y significa armar o reunir, se mantiene hoy día. Al igual que parlamento, que proviene de parler, hablar. Menos dialogante es barricada, esos grandes obstáculos hechos con muebles, palos. Lo que hubiera y que se levantaron en las calles de París para impedir el paso de las tropas militares. Se usaban antes de la Revolución, pero en esta época se extendió el uso de las barricadas y, por tanto, el uso de la palabra. Como también lo hizo un invento de la época con el que rodaron cabezas. Seguro ya sabes cuál es: la guillotina. Esta máquina para decapitar adquiere su nombre de Joseph Ignace Guillotin, diputado de la Asamblea Nacional. Propuso usarla frente a otras técnicas que eran más lentas y dolorosas a la hora de aplicar la pena de muerte.
Y no es la guillotina, pero un proceso tortuoso que heredamos de Francia, es la burocracia. Alejados del papeleo de los escritorios más aburridos, pasemos a otra mesa un poco más interesante. La del restaurante. Porque sí, esta palabra también proviene de la francesa “restaurant”, del verbo restaurar. Cuando los cocineros de la nobleza se quedaron sin trabajo en la Revolución, les tocó buscarse la vida y abrir sus negocios. Se dice que uno de los primeros fue el de Dossier Boulanger quien publicitó su negocio con un letrero en latín que decía: Pero también esta palabra tiene mucho de política: Y así infinidad de palabras que tenemos más que asimiladas hoy día en el léxico de la política, la moda, la comida o el deporte.
Cómo queda Venezuela tras el exilio de Edmundo González a España | BBC Mundo
Edmundo González Urrutia, el candidato presidencial que según las actas publicadas por la oposición de Venezuela ganó las elecciones presidenciales de ese país, está en España luego de que este país le concediera asilo político.
González representó a la oposición en las elecciones del pasado 28 de julio frente a Nicolás Maduro quien fue declarado vencedor, sin presentar las actas correspondientes, por el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, ambas instituciones afines al oficialismo. La fiscalía de Venezuela había ordenado la detención de González a raíz de los cuestionamientos y las acciones de la oposición ante el resultado anunciado por las autoridades electorales.
Entonces, ¿cómo queda Venezuela tras el exilio de Edmundo González?
Te lo contamos en este video.
Las autoridades tanto de Venezuela como de España confirmaron la salida de Edmundo González en el transcurso de la noche del sábado. Por una parte el gobierno español informó que "Edmundo González, a solicitud suya, volaba hacia Madrid en un avión de las Fuerzas Aéreas” de ese país; y por otra, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, dijo que se habían “concedido los salvoconductos” a González, según sus palabras, “en aras de la tranquilidad y paz política” de Venezuela.
Se conoció que el candidato presidencial también estuvo resguardado en días anteriores en la embajada en Caracas de los Países Bajos. Previo al exilio, un juez con competencia en temas de terrorismo había pedido la captura de Edmundo González a comienzos de septiembre. Aquella orden lo acusaba de supuesta usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, conspiración, sabotaje de sistemas y delitos de asociación.
Lo primero es que hay que recordar que Edmundo González participó en la elección en fórmula con María Corina Machado, la líder opositora inhabilitada por el oficialismo para ser candidata presidencial, quien logró unificar a la oposición en torno a la candidatura de González. Después de que el 28 de julio el Consejo Nacional Electoral de Venezuela declarara el triunfo de Nicolás Maduro, la oposición, liderada por Machado y González, publicó lo que serían los comprobantes de más de 80% de las mesas de votación que daban al diplomático como vencedor de la elección.
El gobierno de Maduro, alega que estas actas presentadas por la oposición son falsas e ilegales, al tiempo que ha sido criticado por varios países por la falta de transparencia en el proceso electoral y han pedido a la autoridad electoral venezolana que presente las actas oficiales de la elección, algo que no ha ocurrido. La presión de la justicia venezolana, también bajo el control del oficialismo, creció en las semanas siguientes en torno a González, Machado y parte de la disidencia en Venezuela, hasta que el diplomático, de 75 años, recurrió al exilio.
¿Y en qué contexto ocurre esto?
Pues, las semanas posteriores a las elecciones en Venezuela han sido particularmente tensas. Las protestas postelectorales han dejado al menos 27 muertos y 190 heridos, según el Ministerio Público. También fueron detenidas unas 2.400 personas, lo que alertó a las Naciones Unidas que dijo que en Venezuela existe un "un clima de miedo". Maduro y su círculo, atribuyen la violencia a supuestos planes de desestabilización desde la oposición; pero precisamente desde la oposición, apoyada por varios gobiernos de países vecinos, acusan a Maduro de haber convertido a Venezuela en un régimen autoritario.
La decisión de Edmundo González de recurrir al asilo causó desconcierto entre quienes vieron su candidatura como una opción de cambio en un país que atraviesa una profunda crisis económica y social que ha llevado a casi 8 millones de venezolanos a emigrar. Por una parte, en voz de varios expertos el exilio de González reforzaría la permanencia del chavismo en el poder. El politólogo Luis Rendueles le dijo al medio venezolano Efecto Cocuyo que “un presidente electo en el exilio refuerza la narrativa de que el chavismo seguirá gobernando y que son cada vez menores las posibilidades de una transición”.
Tras el exilio de González Urrutia, la líder opositora María Corina Machado, que se mantiene dentro del país, sostiene que el próximo 10 de enero, el día en comienza el nuevo período presidencial, “Edmundo González será juramentado como presidente constitucional de Venezuela". La oposición parece así apostar a algún tipo de quiebre en el núcleo del chavismo, que incluye al sector militar, para que ocurra una transición.
Mientras, dentro del oficialismo, parece no haber señales de algún tipo de fragmentación. Esto lleva a algunos analistas a pensar que el escenario probable es el de la continuación del status quo, es decir, que el oficialismo continúe en el poder más allá del 2025. A los sectores detractores de Nicolás Maduro, que incluso arropa a algunos exdirigentes chavistas, les queda recurrir a la comunidad internacional, donde algunos países y organizaciones ya han criticado y condenado al gobierno venezolano por el exilio de Edmundo González.
España, por lo pronto, asegura que no hubo una negociación política con Nicolás Maduro para otorgar asilo a Edmundo González. Por su parte el gobierno venezolano asegura que se otorgó salvoconducto a González luego de largas conversaciones. Pero esta no es la primera vez que un político de oposición de Venezuela se refugia en España. Muchos opositores venezolanos han podido establecerse precisamente en este país porque tienen una segunda nacionalidad europea o por vínculos familiares.
Allí se encuentran figuras emblemáticas, como Leopoldo López, arrestado en 2014 después de liderar un movimiento de protestas. También Antonio Ledezma, el ex alcalde de Caracas, acusado de una supuesta conspiración para derrocar al gobierno. Igualmente, el expresidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, se exilió en el país europeo después de ser vinculado con otro supuesto atentado contra Maduro. Pero en algunos de estos casos, el gobierno de España ha reconocido también la mediación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero del Partido Socialista Obrero (PSOE) quien en los últimos años ha sido visto como “un canal de comunicación abierto con altas figuras del gobierno venezolano”, una postura igualmente criticada entre algunos sectores políticos en España y Venezuela que lo acusan a de “cooperar” con el chavismo.
El gobierno español, ha dicho, al igual que otras democracias en Europa y América, que seguirá sin reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela hasta tanto no se convaliden las actas electorales de los comicios presidenciales venezolanos.
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