Comercio Justo
Hoy hablamos del Comercio Justo.
Generalmente cuando compramos o consumimos no nos preocupamos en exceso en informarnos del origen de ese producto. Muchas veces compramos sin saber de dónde viene ese producto, cómo se ha fabricado y en qué modo llega a nosotros. Alguna gente critica que consumimos sin preocuparnos por el impacto que nuestro consumo puede tener en el mundo o en la sociedad. Es por eso que hoy, en este episodio, vamos a hablar de una forma de comercio que según sus promotores es más responsable, vamos a hablar de lo que se conoce como el Comercio Justo. Además, cada año el segundo sábado de mayo se celebra el Día Mundial del Comercio Justo, así que es un buen momento para hablar de este movimiento.
Como no podía ser de otra manera, vamos a empezar por el principio, y vamos a responder a la pregunta de qué es el Comercio Justo. Para su definición vamos a recurrir a la Organización Mundial del Comercio Justo. Así lo definen ellos: “El Comercio Justo es una relación comercial, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de los productores y trabajadores marginados, especialmente en el Sur”. Es decir, que el Comercio Justo es mucho más que una forma de comercio, es un movimiento internacional con ciertos principios que creen en una mayor justicia global en lo que se refiere no solo a lo económico, sino también en lo social, en lo humano y el medioambiente. El Comercio Justo es un modelo comercial que tiene como principal objetivo proteger esos principios, los derechos humanos y el medio ambiente.
Una cosa importante es que no cualquier organización puede adherirse al Comercio Justo así sin más. Todas las organizaciones que pertenezcan a este movimiento deben cumplir con los diez principios del Comercio Justo. ¿Cuáles son estos principios?
En primer lugar, creación de oportunidades para productores con desventajas económicas. Es decir, que se apoya a los pequeños productores que se encuentran más desfavorecidos. La idea es que mediante este movimiento esos productores puedan pasar de la pobreza a una situación más estable, económicamente hablando.
El segundo principio es el de transparencia y responsabilidad. Esto significa que la organización es transparente en su gestión y en sus relaciones comerciales y garantiza ser responsable en su labor.
Un tercer principio sería el de prácticas comerciales justas. Lo que esto quiere decir es que se busca tener en cuenta las dificultades económicas por las que pasan los pequeños productores marginados. Así, las prácticas comerciales buscan que sean justas, y que no perjudiquen a los pequeños productores.
El cuarto principio es el de pago de un precio justo. Se ponen como objetivo pagar algo aceptable y digno para los productores, y que sea posible sostenerlo en el mercado. Además, Comercio Justo busca que no haya discriminación entre hombres y mujeres en el salario.
En quinto lugar, nos encontraríamos el principio de asegurar ausencia de trabajo infantil y trabajo forzoso.
El sexto principio sería el de compromiso con la no discriminación, equidad de género y libertad de asociación sindical. Básicamente, esto significa que la organización no discrimina a ningún trabajador por ninguna razón y en ninguna de las fases de producción.
En séptimo lugar, estaría el principio de asegurar buenas condiciones de trabajo. Lo que se busca es asegurar que los trabajadores estén en un ambiente seguro y sano y con buenas condiciones de trabajo.
El principio número ocho busca facilitar el desarrollo de capacidades. Como dicen en su página: “Las organizaciones que trabajan directamente con los pequeños productores desarrollan actividades específicas para ayudar a estos productores a mejorar sus habilidades de gestión, capacidades de producción y el acceso a los mercados locales, regionales o internacionales de Comercio Justo y los mercados principales, como sea adecuado”.
En el noveno lugar nos encontramos el principio que sería la promoción del Comercio Justo, es decir, se comprometen a promocionar estos productos con unas técnicas de publicidad y comercialización éticas y honestas.
El último lugar lo ocupa el principio que sería el respeto por el medio ambiente. Lo que se busca es minimizar el impacto medioambiental, tanto en su producción, como en su embalaje y en su distribución.
Este es un resumen de los diez principios en los que se basa esta organización. Hasta ahora, solo te he contado la visión de esta organización, y como sabes, cuando tratamos algún tema intentamos mostrar diferentes visiones sobre el mismo, porque siempre hay diferentes formas de ver las cosas y no hay una verdad absoluta.
Aunque sobre el papel todo parece muy bueno, la realidad es que el Comercio Justo ha recibido numerosas críticas.
Algunos economistas consideran que este comercio es como un tipo de subsidio que entorpece el crecimiento, por lo que si este movimiento se extendiese, en realidad, lo que ocurriría es que tanto los productores como los trabajadores a largo plazo estarían peor, porque este movimiento pondría barreras y dificultades para poder mejorar la economía de las regiones donde más impacto tiene.
También los defensores del libre mercado argumentan que el término es falaz, porque si estamos en un mercado libre, donde las personas pueden llegar a acuerdos libremente y nadie las obliga o las coacciona a aceptar esos acuerdos, en ese contexto las transacciones comerciales solo pueden ocurrir si las partes implicadas las aceptan libremente, por tanto, realmente todo comercio debería ser considerado justo, porque son las personas implicadas en esos acuerdos las que consideran lo que es justo para ellas. Por ejemplo, si un empresario y un trabajador llegan a un acuerdo, no debería considerarse injusto porque alguien ajeno a ese acuerdo considere que el sueldo no es justo, porque el trabajador que ha aceptado ese sueldo sí considera que es justo porque lo ha aceptado.
Estos son los principales argumentos en contra, aunque por supuesto hay más. En cuanto a los argumentos a favor, ya hemos visto que sus promotores consideran que esta forma de comercio permite cumplir esos diez principios y, según sus defensores, permite que los productores y trabajadores tengan una mejor vida, por lo que cuantos más productos se consuman de este tipo, más gente se verá beneficiada.
Creo que todos queremos un mundo donde se cumplan los principios del Comercio Justo, la cuestión es si la mejor forma de lograr esos objetivos, de lograr mejores condiciones de trabajo y mejores salarios es intentando organizar la producción como pretende este movimiento, o dejando que la economía funcione de forma más libre. Ese es el principal debate.
En cuanto a los datos sobre el consumo de este tipo de productos, en España muy poca gente consume productos de Comercio Justo. Según un informe del 2021, el gasto en nuestro país en estos productos fue de 144 millones de euros. Estas cifras nos dicen que el gasto medio anual por habitante de España es de 3 euros aproximadamente. Casi todos los productos que se venden son de productos de alimentación, principalmente, productos producidos con cacao, dulces y café.
Bueno, pues esto es todo por hoy. Hemos visto en qué consiste el Comercio Justo, sus objetivos, los argumentos a favor y también hemos hablado de las críticas que existen hacia este movimiento.
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