dimanche 11 septembre 2022

Cours de conversation en espagnol du 09 sept

 GRAM 183. Proponer el cierre de una conversación



En definitiva, este episodio va a darte algunas fórmulas, algunas estructuras bastante sencillas para poner fin a la conversación que estás teniendo con alguien.

Te preguntarás, ¿cómo vamos a hacer esto? Pues con algunos diálogos entre amigos. En esta ocasión, tenemos a Susana como protagonista de esta historia. Y es que a Susana le gusta mucho pasar tiempo con sus amigos, pero también le gusta ver series e irse a dormir pronto. A ver qué nos depara esta historia. 

Bueno, pues nada más 

Pues vamos a empezar con una frase que seguro que conoces. Se trata de: bueno, pues nada más. En el aspecto gramatical no hay mucho que comentar, no hay ningún verbo, por lo que es una frase bastante sencilla. Repito: bueno, pues nada más.

Susana está de tapeo con sus amigos. Es de noche y Susana está tomándose unas bebidas y unas tapas en su bar favorito. Se lo están pasando bien, pero todo lo bueno siempre llega a su fin. Llega la hora de irse a casa. 

Susana debe irse, por lo que les dice a sus amigos: “Bueno pues nada más, debo irme, ya que mañana tengo una importante reunión de trabajo”. Como es de esperar en este tipo de situaciones, el resto de personas insisten. Su amigo, Álvaro, le dice: “Quédate un rato más, Susana. Es muy pronto todavía”. Otra amiga, Inés, le comenta: “¿Estás segura de que mañana es la reunión? El otro día me dijiste que esa reunión se había cancelado”. 

Susana, sorprendida por la buena memoria de su amiga, ni confirma ni desmiente ese comentario, pero decide quedarse un rato más. Cuando te insisten no se puede decir que no. Más aún si en la mesa hay croquetas y queso de calidad. 

Lo siento, es que…

En segundo lugar, tenemos la frase: Lo siento, es que… En este caso, tenemos el pronombre de objeto directo “lo” y el verbo “sentir”. Además, lo acompañamos de “es que…” que es un recurso muy habitual para dar explicaciones. 

Después de comerse las croquetas, el queso, y acabarse la cerveza que se estaba bebiendo, Susana comenta: “Lo siento, es que tengo que irme, chicos, estoy cansada y mañana va a ser un día bastante intenso en el trabajo”. Como lo están pasando tan bien, otra amiga insiste en que se quede un rato más: “Susana, quédate media hora más y me iré contigo, ya que vivimos muy cerca”. Susana, acepta y dice: “De acuerdo, solo una cervecita más y nos vamos”.

Ya sabemos que “la última” nunca es “la última”. Esa frase de “una cervecita más y nos vamos” es una mentira enorme, no hay quien se la crea. 

Como decía antes, después de “lo siento” vamos a explicar los motivos por los que nos vamos, sería un poco raro que nos fuéramos de un lugar y no explicáramos el porqué. 

Algo interesante de la gramática que vale la pena comentar es que, como te habrás dado cuenta, en la frase “lo siento, es que tengo que irme” no hemos utilizado el verbo en modo subjuntivo, sino en indicativo. Utilizaríamos el subjuntivo si no dijéramos el pronombre lo y si hubiera un cambio de persona, por ejemplo: “Siento que tengas que irte tan pronto, Susana”. En este caso sí uso subjuntivo, pero en el anterior no: “lo siento, es que tengo que irme”.

Tengo que dejarte, es que…

Continuamos con la tercera frase para cerrar una conversación. En este caso, tenemos la frase: tengo que dejarte, es que… Aquí nos encontramos con una perífrasis verbal de obligación o necesidad. Repito: tengo que dejarte, es que… 

Bien, pues después de acabarse rápidamente su cerveza, Susana vuelve a anunciar sus intenciones de irse: “Chicos, tengo que dejaros, es que tengo que preparar una presentación para la reunión de mañana”. 

Inés, le responde: “Venga, amiga, dinos la verdad, mañana no tienes nada que hacer. Quieres irte a casa por otro motivo…”, a lo que Susana contesta: “Vale, sí, tienes razón, me voy por otro motivo. Estoy viendo la última temporada de la serie Élite y quiero saber qué pasa. Ayer vi siete episodios y me muero de ganas por saber cómo acaba la serie”. 

Élite era el motivo por el que Susana tenía tantas ganas de acabar la reunión con sus amigos e irse a casa. No sé si has visto la serie, pero está bastante bien, te la recomiendo, seguro que te engancha.

Continuemos. Y es que tras confesar la verdad, Susana decide tomarse, ahora sí, la última cerveza de la noche. Les dice a sus amigos: “Chicos, está sí que es la última de la noche, después de esta me iré a casa”. 

Tendría que ir pensando en irme

Llegamos a nuestra cuarta frase. En esta ocasión se trata de: Tendría que ir pensando en irme. Aquí, el verbo tener está en la forma de condicional simple y volvemos a encontrarnos la perífrasis verbal tener que seguido de un verbo en infinitivo. Además, en la misma estructura, nos encontramos otra perífrasis verbal: el verbo ir seguido de un verbo en gerundio. Se trata de ir pensando. Repito la frase completa: tendría que ir pensando en irme. 

Se empieza a hacer tarde y Susana comienza a estar un poco borracha. Lleva cuatro cervezas encima, por lo que el alcohol ya está haciendo efecto. Claro, una cerveza antes de irse, luego otra cerveza antes de volver a irse… Susana nunca se va… 

Pues, después de acabarse la cerveza, Susana les comenta a sus amigos: “Chicos, tendría que ir pensando en irme, pero no, no me voy aún, me voy a quedar unos minutos más, os invito a todos a una cervecita”. 

¡Qué generosa es Susana! Cerveza gratis para todos, claro que sí. Parece que los episodios de Élite podrán esperar para otro día. Lo más importante es pasarlo bien y disfrutar rodeado de los seres que más queremos. 

Bueno, ahora sí que me voy

Y, por último, tenemos una oración menos compleja. Se trata de: bueno, ahora sí que me voy. Aquí podemos comentar que sí es afirmativo, entonces lleva tilde, y también que tenemos el verbo irse, en lugar de ir. Ya sabes que irse significa abandonar un lugar e ir significa desplazarse.  

Entonces, finalmente llega el momento de irse, así que Susana les dice a sus amigos: “Bueno, ahora sí que me voy, me he pasado un poco con la bebida y se me ha hecho un poco tarde, pero lo he pasado estupendamente con vosotros”. 

Y así es como Susana cierra la noche. La nueva temporada de su serie favorita tendrá que esperar alguna noche más. Le deseamos suerte para la mañana siguiente, ya que tendrá que despertarse con resaca e ir al trabajo. Esperemos que finalmente no tenga la reunión mencionada con anterioridad. 

¿Qué estructuras hemos utilizado hoy?

Mientras Susana se recupera de la resaca, podemos pasar a la revisión de las frases de hoy. Han sido cinco. Vamos allá:  

La primera ha sido: Bueno, pues nada más: 

“Bueno pues nada más, debo irme, ya que mañana tengo una importante reunión de trabajo”.

En segundo lugar, tenemos: Lo siento, es que…: 

“Lo siento, es que tengo que irme, chicos, estoy cansada y mañana va a ser un día bastante intenso en el trabajo”.

En tercer lugar: Tengo que dejarte, es que…:

“Chicos, tengo que dejaros, es que tengo que preparar una presentación para la reunión de mañana”. No obstante, en este caso, hemos utilizado la forma de vosotros, la segunda persona del plural. 

En cuarto lugar: Tendría que ir pensando en irme: 

“Chicos, tendría que ir pensando en irme, pero no, no me voy aún, me voy a quedar unos minutos más, os invito a todos a una cervecita”. 

En quinto y último lugar: Bueno, ahora sí que me voy: 

“Bueno, ahora sí que me voy, me he pasado un poco con la bebida y se me ha hecho un poco tarde, pero lo he pasado estupendamente con vosotros”. 

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