samedi 20 janvier 2018

Cours de conversation en espagnol à Orléans vendredi 19 janvier

Noticias de Cataluña 






Luis Piedrahita – Una maleta se llena de “por si acasos”



Buenas noches, buenas noches. La vida… La vida es un viaje en el que ni siquiera sabemos qué meter en la maleta. Ya hemos hablado de este tema, pero es que no tenemos ni idea de las maletas. ¿Cuánto espacio necesita un ser humano en una maleta? No se puede saber. No se puede saber porque una maleta no se llena de ropa, una maleta se llena de “por si acasos”. Dices “voy a llevarme, voy a llevarme otro pijama por si acaso”. Oye, “¿pero vas a dormir solo una noche, no?” “Sí, pero igual me desdoblo”. “Y voy a llevarme un jersey grueso por si acaso que en Sevilla en agosto nunca se sabe”. Y voy a llevarme también una espada toledana y cepos, cepos  para osos y órganos para trasplante. Y voy a llevarme una cebra disecada”. Y luego eso pesa un huevo.

Menos mal que hoy en día la mayoría de las maletas ya tiene ruedas. Sí, que yo siempre me he preguntado: “¿Por qué hemos tardado tanto en poner ruedas a las maletas? Si la maleta es un invento de reciente aparición y la rueda lleva ahí…. desde el principio, descojonada de risa. Viendo cómo la gente arrastraba las maletas hasta el taxi. “¡Oy, cómo pesa esto! A ver si de una vez inventamos algo… ¡redondo!” Y la rueda ahí: “¡A mí que no me líen!”. Ahora la mayoría de las maletas ya tiene ruedas. No todas. No todas. Las caras, las de Luis Vuitton, esas siguen sin tener ruedas. Cómo se nota que sus dueños no son los que  tienen que cargar con ellas.

¿Cuánto tiempo se tarda en hacer una maleta? Tampoco se puede saber. Hay señoras que dicen “tres días”. “Sí, es que me hago una lista”. Pues no se haga usted la lista. Tres días, se va usted dos días a la playa y la maleta de vuelta la tiene que empezar a hacer antes de salir. ¡Tres días!. ¿Cómo se hace una maleta en tres días? La dejas abierta en el salón, el primer día por la mañana dejas un pantalón, después de comer dejas una camisa. Al día siguiente dejas unos calcetines y te llevas el pantalón. En tres días vas necesitando la ropa que está en la maleta. Luego, hay tíos también que dicen “yo tardo 15 minutos”. Quince minutos. O sea que toda la ropa que tienes la llevas puesta ahora mismo, ¿no? Porque quince minutos es lo que se tarda en bajar la maleta del altillo, abrirla, sacar los adornos de Navidad. Ahí ya van quince minutos.   

Sin embargo, el día más duro en la vida de una maleta es cuando hay que facturar…. porque la maleta se lo huele. Tú vas por la calle y vas (ruido de maleta). Llegas al aeropuerto (ruido de maleta)  Dice “¡Uy! Suelo liso qué mal rollo…” Te acercas al mostrador de Iberia (ruido). “Hola” Y claro, la maleta ve esa cinta negra que se las traga y te mira como diciendo “No, por favor, no me factures. Llévame contigo, por favor. Llévame como bulto de mano.” Claro, tu la miras como diciendo: “Es que ya eres grande”. Entonces la suben a la cinta negra. Pone ahí 26 kilos. La maleta: “Estoy súper gorda”.  Y la cinta se la empieza a tragar y entonces la maleta hace un gesto muy ingenuo para enternecernos. Fingir un desmayo. Cuando la cinta cambia de dirección hace la maleta “me va a dar”, y cuando no miras, se cae, se la llevan, se cuela por ese agujero oscuro, negro y misterioso que es una puerta hacia el averno, y tú ya no vuelves a ver la maleta hasta el aeropuerto de destino si tienes suerte. Y aparece la maleta con pinta de haber vivido una experiencia… horrible. La maleta toda humillada, vejada, rallada, sodomizada, la ruedecilla que no gira, la manga de un jersey así “por favor”. Hay gente, de hecho hay gente que ni reconoce sus maletas. ¿No os ha pasado nunca que llegas al aeropuerto, está la cinta transportadora y ahí siempre hay una maleta huérfana que nadie quiere? Está la pobre “llévame contigo por favor, llévame contigo por favor, llévame contigo por favor”.  Y no sabes si han perdido al viajero o a lo mejor el viajero no aprobó el arco de detección de metales. Que es complicado, el arco de detección, está ahí, vamos nerviosos, nos enfrentamos nerviosos al arco de detección. De hecho vas tan nervioso que te hacen preguntas y respondes cosas que no son. Vas a pasar, (sonido), te dicen “vuelve usted a pasar”, “gracias, por favor”. Ahí no va “gracias, por favor”. ¿Qué?, “Gracias, por favor” no tiene sentido, es una contradicción, es casi un oxímoron, “gracias, por favor”.  ¿Un oxímoron sabéis lo que es, no? Una locución que implica una contradicción en sí misma: gracias, por favor. O “partido amistoso España-Francia”, Incluso, diría yo “Miss Portugal”. Es como una contradicción.

Te enfrentas al arco de detección y vas con miedo. Vas y (sonido) Dicen “¿Qué lleva usted ahí?”, dices “un cortaúñas”. Y no te dejan pasar, eh, un cortaúñas en un avión es una amenaza terrorista, sí, a lo mejor te cortas una uña, la uña sale dando vueltas, se clava en la garganta del piloto… O sea, a mí no me dejan pasar con un cortaúñas en un avión, y he visto pasar a señoras con unas uñas… que si quisieran podrían destripar al piloto de un zarpazo y comerse sus vísceras calientes sobre el suelo. A mí no me dejan pasar… Es más, hay una señora en el Guiness de los récord, no sé si lo habéis leído, hay una señora que tiene unas uñas gigantes que van hasta el suelo, una mujer encantadora por otro lado, que ha recorrido el mundo enseñando sus uñas y no las ha facturado. “Hola, vengo a recorrer el mundo enseñando mis uñas”, “¿Va usted a facturar?”, “No, bulto de mano” . Le dejan pasar. Y también es cierto que la vida con esas uñas tiene que ser complicada, sí porque acciones cotidianas, como por ejemplo, con esas uñas, pensadlo por un momento, lavarse los dientes, difícil (sonido), o después de ir al water, limpiarte. O sea, difícil lavarte los dientes que te puedes sacar un ojo, y limpiarte también que te puedes sacar un ojo también.

Las maletas son nuestras compañeras en este viaje que es la vida, pero ¿y si fuera al revés?, ¿y si en realidad fuéramos nosotros los acompañantes de la maleta?, ¿y si fuéramos nosotros los que estamos cargados de por si acasos,  y los que tardamos en realizarnos exactamente el tiempo que tenemos para hacerlo?, ¿y si en realidad nosotros somos la maleta de la maleta y resulta que todo es un sueño de Resines? Entonces cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la aeronave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo, ligero de equipaje, sin cortaúñas, listo para facturar.




  • pesar un huevo = pesar mucho.
  • descojonada = muerta de risa.
  • liar = enredar, meter en una situación complicada.
  • tíos = hombres, personas.
  • olerse algo = sospechar de algo.
  • mal rollo = desagradable, que transmite malas vibraciones.
  • colarse = introducirse con disimulo en un lugar.
  • tener pinta de algo = parecer algo / como si…
  • zarpazo = arañazo como el que haría un animal salvaje


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