Hoy hablamos de cómo se adquiere la nacionalidad española.
Pocas palabras hay que me den tanto miedo como burocracia. Cada vez que tengo que presentar algún tipo de papel o hacer algún tipo de gestión, me pongo a temblar. Y no solo porque muchas veces los procesos burocráticos son eternos y muy liosos, sino porque no los entiendo. Así que, la mayoría de las veces, cuando son procesos muy complejos, prefiero encargárselos a profesionales. Cosa que siempre me hace pensar que en los institutos deberían dar una asignatura que fuera algo así como “prepararse para la vida adulta”, donde enseñaran cosas tan necesarias como hacer facturas, rellenar impresos para la administración o tener claro a dónde ir según las gestiones que se tengan que hacer. Porque, seamos sinceros, la vida adulta se pasa entre pagar facturas y papeleo variado. Y si ya es complicada la burocracia en el país de cada uno, donde más o menos se conoce todo desde pequeño, o por lo menos el idioma, imagínate tener que pasar por toda la burocracia en un país que no es el tuyo. Pues eso es lo que les ocurre a los inmigrantes y hoy vamos a hablar de un proceso burocrático para convertirse en ciudadano de pleno derecho en España.
Si buscamos la palabra “nacionalidad” en el diccionario, en su segunda acepción, nos dice: “Vínculo jurídico de una persona con un Estado, que le atribuye la condición de ciudadano de ese Estado en función del lugar en que ha nacido, de la nacionalidad de sus padres o del hecho de habérsele concedido la naturalización”. Dicho de manera más sencilla: imagínate que tú solicitas la nacionalidad española, que es de lo que vamos a hablar en este episodio, y te la conceden. Eso significa que te conviertes en ciudadano español de pleno derecho, lo que implica que tendrás todos los derechos de los ciudadanos españoles, pero también los deberes y obligaciones. Así de sencillo.
Te voy a dar algunos datos rápidos antes de pasar a cómo se puede conseguir la nacionalidad española. Se estima que cada año se presentan en nuestro país entre 80.000 y 100.000 solicitudes nuevas de nacionalidad. Por otro lado, en el año 2023 se concedió la nacionalidad española a 242.342 personas. Por si tienes curiosidad por saber de dónde proceden estos nacionalizados, te diré que la mayoría son de México, seguidos de Colombia, Venezuela, Argentina, Israel, Estados Unidos, Panamá, Ecuador, Brasil y Turquía.
Todos hemos visto películas y series donde los protagonistas se casan para que uno de ellos pueda tener la nacionalidad de ese país. Déjame que, en este punto y antes de seguir, te recomiende la película de los años 90 Matrimonio de conveniencia, que en su nombre original era Green Card. Es un clásico que nunca defrauda. Dicho esto, me asalta la pregunta: ¿esto que pasa en las películas es real? ¿Es esa la única manera de conseguir la nacionalidad? ¿Cómo se adquiere la nacionalidad española? Pues te adelanto ya que hay varias maneras de conseguirla, en concreto cinco. Y estas cinco formas son: por ser español de origen, por opción, por residencia, por carta de naturaleza y por posesión de estado.
La primera de la que vamos a hablar es la más habitual, que es conseguir la nacionalidad por residencia. Es decir, se te reconoce como español después de acreditar que llevas un tiempo viviendo en España de manera legal y continuada. ¿Cuánto tiempo hay que vivir en España para poder pedir la nacionalidad? El estándar son diez años, aunque hay excepciones. Por ejemplo, son cinco años si eres refugiado; dos años si eres de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o de origen sefardí; y un año para otras opciones, como, por ejemplo, los que han nacido en España, los que no adquirieron de manera debida la nacionalidad por opción o los que han estado legalmente bajo la tutela, guarda o acogimiento de un ciudadano español por dos años consecutivos. También aquellos que lleven un año casados con un español, los viudos de un español y los que hayan nacido fuera de España, pero cuyos progenitores o abuelos sí que hayan nacido en España.
Pero, además de demostrar ese tiempo de residencia en España, hay que pasar por otros trámites y presentar ciertos documentos. No voy a dejar aquí todos los documentos que hay que presentar, pero sí que te digo que hay que pasar dos pruebas o dos exámenes para poder obtener la nacionalidad. Uno es el examen DELE y otro el CCSE. ¿En qué consiste cada uno de ellos? Pues mira, el examen CCSE es una prueba elaborada por el Instituto Cervantes y evalúa los conocimientos constitucionales y socioculturales de España, y consta de 25 preguntas. Por otra parte, el examen DELE seguro que ya lo conoces, es una prueba de idiomas para acreditar que tienes un nivel de español A2 o superior. Obviamente, las personas que proceden de países hispanohablantes no tienen que hacer este examen. ¿Qué clase de preguntas se hacen en el examen de conocimientos sobre España? Si buscas en internet, puedes hacer simulacros de estos exámenes, son preguntas de cultura general sobre España, su historia y la sociedad española. Pero mira, por darte un ejemplo, te voy a dar dos preguntas de un examen CCSE.
Pregunta 1: La forma política del Estado español es…
a) monarquía parlamentaria
b) república federal
c) monarquía federal
La respuesta correcta es la A, monarquía parlamentaria.
Pregunta 2: ¿En qué año conquistaron Granada los Reyes Católicos?
a) En 1452
b) En 1472
c) En 1492
La respuesta correcta es la C, 1492.
Las preguntas del examen son de este estilo y con un poco de preparación es fácil aprobarlo. Seguimos con otras maneras de conseguir la nacionalidad.
Ahora hablamos de la nacionalidad por origen, es decir, aquellas personas cuyos orígenes son españoles:
Los hijos de padre o madre españoles, aunque hayan nacido fuera de España.
Las personas nacidas en España de padres extranjeros, si al menos uno de ellos también nació en España.
Los nacidos en España cuyos padres son apátridas, es decir, no tienen nacionalidad o la legislación de sus países de origen no les concede la nacionalidad.
Los nacidos en España de padres desconocidos.
Los menores adoptados por españoles.
Ahora hablamos de la nacionalidad por opción. Es parecida a la anterior, pero en este caso no es automática y es para personas que quieren elegir ser españolas. Por ejemplo, eres menor de edad y estás o estuviste bajo la patria potestad de un español, bajo el cuidado legal de un español. O tu padre o madre eran españoles y nacieron en España, pero tú no naciste siendo español. En estos casos, no eres automáticamente español, pero tienes el derecho de convertirte en español si lo solicitas, es decir, tienes esa opción.
Otra de las opciones es conseguir la nacionalidad por posesión de estado. Esta opción es bastante peculiar. Porque es para aquellas personas que no son españolas, pero realmente ellas no saben que no son españolas. Estas personas, creyendo que son españolas, han actuado como tal, de buena fe y durante más de 10 años.
¿Esto cómo puede ser? Vamos a imaginarnos que nos vamos unos años atrás, cuando no había tantas regulaciones. Me voy a inventar una historia digna para una película de Netflix, pero sígueme el rollo.
Imagínate, oyente, que viene una persona migrante con su hijo a nuestro país. Esta persona no puede permitirse cuidar a su hijo y se lo da a una familia de un pueblo de España. Esta familia coge al niño y lo inscribe en el Registro Civil como si fuera su hijo. Ese niño vive toda su vida como hijo de esos padres y como español. Más tarde, siendo ya adulto, y puede que gracias a que le regalaron un test genético, se entera de que en realidad no nació en España, sus padres no son sus padres y sus padres biológicos no eran españoles. Pero como lleva más de 10 años viviendo como español y sin conocer su origen real, esa persona automáticamente adquiere de manera oficial la nacionalidad española. Son casos muy infrecuentes, pero si existe está opción es porque a veces hay casos así.
La última opción es la nacionalidad por carta de naturaleza, y es una opción que se produce de manera excepcional. Esta nacionalidad la otorga el Gobierno mediante un Real Decreto, tras valorar circunstancias excepcionales que pueden ser humanitarias, interés público u otros motivos de importancia. De este caso podemos ver unos cuantos ejemplos conocidos.
Uno de los últimos ejemplos es el del luchador de origen georgiano Ilia Topuria. ¿Las razones? Te las dice el propio Gobierno: “El Consejo de Ministros ha dado el visto bueno a la concesión de la nacionalidad a Ilia Topuria. Saben que es un luchador de fama mundial en artes marciales mixtas, lleva entrenando en nuestro país desde 2012 y es un ejemplo de superación, constancia y además es un referente en la disciplina deportiva. Por eso, el Consejo de Ministros aprueba la concesión de la nacionalidad a Topuria”.
Hay más casos, como el del pianista James Rhodes, el futbolista Ansu Fati o la hija de Picasso, Maya Ruiz-Picasso.
¿Qué ocurre una vez se te concede la nacionalidad? Lo primero que tiene que hacer la ya persona española es jurar la Constitución española y fidelidad al Rey. Luego se inscribe a esa persona en el Registro Civil y finalmente se le concede su DNI y su pasaporte. Y a partir de ahí, se convierte en una persona con plenos derechos como español.
¿Cuánto tarda el proceso? La ley dice que en máximo 1 año se debe resolver la solicitud, sin embargo, este plazo casi nunca se cumple. Lo normal es que el trámite tarde entre 1 y 3 años, dependiendo de la solicitud y del bloqueo que haya en ese momento en la Administración. Pero también hay que decir que hay gente que ha esperado incluso más tiempo.
Ha sido famoso el caso del científico brasileño Carlos Eduardo Pedreira, un prestigioso investigador de cáncer en Salamanca que ha tardado casi ocho años en conseguir la nacionalidad. Durante años ha tenido que pelearse con la burocracia de manera casi extenuante. Tanto es así que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le mandó una carta de disculpa. Donde, entre otras cosas, le decía: “Sé que mis palabras no enmiendan los laberintos burocráticos por los que usted, a la vista está, no debió pasar. Pero confío en que al menos sirvan para transmitirle, en nombre de toda España, que es un honor tenerle entre nosotros como un español más”.
Me parece un final perfecto para este episodio, suscribir las palabras del presidente para todas aquellas personas que hayan conseguido la nacionalidad española: “en nombre de toda España, es un honor tenerle entre nosotros como un español más”.