samedi 25 mai 2024

Cours de conversation en espagnol du 24 mai

 ¿Por qué las mujeres palentinas no tienen que inclinarse ante ningún rey?

En un recorrido por la rica historia de la ciudad de Palencia, emerge un episodio de valentía y resistencia que resuena con orgullo a lo largo de los siglos. En el inestable escenario de la Castilla del siglo XIV, las mujeres palentinas protagonizaron un acto de heroísmo que les otorgaría un estatus único en toda España y no es otro que el de no tener que inclinarse ante ningún rey. La emblemática banda dorada en sus trajes regionales se convirtió en un símbolo de su hazaña, y aún hoy recuerda por qué las palentinas no se doblegan ante monarcas.

En ese convulso período, el reinado de Juan I en Castilla y León estaba en riesgo tras la derrota en la batalla de Aljubarrota en 1385, dejando la corona en una posición vulnerable. Aprovechando esta debilidad, Juan de Gante, duque de Lancaster, planteó su ambición de reclamar el trono al ser yerno de Pedro I, también conocido como 'el cruel'. El conflicto sucesorio abrió las puertas a la incursión de Juan de Gante en la península ibérica, desencadenando una serie de acontecimientos que llegarían a Palencia.

La ciudad, en ese tiempo de 1387, estaba mayormente desprovista de sus hombres, quienes se hallaban en el frente de batalla y otros muchos ya habían muerto durante la contienda. Pero enfrentándose a la amenaza de las tropas invasoras de Lancaster, las mujeres de Palencia no retrocedieron y tomaron el testigo de proteger su hogar.

En lugar de rendirse, decidieron plantar cara, defendiendo su ciudad con una valentía inquebrantable. Este acto de determinación culminó en la derrota de las fuerzas invasoras, lo que llevó a Juan de Gante a renunciar a sus aspiraciones dinásticas en el Tratado de Bayona en julio de 1388. El resultado fue más que una victoria militar; fue un tributo a la resiliencia y el coraje de las mujeres palentinas.

En reconocimiento a esta gesta, que aseguró la conservación de la corona, Juan I otorgó un privilegio excepcional a las mujeres de Palencia. Fueron distinguidas con el título de 'caballeros de honor', concediéndoles el derecho de portar la distintiva banda dorada que solía ser exclusiva de los caballeros varones. Este símbolo de igualdad marcó un hito en la historia de género, proclamando la valía y la capacidad de las mujeres para enfrentar desafíos con la misma fuerza que sus compañeros masculinos.

Además de la banda dorada, las mujeres palentinas también recibieron el privilegio de no tener que inclinarse ante ningún monarca. Este derecho simbolizaba la autonomía y el respeto ganado a través de su coraje y determinación en la defensa de su ciudad. Su valentía había demostrado que merecían un lugar de honor en la historia y en la sociedad.

Y el monarca Juan I de Castilla también creó a finales de ese mismo año la Orden de las Damas de la Banda, para honrar la memoria de estas palentinas que a principios de aquel año defendieron la ciudad del ataque y que logró expulsar a las tropas inglesas del territorio.

Hoy en día, las mujeres de Palencia siguen llevando con orgullo la banda dorada en sus trajes regionales, recordando a las generaciones venideras que su historia es un testimonio de fuerza, igualdad y dignidad. De hecho, esta historia viene a recordar que si hoy existe Palencia es porque hace 700 años, sus mujeres defendieron con uñas y dientes su propia ciudad.




samedi 18 mai 2024

Cours de conversation du 17 mai

 Nuestros Valores :


Respeto

Humildad

Generosidad

Honestidad

Confianza

Solidaridad

Amabilidad

Gentileza

Empatia

Sinceridad

Resilienza

Ayudar

Bondad

Justicia

Libertad


1807. ¿Qué son los valores?

No hay nada más complicado en la vida que tomar decisiones. Pero en eso consiste ser adulto, en tomar decisiones. Por eso hay que dar gracias que haya una serie de principios y valores que nos guían en la vida y nos ayudan en esas dicotomías. Y de esas guías es de lo que vamos a hablar a lo largo de este mes, de los valores. En este primer episodio vamos a empezar sabiendo qué son.

En todo el mundo vivimos más de 8 mil millones de personas. Esos habitantes viven repartidos en diferentes continentes, África, América, Asia, Europa, Oceanía. A su vez se dividen en 195 países, cada uno con sus diferentes costumbres, con su propia historia y con su propia lengua. Se calcula que en todo el mundo se hablan alrededor de 7102 lenguas diferentes. 

Todo este contexto determina en cada uno de nosotros nuestra manera de comportarnos y comunicarnos. Pero es que además no hay dos personas iguales y a cada uno de nosotros nos afecta nuestra propia personalidad y nuestra educación. 

Somos más de 8 mil millones de personas diferentes entre nosotros conviviendo en un lugar llamado Tierra. ¿Te imaginas el caos que supondría si nos comportáramos sin principios, sin guías de comportamiento, como animales salvajes? Pues bien, vamos a dedicar el tema del mes a lo que nos permite convivir con el resto de humanos. ¿Y qué es eso que nos hace ser humanos y no animales salvajes? Los valores, oyente, entre otras cosas claro, no es lo único que nos diferencia de los animales, pero sí es algo importante y vamos a hablar de ello durante este mes.

A lo largo de todo el mes vamos a ir centrándonos en los valores aplicados a diferentes áreas de nuestra vida. En este primer episodio vamos a intentar poner los cimientos para poder profundizar en los siguientes episodios. Así que hoy intentaremos comprender qué son los valores. 

Y como no hay que empezar la casa por el tejado, primero vamos a definir los valores. Podríamos definir los valores como los principios o las normas que guían la forma de actuar, de comportarse, de ser y de pensar y de tomar decisiones de las personas y de las sociedades. Digamos que son una especie de guía por la que regimos nuestra vida y por la que se rigen las sociedades. Facilitan la convivencia de un modo justo y ayudan a alcanzar un beneficio global como sociedad. Es decir, permiten que más de 8 mil millones de personas diferentes y con diferentes contextos, tengan unas normas comunes y puedan convivir. Si todo está pensado para un bien común, como te podrás imaginar, estos valores tienen cualidades positivas. 

Los valores son muchos y de muchos tipos, pero, ¿hay características comunes a todos los valores? La respuesta es sí, y esas características es lo que vamos a ver ahora.

Una de las primeras características que es importante mencionar es que los valores no son algo palpable, sino que son mentales, son abstractos. Esto es fundamental porque al no ser algo físico tienen más que ver con interpretaciones mentales o culturales. Siguiendo con estas características, que son quizá más filosóficas, podríamos decir que los valores son trascendentes. Esto lo decimos en el sentido de que es un concepto que tiene que ver con el comportamiento humano y con la existencia misma del ser humano. No voy a entrar en esto de la filosofía, porque habría que hacer un episodio aparte de esto, pero el estudio de los valores es una rama de la filosofía que se conoce como axiología. 

Seguimos con las características comunes, y una de ellas es que los valores están marcados por una jerarquía donde hay prioridades. Esto significa que no todos los valores tienen el mismo nivel de importancia. Las personas y la sociedad ponemos unos valores por encima de otros a nivel de importancia. Esto viene definido por nuestras propias creencias, nuestra cultura o incluso nuestras necesidades. Por ejemplo, una persona puede poner la honestidad por encima de la empatía. 

Otra característica es que los valores son algo que suele perdurar en el tiempo y son algo histórico. Es decir, no surgieron de la nada, sino que vienen dados por una evolución de las sociedades y tienen una larga historia. Pero además perduran en el tiempo. Es verdad que algunos valores pueden cambiar, pero generalmente los valores más importantes suelen ser los mismos que hace miles de años. Los valores vienen de una larga tradición, aunque con el paso de los años quizá las prioridades van cambiando. A lo mejor nuestros padres les daban más importancia a otros valores que nosotros ahora no priorizamos tanto. Pero la realidad es que los valores en sí, son un pilar de la civilización muy antiguo. De hecho, en todas las religiones nos enseñan valores que hoy mantenemos y que representan el pilar básico de la convivencia de una sociedad. Un ejemplo son los 10 mandamientos del Cristianismo: honrarás a tu padre y a tu madre, no matarás, no cometerás actos impuros, no darás falso testimonio ni mentirás, no robarás… Todos esos mandamientos nos inculcan valores como la justicia, la verdad, la honestidad, el respeto a la familia, la integridad, el decoro…

Algo que caracteriza a los valores, y que ya hemos apuntado antes, es que son conceptos universales, todo el mundo los conoce. Pero hay un detalle sobre esto, a pesar de ser universales y generales a toda la humanidad, se pueden presentar de diversas maneras en las diferentes personas o sociedades. No todo el mundo entiende de la misma forma un mismo valor, es algo interpretable. Puede que mi sentido de la responsabilidad no sea el mismo que el tuyo, oyente. Y es que esto es otra cosa de suma importancia en los valores, se van adaptando y dependen de los contextos. Es decir, el valor es uno, sí, pero lo podemos practicar de diferentes maneras según el contexto. Por ejemplo, un valor puede ser el perdón. Pero puede que el perdón tú no lo practiques de la misma manera en el ámbito familiar que en el ámbito laboral. 

Finalmente, podríamos decir que otra de sus características es que los valores influyen en el comportamiento humano. ¿Por qué? Porque si tú basas tu comportamiento en seguir ciertos valores como pueden ser la bondad, la honestidad o la empatía, tus decisiones las tomarás teniendo en cuenta esos valores. Por lo tanto, tu vida evoluciona basada en esas decisiones, viene marcada por los valores por los que te has regido. Igualmente, todos conocemos a personas que no tienen muchos valores y cuando toman sus decisiones, solo lo hacen pensando en su beneficio propio. Esas personas se definen por sus actos, porque una persona que no tiene valores lo refleja en las decisiones que toma.

Y puede que ahora te estés diciendo a ti mismo, guau, los valores entonces tiene mucha importancia en nuestra vida. Y sí, oyente, tienen una enorme importancia. Son una guía para nuestros comportamientos y en la vida, y nos ayudan a diferenciar entre el bien y el mal, y nos ayudan a tomar decisiones. 

Cuando tenemos que tomar decisiones, hay muchas cosas que se ponen en una balanza y lo que nos hace decantarnos por un lado de nuestra balanza son esos valores. Y también nos ayudan a forjar nuestra personalidad y a nosotros mismos. Por ejemplo, observa que cuando tienes que definir a alguien es habitual definir a esa persona en función de sus valores. Frases como “es un buen tío, es de fiar…” están haciendo referencia a la forma de actuar de esa persona y esa forma de actuar viene dada por sus valores. 

Y claro, esto nos sirve a nivel social, ya que nos permiten establecer relaciones con los demás y lo habitual es que nos juntemos con personas con valores similares a los nuestros. Y a nivel de sociedad también es crucial, puesto que sientan las bases a la hora de tomar decisiones a nivel social y definen lo que es una sociedad justa. De la misma forma, cuando una sociedad empieza a olvidarse de ciertos valores es cuando las cosas empiezan a ir mal.

¿Cuáles son los diferentes tipos de valores? Pues existen varias clases de valores, como pueden ser los valores universales, los sociales, los personales, los morales, los éticos, los familiares, los espirituales, los profesionales, los religiosos o los empresariales. Si te parece vamos a ver brevemente cada uno de ellos.

Los valores universales o humanos son aquellos que están presentes en toda la humanidad y que se repiten en todas las culturas, sociedades y religiones. Podríamos decir que estos valores se corresponden con los Derechos Humanos. Algunos de estos valores podrían ser la bondad, la justicia, la libertad, el respeto…

Hablamos de valores sociales para referirnos a aquellos que rigen a una sociedad en concreto y, por lo tanto, son los valores que guían a los miembros de dicha sociedad. Además, estos valores suelen evolucionar o cambiar según evoluciona una sociedad. Por ejemplo, habrá sociedades donde el respeto sigue siendo algo crucial, como en Japón, y en otras sociedades, como la española, eso ha ido cambiando y ahora es algo más secundario. 

Los valores personales son los que tiene cada persona y, por lo tanto, dependen de cómo los entiende cada persona, porque ya sabemos que cada persona ve las cosas desde su punto de vista. Así que, dos personas pueden considerar que son honestas, pero una seguramente tenga un sentido de la honestidad más profundo que la otra. Pero bueno, hay que decir que siempre hay un entendimiento general o una idea general de los valores en la sociedad, y si una persona tiene una visión muy particular de ese valor, es posible que el resto de la sociedad no lo vea así. Entonces, si tú dices que eres honesto, pero luego con tus actos no lo eres, por mucho que tú creas que sí lo eres, el resto de personas no te van a ver como una persona honesta. La interpretación personal de un valor tiene sus límites.

Pasamos a los valores morales, que son aquellos que nos hacen distinguir entre el bien y el mal. Estos valores vienen marcados por otros factores determinantes como puede ser la sociedad o la religión. Pero no son inamovibles, sino que pueden cambiar conforme cambia la sociedad. 

Los éticos, por su parte, tienen más que ver con lo correcto, es decir, con la toma de decisiones en torno a lo correcto o lo incorrecto, pero a nivel personal, no a nivel social. 

Los valores familiares son los que tiene una familia en concreto y se van transmitiendo de generación en generación. Los espirituales tienen que ver con la creencia, pero van más allá de lo puramente religioso. Tienen que ver con la fe en un aspecto más amplio. Los valores religiosos son los que transmite una religión o una doctrina en concreto.

Los valores profesionales son los que se refieren al ámbito del trabajo, cómo actúas en tu puesto de trabajo. Y, por último, podríamos hablar de valores empresariales, que son los que definen a una empresa, a sus acciones, sus políticas y a sus empleados. 

Hemos dado el primer paso, ya sabemos de qué hablamos cuando hablamos de valores. En los próximos episodios ahondaremos en diferentes tipos de valores. Ahora ya podemos irnos tranquilos sabiendo que hemos entendido por qué es posible que convivan todos los seres humanos de la Tierra. 

samedi 4 mai 2024

Cours de conversation du 3 mai

 Jordania fotos :




BUIKA NOS DEJA CON LA BOCA ABIERTA CON SU SABIDURÍA Y SU VOZ (ENTREVISTA HISTÓRICA)