Hoy hablamos de la División Azul.
Existe una expresión en castellano que dice, “esta no es mi guerra”. La solemos utilizar cuando no nos queremos involucrar en los problemas de los demás y no nos afectan directamente. Por ejemplo, si estás en una reunión con amigos o familiares y dos personas empiezan a pelear o a discutir sobre algún tema. Tú decides no dar tu opinión ni posicionarte de ningún lado en esa discusión, entonces, si te preguntan, tú puedes decir: “yo no opino, que esta no es mi guerra”.
Estás en Twitter, ves una conversación con cierta polémica, escribes un tuit, pero finalmente decides no enviarlo mientras piensas, “esta no es mi guerra”. Por cierto, es algo que estaría bien que mucha gente pensase antes de escribir algo en esta red social. Es una expresión que podemos utilizar hoy día en nuestro día a día de manera coloquial, pero también es una expresión que se puede utilizar o interpretar de manera literal, es decir, hablando de la guerra de manera literal, refiriéndonos a un conflicto armado entre países.
Entonces, a lo largo de la historia ha habido muchas intervenciones militares y si un país no participaba en esa guerra o decidía no apoyar a ninguna parte de esa guerra, podía decir o pensar esto de “esta no es mi guerra”. Bueno, la cuestión es que te cuento esto porque en el episodio de hoy vamos a hablar de una división de militares españoles que lucharon en una guerra que realmente no era su guerra, pero ellos pues sí pensaban que era su guerra. Hoy vamos a conocer un poco más en profundidad la conocida como la División Azul.
Hemos decidido hablar de este tema porque en los últimos meses hemos hecho un par de episodios hablando de algunos españoles que se vieron involucrados en la Segunda Guerra Mundial de alguna manera, en concreto, hablamos del embajador de España en Hungría que salvó la vida de miles de judíos (fue el episodio 1430) y también hablamos del Fotógrafo de Mauthausen, que con sus fotografías ayudó a llevar ante la justicia a varios altos cargos del gobierno nazi (fue el episodio 1444). Y siguiendo con esta temática, vamos a hablar de un grupo de españoles que formaron la División Azul y lucharon en la guerra en el bando del eje, ayudando a los nazis. Esta vez hablamos de la involucración de españoles en el otro bando de la Segunda Guerra Mundial, en este caso no es algo positivo como las anteriores historias, porque en este caso veremos que algunos españoles también se posicionaron al lado de los nazis y del fascismo.
¿Qué es la División Azul? La División Española de Voluntarios, más conocida como División Azul, fue una unidad de voluntarios españoles que formó una unidad de infantería para luchar al lado de los alemanes contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. En total participaron unos 45.000 soldados españoles que estuvieron activos desde el verano de 1941 hasta finales del año 1943. Por cierto, el nombre de División Azul es porque los miembros de esta división, que eran falangistas, aunque llevaban el uniforme de las tropas alemanas, la diferencia es que utilizaban una camisa azul que era la vestimenta típica de los falangistas y de ahí sale el nombre de División Azul.
Pero vamos a empezar por el principio, ¿cómo se llegó a la creación de la División Azul? Para ello, antes de ver cómo se creó, hay que poner a España en el contexto en el que se encontraba. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, en 1939, España se encontraba en una situación complicada, ya que acababa de salir de una Guerra Civil, y no estaba en su mejor momento para enfrentarse a otra guerra.
En la Segunda Guerra Mundial el mundo se dividió en dos bandos, los Aliados, que serían Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética; y el Eje, en los que encontraríamos a Alemania, Japón e Italia. España, que estaba gobernada por el dictador Franco, tenía simpatías con el Eje, ya que era simpatizante de Hitler y Mussolini, que gobernaban Alemania e Italia respectivamente. De hecho, Franco negoció su entrada en la guerra con Hitler en la famosa Reunión de Hendaya, pero no llegaron a un acuerdo.
Esto hizo que España se mantuviera neutral en este conflicto armado, pero Franco, que mantenía sus simpatías con el eje y quería acabar con el comunismo, dejó la puerta abierta a poder ayudar de alguna manera. Dentro del gobierno de Franco había muchas voces que querían participar en la guerra y luchar contra el comunismo, y así, en 1941, el ministro de Asuntos Exteriores propone mandar a esa guerra un grupo de voluntarios para luchar al lado de los alemanes. Es importante recalcar que era un grupo de voluntarios, porque España no quería participar en la guerra, entonces enviar un grupo de voluntarios le permitía ayudar a los nazis sin tener que entrar en guerra con los aliados.
El llamamiento que hizo el ministro de Asuntos Exteriores fue básicamente que los comunistas eran el enemigo y había que luchar contra él. En sus propias palabras dijo: “Camaradas: no es hora de discursos. Pero sí de que la Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable! Culpable de la muerte de José Antonio, nuestro fundador. Y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa”. De esta forma, con este mensaje, nacía la División Azul. Para aclarar un poco este mensaje, el ministro estaba hablando de la Guerra Civil española y se estaba refiriendo a la ayuda que dio la URSS al Gobierno de la República española durante la Guerra Civil. En la Guerra Civil española se enfrentó el bando de los falangistas, que fueron los que dieron el Golpe de Estado, contra el bando de los republicanos, que eran los leales al gobierno, que en ese momento era una república.
Puede que tú te estés preguntando, ¿y quiénes fueron de voluntarios a esta guerra? Pues este ejército estaba formado principalmente por militares veteranos y por falangistas que simpatizaban con la causa. Entre los voluntarios también había algunos republicanos, es decir, personas que eran del bando perdedor de la Guerra Civil española.
¿Por qué fueron algunos republicanos a luchar como voluntarios en esa guerra? Es algo que puede parecer absurdo, porque los republicanos habían perdido la guerra y tenían ideas contrarias a las fascistas o falangistas, entonces esto puede parecer muy raro. Sin embargo, los republicanos que formaron parte de la División Azul tenían sus razones, porque en el año 1942 se decretó que las personas que estuviesen luchando en esta guerra durante cuatro meses o las personas que fueran repatriadas por herida, recibirían la condición de “excombatiente” en el bando nacional, lo que permitía limpiar ese pasado republicano que podía ser peligroso para vivir en la España de Franco. Y al año siguiente, si te prestabas a ir a luchar te conmutaban la pena que tuvieras, es decir, si la dictadura te había condenado a ir a la cárcel o incluso a la pena de muerte, podías ir a combatir en esta guerra para que te quitasen esa condena. Obviamente, muchas de esas penas eran impuestas de manera arbitraria por la dictadura, pero esta era la única forma de poder evitarlas. Como curiosidad te diré que el famoso director de cine Luis García Berlanga se alistó con 20 años para conmutar la pena de muerte que había recibido su padre por ser un político republicano.
El caso es que se forma la División Azul y los voluntarios reciben una breve instrucción de 10 días. En diez días los instruyen y los mandan a la guerra. Una vez hecha esta instrucción, los primeros voluntarios de la División Azul parten para Rusia en un viaje terrible. Esto ocurre en julio de 1941.
El viaje dura 53 días hasta llegar al destino. El viaje en tren solo les lleva hasta Polonia, a partir de ahí y hasta Moscú, que era donde ellos creían que iban en un principio, lo hacen a pie. Casi 1000 kilómetros a pie, donde se hacía en jornadas de 30 y 40 kilómetros diarios y de siete u ocho horas. Esto fue una brutalidad, ya que no llevaban el calzado adecuado, no estaban entrenados para eso y muchos de ellos murieron congelados por el frío.
Todo el mundo pensaba que aquello iba a ser una guerra corta y que iban a vencer con gran facilidad a la URSS y que Moscú iba a caer con relativa sencillez. Pero lo cierto es que no fue así. En primer lugar, a la División Azul no la enviaron a Moscú como estaba previsto, sino que la enviaron al norte cerca de Nóvgorod. Aquella era una zona donde se necesitaban refuerzos, pero lo cierto es que allí no había mucha actividad bélica. Parece ser que fueron enviados allí por decisión de Hitler, porque los informes que le había llegado a Hitler de los españoles no eran muy buenos y no se fiaba mucho de ellos, de hecho, Hitler se refirió a ellos como una «banda de andrajosos«. Andrajoso es una palabra que usamos para hablar de alguien que está sucio, viste con ropa rota y sucia, para hablar de forma despectiva de alguien con muy mal aspecto.
Fue una guerra dura para la División Azul y la batalla que más se recuerda de aquella guerra, desde la perspectiva de los españoles, fue la de Krasny-Bor, que era una población pequeña a 20 kilómetros de Leningrado, la actual San Petersburgo. Lo cierto es que esa batalla fue un poco la lucha de David contra Goliat, porque fue una lucha entre 4.500 españoles, frente a 45.000 soldados soviéticos, que se produjo a principios de 1943. La hazaña de esta batalla fue que a pesar de sufrir muchas bajas y que parecía que iban a perder la posición frente al ejército soviético, finalmente consiguieron resistir y los soviéticos tuvieron que abandonar posiciones y se retiraron dando por fracasada la operación. Las cifras de aquella batalla son de auténtico terror, ya que en total 3.000 soldados españoles murieron y más de 1.500 resultaron heridos. Entre los soviéticos se estiman entre 9.000 y 11.000 los hombres que murieron.
La guerra no iba como se esperaba y empezaba a ser evidente que no iban a ser capaces de conquistar y someter a los soviéticos, y es por eso que cuando los alemanes son derrotados en Stalingrado, el dictador español Franco empieza a replantearse las cosas. A principios del año 1943 Franco se da cuenta de que no puede posicionarse tanto del lado de los alemanes y necesita acercarse un poco a los aliados. Así que, a finales de ese mismo año, Franco decide disolver la División Azul, y los voluntarios allí desplegados comenzaron a volver a España, los últimos volvieron en el año 1944.
Lo cierto es que las cifras que dejó tras de sí la División Azul son bastante malas. Unos 5.000 voluntarios murieron, 11.000 resultaron heridos y casi 400 cayeron prisioneros del Ejército Rojo, y de estos más de cien murieron en el gulag, que eran los campos de concentración de la URSS. De hecho, de estos prisioneros que quedaban en la URSS, que eran 248, Franco se olvidó de ellos durante 10 años y regresaron finalmente a nuestro país en 1954. Y Franco no estaba allí para recibirlos, digamos que el dictador ignoró a esos prisioneros.
Así termina la historia de estos voluntarios, que recién terminada una guerra en su país, se fueron a otra a luchar en condiciones terribles. Sea cuales fueran los motivos que les impulsaron a ir allí, lo cierto es que pusieron su vida en juego por unos intereses políticos de una guerra que, realmente, no era su guerra.